32: El intercambio

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"La confusión es el primer paso hacia la claridad". - Syd Field.


Planeta Gleen

"Ahora entiendo, ahora todo tiene sentido." Repetía Samir como disco rayado por tercera vez mirando de Aedan a Warrehn y viceversa. Su mirada se encontró con la de su primo y dijo "Con que de eso se trataba las buenas noticias que mencionaste".

Warrehn asintió, su mirada fija en Aedan.

"Realmente es una sorpresa, pero estoy muy feliz por ustedes, deben contarme los de..."

Samir se detuvo de repente.

Aedan empezó a caminar y alejarse sin decir nada. Faltaba un minuto para la hora fijada. Su mente dando vueltas sin cesar, se sentía muy nervioso y por más que lo intentara, no podía dejar de culparse a si mismo por todo lo que estaba sucediendo. Ni siquiera podía sostener la mirada de Warrehn por un minuto.

"¿Dan?" Samir llamó.

Aedan se detuvo un segundo sin darse la vuelta. "Es hora, debo ir." Y sin esperar respuesta continuó su camino hacia el ascensor con pasos rápidos.

Samir retrajo su mano estirada y miró a Warrehn interrogante.

"Se siente culpable por lo que paso." Dijo Warrehn con voz pesada, se había acercado a la ventana, su mirada ya fija donde Aedan iba. "Piensa que es su culpa que esto le haya sucedido al Rey de Zicur por dejarlo solo en GXII17."

Samir se unió a él. Mirando la multitud abajo, sería realmente muy difícil detectar a alguien sospechoso en este lugar, literalmente había especies de toda la unión reunidas, incluso podía ver reptilianos, y eso que eran conocidos por no ser muy sociables, y preferir no salir de su planeta natal, pero hasta ellos tenían negocios que atender supuso Samir. "Es una tontería, lo que paso no es su culpa, probablemente hubiera sucedido de todas formas así él se hubiera encontrado allí."

"El "probablemente" es lo que carcome a Aido. Lo conoces mejor que yo."

"Hmm" Samir asintió. "Espero que esto se solucione pronto de la mejor manera, ustedes dos han pasado por tanto, ahora que han dejado de ser tercos y de autoengañarse, ambos se merecen su felices para siempre"

Algo cambio en el lenguaje corporal de Warrehn, su mandíbula apretada y los puños cerrados, parecía una flecha lista para disparar en cualquier momento. Exudaba tanta tensión que Samir se sentía incomodo con tan solo estar cerca de él. Pero no tuvo tiempo de discernir que fue lo que provoco ese cambio, pues abajo alguien se acercaba a Aedan.

☆☆☆☆

El lugar estaba atestado, Aedan miró de un lado a otro buscando un indicio, algo, alguien que luciera sospechoso, pero era imposible discernir. Mirando su comunicador por enésima vez confirmo nuevamente que estaba en el lugar y la hora correctos gracias a las notas que había tomado ese mismo día por seguridad, ya que el mensaje enviado por los piratas era obviamente de autodestrucción, una vez abierto se eliminaba automáticamente sin dejar ningún rastro.

Tomando una inhalación profunda tratando de calmar sus nervios, Aedan levantó la mirada y se encontró con los ojos de alguien. Y lo supo, él era uno de ellos. A pesar de la multitud que seguía yendo y viniendo incesantemente, los ojos del extraño estaban fijos en él, un segundo después el desconocido empezó a caminar y claramente lo hacia en su dirección.

Aedan cuadró los hombros y apretó el agarre en la maleta que llevaba en sus manos.

Un segundo

Dos segundos

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