¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Jude.
Hoy es la comunión de la hermana pequeña de Olivia, de Dalia y estamos en Jerez para su celebración.
Estoy algo nervioso debido a que voy a conocer a la familia al completo de mi novia, aunque ella ya me ha tratado de tranquilizar diciéndome numerosas veces que todos me van a adorar.
La veo aparecer con un vestido color verde esmeralda que se le ajusta perfectamente a sus caderas. Lleva el pelo tipo diadema, los labios resaltados en un rosa nude. En definitiva, está guapísima.
- Estás radiante - le digo y ella se ruboriza un poco.
- ¿Puedes ponerte más veces un traje de chaqueta? Es una debilidad verte con el.
Como bien ha dicho mi novia, llevo un traje de chaqueta negro, una camisa blanca y una corbata a juego con el color de su vestido.
- Si es una debilidad intentaré ponérmelo más veces - le guiño un ojo.
- Es que te sienta de escándalo, te hace un culo ese pantalón - asegura, y yo rio.
- Mejor no te lo digo lo que yo he pensando al verte con ese vestido - le informo y ella sonríe pícaramente. - ¿Me ayudas a ponerme la corbata?
Ella asiente y se coloca justo enfrente de mi. La diferencia de altura es un poco notable, pero ella llega perfectamente a mi cuello para atarme la corbata en condiciones. Una vez que ya está completamente atada, pongo mis manos alrededor de su cintura y la beso aunque eso implique que pueda mancharme los labios de su labial.
- ¿Me he manchado? - pregunto pasándome la mano por mis labios.
- Que va, es permanente.
Bajamos con las manos entrelazadas viendo como ya están sus hermanos preparados al igual que sus padres.
- Estoy muy nerviosa - pronuncia Delia mirando a su hermana que enseguida le abraza.
- Delia cariño no tienes que estarlo, tú solo acuérdate de lo bien que lo vamos a pasar luego, ¿vale? - le habla mi novia. - Además, estás guapísima y todo el mundo va a flipar cuando te vean.
La pequeña asiente abrazándola fuertemente, y yo sonrío enternecido contemplando la escena tan bonita que se está produciendo entre las dos hermanas. He podido comprobar que Olivia es una persona muy familiar y que sus hermanos lo son todo para ella.
- Jude, ¿estás preparado para conocer a la familia al completo? - cuestiona Iker.
Vamos de camino a la iglesia, pero nos hemos tenido que dividir en dos coches. En uno de ellos van los padres de mi chica y Delia, y en el otro vamos Iker, Olivia y yo.
- Estoy un poco nervioso - admito.
- Verás tú cuando mi abuelo Manuel te conozca - habla y yo miro a Olivia con las cejas alzadas.
- ¿Tengo que empezar a asustarme? - pregunto.
- Para nada, mi abuelo es súper madridista. Cuando te vea va a flipar y ya te digo yo que se va a tirar todo el día pegado a ti - comenta Olivia, y suelto un suspiro.
La misa dura unos cuarenta y cinco minutos, y después de esto nos vamos hacia la finca donde se celebra el convite. Es una finca espaciosa que está decorada a la perfección con detalles preciosos.
- Jude, hay muchos niños de mi clase que quieren conocerte - me dice Delia mirándome y yo le sonrío.
- Pues vamos a conocerlos ¿no?
Ella asiente emocionada y agarra mi mano tirándo de mí hasta donde se encuentra un grupito de unos doce niños y niñas que al verme aparecer junto a Delia abren sus ojos completamente sorprendidos. Estoy un buen rato con ellos jugando y echándome fotos con mi móvil prometiéndoles que luego se las paso a Rosario, mi suegra y ella ya se las pasa a sus familiares.
Veo a mi novia venir hacia a mí con una sonrisa y me pongo de pie acercándome a ella.
- Ven vamos que mi abuelo ya ha llegado, y es hora de que lo conozcas.
Veo a un señor sentando en una de las mesas, él ríe junto a Iker . El señor tiene el pelo canoso y se le nota en la piel que ya tiene una edad, pero se cuida muy bien.
- Abuelo, te voy a presentar a mi novio - le indica Olivia, y al yo aparecer en su campo de visión me mira con los ojos abiertos como platos.
- Niña pero si este es Jude Bellingham - indica poniéndose de pie.
- El mismo - le estrechó la mano, aunque este me da un abrazo - encantado de conocerte, Manuel.
- Encantado estoy yo muchacho. Anda que ¡qué pedazo de jugador estás hecho! - exclama sonriente, y yo sonrío.
- Muchas gracias - agradezco.
- ¿Así que tú estás con mi nieta?
- Así es.
- Una cosa te digo - me apunta con el dedo - cuídala mucho porque si no a mí me va a dar igual que tú seas jugador de mi equipo.
- Abuelo - le recrimina Olivia.
- Hay que dejar las cosas claras - apunta Manuel encogiéndose de hombros - yo solo estaba avisándole.
Después de prometerle a Manuel que le entregaré una camiseta firmada, nos sentamos en la mesa a comer con algunos primos y primas de Olivia y con su hermano Iker.
- Creo que esa prima tuya no deja de tirarme caña - le susurró a Olivia señalando a una rubia de ojos azules.
- Eloísa siempre es así, parece que le gusta meterse en las relaciones ajenas - me cuenta ella mirando a su prima.
- Pues conmigo no tiene nada que hacer - murmuro.
Después de comer, Olivia sigue presentándome a más gente como; sus tías, tíos y su abuela Gloria.
- Que guapo eres chiquillo, normal que mi nieta esté loquita por ti - verbaliza la señora riendo.
- Su nieta es preciosa, Gloria.
- Lo sé, hijo mío. Olivia es preciosa por fuera pero aún más por dentro, tiene un corazón tan noble y tan puro.
Sonrío al escuchar esas palabras porque es que Olivia es una chica tan mágica, que a todos nos tiene atrapados.
Una vez han finalizado todas las presentaciones, Olivia y yo decidimos dar un paseo por la finca y tener un rato de tranquilidad para nosotros.
- Me gusta el sur - confieso.
- Yo ya sabía que te iba a gustar.
- la gente es muy simpática y maja. También el tiempo de aquí es muy agradable, y la comida es estupenda.
- No es porque sea mi tierra pero como Andalucía no hay nada.
- Andalucía me ha robado el corazón, pero aún más una hermosa andaluza.