¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Olivia.
El catorce de febrero suele ser una fecha especial para todas las parejas en todo el mundo pero para mí, siempre ha sido un día más, como cualquier otro día del calendario.
- Olivia, ¿vas a pasar el día con Jude? - pregunta Gemma entrando en mi habitación.
- pues no lo sé, Gem. No me ha dicho nada, así que no puedo decirte gran cosa - le respondo alzándome de hombros.
- yo iré a comer con Miguel, y por la tarde es probable que vayamos al cine - me cuenta ilusionada.
- ¿Ya es serio lo tuyo con Miguel? - le preguntó alzando las cejas, pues hasta hace poco seguían liados.
- Sí, llevamos saliendo hace unos días, y estoy muy ilusionada Olivia.
- Me alegro mucho, Gemma, pasarlo bien hoy.
Tan solo unos minutos después suena el timbre del piso.
- Olivia, acércate a abrir por favor - me pide mi amiga.
- Ya voy - indicó, levantándome de la silla del escritorio y dirigiéndome hacia la puerta.
Al abrir me encuentro a Jude, que al verme sonríe ampliamente.
- No te esperaba aquí.
- Era una sorpresa - indica entrando al interior de mi piso - aunque, bueno podemos decir que la sorpresa viene después.
- Creo que no estoy entendiendo nada - frunzo el ceño a lo que él ríe.
- Ya lo verás todo. Ahora necesito que te cambies, y eches algo de ropa en una pequeña maleta o en una mochila, donde tú prefieras - explica detenidamente.
- Pues vas a tener que esperar aquí mientras preparo las cosas - le digo y él se sienta en el sillón poniendo la pierna encima de un cojín. - ¿Por cierto cómo has venido hasta aquí? Tú no puedes conducir.
Después de las pruebas que le realizaron los médicos del Real Madrid, se confirmó que Jude sufría un esguince de grado tres por lo que tiene que estar sin jugar al menos durante tres semanas, y suerte ha tenido de no haber sufrido una lesión aún más dura.
- Un taxista nos está esperando abajo - me comunica y yo asiento.
- Voy a intentar tardar lo menos posible.
- No te preocupes, si ya le he dicho yo al taxista que tengo una novia muy tranquila - vacila y yo ruedo los ojos.
Voy a mi habitación y tras abrir el armario acabo optando por ponerme; una camiseta blanca, unos pantalones vaqueros, un cárdigan y las botas estilo cowboy. Y en una especie de maleta pequeña, echo ropa interior, un pijama y varias camisetas, pantalones y sudaderas.
- Ya estoy - le digo y él asiente, levantándose poco a poco y cogiendo las muletas.
