30. Cero confianza

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Narra Olivia

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Narra Olivia.

He estado dos semanas de vacaciones. La primera la pasé en Menorca junto a mis amigas, y la segunda en Tarifa con mi familia.

Ahora ya estoy de vuelta en Madrid junto a Gemma, quien también ha disfrutado de sus vacaciones, primero en Bilbao y luego en Roma.

Durante este tiempo he disfrutado mucho del tiempo con mis amigas y mi familia. Me tomé un respiro para mí y aproveché los pequeños placeres de la vida como el mar, un atardecer en pleno verano y la sal en la piel.

En definitiva, lo he pasado bastante bien, aunque también ha habido días en los me he sentido verdaderamente mal. No ha pasado un solo día en el que no haya recordado lo ocurrido en Berlín, cómo salí sola de un estadio desconocido, llegué al hotel para recoger rápidamente mis cosas, y llamé a un taxi que me llevó hasta el aeropuerto, donde tomé un vuelo de regreso a Madrid.

No tengo ni idea de cómo está mi relación actualmente, si seguimos juntos o si está completamente rota, porque no lo hemos hablado. Prácticamente casi no hemos tenido contacto, salvo esa vez que me llamó... aunque colgué esa maldita llamada casi de inmediato.

Si lo nuestro está roto o no es algo que me gustaría hablar con Jude, ya que la relación que tenemos nos implica a ambos.

- Olivia, ¿te apetece esta noche venir a cenar junto a Miguel y sus amigos? - me pregunta Gemma con una pequeña sonrisa.

- Gemma, te diría que sí, pero justamente estoy con la regla y ya sabes los dolores que me dan - le informo, y ella asiente con una pequeña mueca. - A la próxima iré con vosotros.

- No te preocupes, Oli, son cosas que pasan - le resta importancia. - ¿Vas a quedarte sola aquí?

- Sí, me haré algo de cenar y veré alguna película o serie.

- Espero que no acabes viendo El Rey León por trigésima vez - bromea, sacándome una carcajada.

- Es la mejor película del mundo, perdona que te diga.

Unos cuarenta y cinco minutos después, Gemma se marcha a la cena con su novio y los amigos de él.

- Bombón, no sé si vendré a dormir a casa o si me quedaré en la de Miguel.

- Vale, amore, no te preocupes, disfruta - le digo, guiñandole un ojo y sonriendo.

Tras despedirse de mí con un beso en la frente, sale de casa.

Me meto en una de las aplicaciones de comida rápida y pido una pizza de jamón york y queso. Mientras espero el pedido, busco alguna película interesante para ver.

Suena el timbre, me levanto pensando que es el repartidor, pero me llevo una sorpresa al ver a Jude frente a la puerta.

- Em... hola - dice mientras se rasca la nuca con cierto nerviosismo.

Mi mirada se centra en sus ojos analizando sus faciones. Parece algo nervioso; tiene los ojos un poco brillantes y una media sonrisa cargada de timidez asoma en su rostro.

- Hola - lo saludo de igual manera.

- ¿Estás haciendo algo importante? - cuestiona, y yo niego con la cabeza.

- No, puedes pasar - le indico.

Nos sentamos en el sofá, y siento su inquietante mirada sobre mí, mientras que mis ojos están fijos en la televisión, que espera a que reproduzca la película que he encontrado hace varios minutos.

Se genera un silencio incómodo en la sala, y suelto un suspiro agotador antes de hablar.

- Estoy decepcionada contigo, Jude - digo, las palabras que pronuncio me duelen, pero son inevitables.

Él cierra los ojos, agacha la cabeza mirando al suelo a la vez que mueve sus manos con nerviosismo.

- Es completamente lógico, Olivia. No debería de haberte tratado así - expone. - En ese momento estaba cegado.

- Me dejaste completamente sola, tus palabras me dolieron. Fui a apoyarte a ti, te dije que iba a estar siempre a tu lado, y tú la cagaste.

- Lo siento mucho, Olivia.

- No me sirve un "lo siento", Jude.

- Entiéndeme, acababa de perder una final contra tu país, y tú estabas allí presente, era evidente de que te alegrabas de que España ganará.

- Mira, Jude, déjate de bobadas. Si fui a cada uno de tus partidos de la Eurocopa, incluyendo la final, fue para apoyarte, para animarte y estar a tu lado. En la final te apoyaba a ti, pero perdisteis y déjame decirte que obviamente me iba a alegrar por el triunfo de mi país, porque es un orgullo para los españoles y españolas.

El timbre vuelve a sonar, y esta vez sí, es mi pizza.

- ¿Esperas a alguien? - pregunta alzando una ceja.

- A mi pizza.

Me pongo en pie y tras hablar unos segundos con el repartidor me entrega mi caja. Vuelvo al comedor donde Jude analiza todos y cada uno de mis movimientos.

- Olivia, ¿nuestra relación sigue en pie? - su voz sale de su garganta cargada de nervios e inquietud.

Tomo aire antes de hablar y lo miro a los ojos desde mi posición.

- Es algo que quería hablar contigo, Jude. Siéndote sincera ahora mismo tengo cero confianza en ti, me siento dolida y espero que lo entiendes. Además, por si fuera poco, han salido unas fotografías de tus vacaciones en Las Vegas en las que se te ve con una chica. No sé si prefiero saber lo que ha pasado o dejarlo estar.

- Con esa chica no ha pasado absolutamente nada. De hecho, era amiga de Alexander.

Asiento aún con dudas y doy un mordisco a la porción de pizza.

La casa se queda en completo silencio solo se oye como mastico mi comida y los pequeños maldigos que Jude lanza al aire.

- ¿Quieres comer? - le ofrezco.

- No puedo comer pizza ahora, porque la temporada empieza, ¿hay otra cosa?

- En la nevera debe haber una ensalada césar.

Él asiente y se dirige a la nevera para coger la ensalada y sentarse a comer enfrente de mí.

- Olivia, lo voy a dar todo porque vuelvas a confiar en mí para que nuestra relación funcione - habla muy seguro de sí mismo.

- No quiero más decepciones, Jude - le pido y él asiente.

Nos abrazamos a la vez que nos miramos a los ojos. Y es que hay veces que las miradas hablan más que las palabras.

Media Luna || Jude Bellingham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora