38: Cuida bien el clan hijo mío

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"Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Todo lo que está en medio es un regalo." - Yul Brynner


Una semana después...


"¿Juras defender la ley, dedicar tu vida entera a la prosperidad de tu gran clan y proteger a tus súbditos?" el maestro de la orden preguntó. 

"Lo juro." Respondió el príncipe Aedan con voz firme y segura. 

Entonces, en medio de las aclamaciones de cientos de personas, el príncipe Aedan 'ngh' Waari fue investido con las joyas de la corona, el manto descansó sobre sus hombros y su propia madre, la ex reina regente Zeyneb 'shni' Waari, colocó la corona sobre su cabeza. 

Después de está ceremonia de coronación algo apresurada pero perfectamente ejecutada, el Sexto Gran Clan tenía ahora oficialmente un nuevo rey, el Rey Aedan 'ngh' Waari. 

...

"Madre, madre, por favor espera." Aedan llamó mientras caminaba de prisa. Aún llevaba el manto real sobre sus hombros y la corona sobre su cabeza, pues ni muy bien había terminado la ceremonia había querido tener unas palabras con su madre, quien lo había evitado todo el tiempo y con quien no había tenido una conversación adecuada hasta ahora. 

Zeyneb tardó un segundo antes de darse la vuelta y enfrentar a Aedan cara a cara.

"Necesito hablar contigo, madre, por favor." Solicitó Aedan con ojos suplicantes a la altiva mujer de ojos verdes que lo miraba fríamente. 

Zeyneb pareció pensarlo durante unos momentos antes de dirigir a Balfy una mirada. 

El mayordomo se retiró después de una reverencia hacia su señora y su nuevo monarca. 

Aedan indicó con un gestó de su mano hacia el estudio más cercano. Zeyneb medio asintió antes de dirigirse allí. Aedan la siguió de cerca, las comisuras de sus labios levantándose inconscientemente, por fin su madre estaba dispuesta a hablar con él. 

"¿Y bien? ¿De qué querías hablar, su majestad?" preguntó Zeyneb apenas Aedan se sentó frente a ella.

"Madre, por favor no te dirijas así a mí, puedes llamarme Aedan como siempre."

Zeyneb desvió la mirada "Eso no sería correcto, ahora eres el rey." 

"Antes de ser el rey soy tu hijo." 

"¿Aedan 'ngh' Waari estás haciendo esto a propósito?" había un fijo peligroso arrastrándose en la voz de Zeyneb. 

"No, claro que no." Aedan la miró a los ojos firmemente, las siguientes palabras que iba a decir, había querido decirlas hace mucho tiempo, para ser precisos desde que su madre le reveló la verdad sobre su nacimiento, y no quería que ella se perdiera la sinceridad en sus ojos. "De hecho te pedí hablar contigo hoy porque hay algo que he querido decirte desde hace mucho tiempo."

Zeyneb soltó un "ja" despreciativo y dijo "Si lo quieres decirme es que me vaya, ahórrate tus palabras, de todas formas tenía pensado hacerlo. Lo que dije en el consejo cuando abdique no era mentira, ya no soy joven y me siento muy cansada, quiero descansar, así que..."

"¿Pero qué dices, madre? Nunca podría echarte, jamás, es impensable." Interrumpió Aedan, y Zeyneb le dirigió una genuina mirada sorprendida, como si de verdad hubiera estado esperando que Aedan la echara. "Eres mi madre, y prácticamente allanaste mi camino al trono." Al ver la mirada de Zeyneb, Aedan dijo: "No me mires así, ¿crees que soy tan estúpido para no darme cuenta de tus movimientos? pese a mi derecho de nacimiento, yo nunca hubiera sido tan bien aceptado, ni por el consejo ni por los súbditos, de no haber sido por tu propaganda política y campaña silenciosa en mi nombre, ¿Qué más explicaría eso?"

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