Capítulo 7

880 76 6
                                    

Querido y amable lector,

Jamás olvides quien eres, y lo que mereces.

Atentamente, lady Whistledown.


Victoria se despertó con el corazón pesado después de otra noche perfecta que había compartido con Benedict. A pesar del amor que sentía por él, las palabras que habían compartido esa noche resonaban en su mente, pesando sobre ella como una losa.


Se levantó con cuidado, tratando de no despertar a Benedict, que seguía durmiendo plácidamente en la cama. Mientras se vestía, su mente se llenó de pensamientos y emociones encontradas. Habían compartido tanto juntos, habían compartido su amor de una manera tan íntima, pero ahora se enfrentaba a una realidad que no podía ignorar.

Una vez lista, se volvió hacia Benedict y lo observó por un momento. No podía evitar sentirse atraída por él, por la pasión y el afecto que compartían. Sin embargo, también sabía que había una conversación pendiente, una conversación que había estado evitando desde que Benedict

le había hecho aquella propuesta.

Salió de la habitación en silencio, cerrando la puerta suavemente detrás de ella. Mientras caminaba por los pasillos, se encontró con los recuerdos de la noche anterior: los besos apasionados, las palabras dulces y el amor compartido. Pero también recordaba las palabras finales de Benedict, las palabras que habían cambiado todo.

"Victoria, quédate conmigo, aunque nunca nos casemos. Son muchos los hombres que tienen amantes." le había dicho. Esas palabras resonaban en su mente como un eco constante. ¿Podría ella conformarse con eso? ¿Podría renunciar a su sueño de una familia y un futuro juntos legalmente reconocidos?

Se dirigió hacia la cocina, sintiéndose abrumada por las emociones. Quería hablar con alguien, necesitaba consejo. Encontró a Kate, la última incorporación de la casa Bridgerton, disfrutando del desayuno.


- Buenos días, Victoria. ¿Todo bien? - preguntó Kate con su habitual calidez.

Victoria asintió con una sonrisa forzada. No quería preocupar a Kate con sus propios problemas, pero necesitaba desesperadamente desahogarse.

- Kate, ¿crees que alguien puede renunciar a lo que más desea en la vida por amor? - preguntó Victoria, buscando respuestas en los ojos sabios de la cocinera.

Kate dejó de mover su desayuno por un momento y la miró con seriedad.

- Eso depende, querida. El amor puede ser hermoso y poderoso, pero no debe hacerte renunciar a tus sueños y a tu felicidad personal. Si tu corazón te dice que mereces más, entonces deberías escucharlo.

Victoria se mordió el labio, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escaparse.

- Pero, ¿qué pasa si mis sueños son imposibles? ¿Qué pasa si lo que quiero está más allá de mi alcance? - susurró Victoria, luchando por encontrar las palabras adecuadas.

Kate la observó con compasión y luego colocó una mano reconfortante sobre la suya.

- Nadie puede decirte qué es lo correcto, Victoria. Solo tú puedes tomar esa decisión. Pero recuerda, mereces ser amada y respetada en todos los aspectos. No te conformes con menos de lo que mereces.

Victoria asintió, agradeciendo las palabras sabias de Kate. Se sentía más clara ahora, lista para enfrentar la conversación pendiente con Benedict.

Decidió buscarlo en su estudio. Sabía que a veces se retiraba allí para pintar o reflexionar.

Cuando llegó, escuchó el suave rasgueo de un lápiz sobre papel. Con un suspiro, golpeó suavemente la puerta y entró.

El corazón de Benedict BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora