Enamorarse en línea de un antiguo general

C70

"La conocí durante las vacaciones de verano, así que ya ha pasado un tiempo".

"No te preocupes, no me dejaré engañar. Si alguien se deja engañar, seré yo quien lo engañe".

A veces sentía que si quisiera, probablemente podría engañar a Qin Yuchuan y hacerse rica.

Después de todo, los cuencos y diversos objetos de su familia podrían considerarse antigüedades. Si los vendía, quizá nunca tendría que preocuparse por la comida y la ropa durante el resto de su vida.

Qu Jingqiu chismeó: "¿Es un chico o una chica?"

Shen Hanyue dijo: "Si tuviera que adivinar, es un chico. Si fuera una chica, ¿de qué valdría la pena hablar?".

"Tenga cuidado con la seguridad en línea y tenga cuidado con las estafas en Internet", comentó Lou Xi con su habitual racionalidad.

Feng Qingyi dijo: "Sé de lo que estás hablando y tendré cuidado".

Después de charlar con sus amigos, Feng Qingyi se sintió un poco aliviada, pensando que tal vez simplemente tenía algo de qué ocuparse.

Era muy capaz, con guardias siguiéndolo, y su profesión era incluso la de un gran general. No debería ser tan débil.

Probablemente simplemente lo estaba pensando demasiado. Ella debería hacer lo que tenga que hacer y esperar su mensaje.

En la Mansión del General, Qin Yuchuan caminaba por el patio y de vez en cuando sacaba su teléfono para comprobarlo, pero aún se estaba actualizando.

No sabía cuándo podría contactarla nuevamente.

¿Qué tiene de bueno este teléfono que necesita una actualización? ¿Realmente podría actualizarse y convertirse en algo elegante?

Tampoco sabía qué estaba haciendo la joven ahora. A esta hora, debería estar almorzando.

Escondido en las sombras, Yan Yang tocó a Yan Chi, "Yan Chi, ¿qué crees que está pasando con el general?"

"Lógicamente hablando, ya que hemos encontrado el paradero de esas personas en la frontera sur, ¿no debería estar feliz el General?"

"¿Pero por qué parece estar de mal humor?"

Yan Chi miró el teléfono en la mano de Qin Yuchuan, "Tal vez tenga algo que ver con la señorita Qingyi".

"No crees que el general tuvo una pelea con la señorita Qingyi, ¿verdad?" Dijo Yan Yang.

Yan Chi lo miró: "¿Cuándo has visto al general discutir con alguien?"

"¡Nunca se sabe! El General sigue mirando esa cajita suya."

"Tal vez hizo algo que hizo infeliz a la señorita Qingyi, por eso ahora lo está ignorando".

Yan Yang pensó que esta era la suposición más plausible ya que parecía que la señorita Qingyi era la única en esa pequeña caja.

Yan Chi también pensó que era posible: "Entonces, ¿qué crees que deberíamos hacer para ayudar al general?"

Yan Yang reflexionó por un momento: "Estaba pensando, ¿por qué no vamos a la ciudad y compramos algunos libros de cuentos para el general?"

"A Bai Wei le encanta leerlos. Tal vez podrían ayudar al general a convencer a la señorita Qingyi".

"¿Libros de cuentos? Esas historias inventadas, ¿son confiables?" Yan Chi tenía algunas dudas.

Yan Yang negó con la cabeza, "Yo tampoco estoy seguro, pero por ahora, sólo podemos intentar lo que podamos".

Esa tarde, Qin Yuchuan recibió los libros de cuentos y un pequeño folleto presentado por Yan Chi y Yan Yang.