Enamorarse en línea de un antiguo general

C95

Feng Qingyi sacó su teléfono para enviarle un mensaje a Qin Yuchuan.

[Qingyi: Me encanta el regalo, ¡gracias!]

[Yuchuan: Si te gusta, ¿por qué no lo pruebas?]

Probablemente quería ver cómo se veía con él. Feng Qingyi pensó que esta solicitud no era descabellada.

[Qingyi: Está bien, me lo pondré ahora.]

[Yuchuan: Te esperaré.]

El atuendo que envió Qin Yuchuan era bastante grueso, probablemente considerando que ya era invierno, y la tela utilizada era bastante cálida.

Sin embargo, la prenda tenía muchas capas, lo que hacía un poco difícil ponérsela.

Si Qu Jingqiu no le hubiera enseñado antes, sintió que habría tenido que buscar en línea para averiguar qué capa ponerse primero.

Después de cambiarse, Feng Qingyi se miró en el espejo y estaba muy satisfecha con su apariencia.

El atuendo era predominantemente rosa y blanco, con pétalos de begonia adornando el corpiño y el dobladillo, creando capas distintivas que se veían absolutamente hermosas.

Sin embargo, cuando vio su cabello, Feng Qingyi sintió que no combinaba del todo.

Ella estaba realmente indefensa cuando se trataba de peinados antiguos, por lo que solo podía dejar su cabello suelto como una solución improvisada.

Después de cambiarse, Feng Qingyi le respondió el mensaje a Qin Yuchuan.

[Qingyi: ¡Me he puesto el traje!]

[Yuchuan: Baja las escaleras.]

[Qingyi: ¿Para qué?]

Feng Qingyi estaba un poco confundida. ¿Había otra sorpresa esperándola abajo?

[Yuchuan: Lo verás cuando bajes.]

[Qingyi: Está bien, bajo enseguida.]

Feng Qingyi bajó lentamente las escaleras con sus pantuflas de algodón. Miró alrededor de la sala de estar por un rato, ¡pero no había nada allí!

Ella miró hacia la puerta, pero estaba vacía.

"Ven aquí."

En ese momento, Feng Qingyi escuchó una voz que provenía de la entrada del comedor. Se giró y vio a Qin Yuchuan de pie no muy lejos.

Llevaba una túnica larga y oscura, de estilo sencillo y sin demasiada decoración elaborada.

Su largo cabello estaba atado con una corona de jade, y sus ojos negros como la tinta tenían una frialdad mezclada con un toque de ternura apenas perceptible.

Él simplemente se quedó allí en silencio, pero Feng Qingyi pensó que se veía exactamente como un inmortal que había salido de una pintura.

Ella se quedó atónita por un momento. Aunque había visto ese rostro muchas veces antes, no podía creerlo cuando lo tuvo frente a ella.

Al ver que Feng Qingyi lo miraba sin comprender, Qin Yuchuan le hizo una seña: "¡Ven aquí!"

Feng Qingyi finalmente recobró el sentido: "¿Cómo llegaste aquí?"

Caminó rápidamente y pronto llegó al lado de Qin Yuchuan.

Qin Yuchuan habló lentamente: "Quería desearte un feliz cumpleaños en persona. Espero no llegar demasiado tarde".

"Para nada. Me encanta el regalo que me enviaste, Qin Yuchuan. ¡Gracias!"

Después de hablar, Feng Qingyi giró unas cuantas veces frente a él, mostrando su atuendo.