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A primera hora de la mañana, Feng Qingyi se despertó por unos ruidos susurrantes y se sentó aturdido.

"Lo siento, te desperté. Aún es temprano, vuelve a dormir", dijo Qin Yuchuan suavemente.

Aún no estaba del todo despierto y la voz de Feng Qingyi sonaba un poco ronca: "¿Te vas?"

"Sí."

Feng Qingyi extendió la mano y agarró el brazo de Qin Yuchuan. "No, quiero que te quedes conmigo".

"Sé bueno. Volveré a verte cuando tenga algo de tiempo libre".

Al ver a Feng Qingyi agarrando su brazo y mirándolo sin pestañear con sus grandes ojos, Qin Yuchuan sintió una ola de ternura invadirlo.

Él le dio un beso suave en la frente.

"Qingyi, yo también quiero quedarme contigo, pero es hora de que me vaya".

Feng Qingyi soltó lentamente su mano y dijo con un dejo de decepción: "Oh, lo entiendo. Puedes irte entonces".

Qin Yuchuan volvió a meter la mano bajo las sábanas. "No te resfríes. ¡Vuelve a dormir!"

"Mmm, ¡adiós!"

A medida que su presencia se desvanecía por completo, Feng Qingyi se volvió más alerta. Esta forma de estar con él era algo incómoda, ya que cada momento juntos se sentía como una cuenta regresiva.

Se preguntó cuándo se actualizaría su matriz de transferencia espacio-temporal y qué nuevas funciones podría tener después de la actualización.

De regreso en su tienda, Qin Yuchuan no tenía intención de volver a dormir. Encendió las velas de la tienda y comenzó a estudiar la mesa de arena, pensando en las próximas batallas. Poco después, llegó el amanecer.

Aunque era primavera, el viento fuera de la tienda todavía era muy frío.

Yan Chi y Yan Yang vinieron específicamente para encontrar a Qin Yuchuan.

Tan pronto como entraron en la tienda, percibieron un olor fragante.

"General, ¿ha estado quemando incienso en su tienda?", preguntó Yan Yang.

Qin Yuchuan miró hacia arriba: "¿Qué pasa?"

"Se está haciendo tarde y los demás te están esperando", respondió Yan Chi.

Qin Yuchuan dejó el bolígrafo. "Ya veo. Salgan ustedes dos primero".

Yan Chi y Yan Yang se retiraron fuera de la tienda, mientras Yan Yang seguía charlando.

"No vi ningún quemador de incienso en la tienda. ¿De dónde viene esa fragancia en la tienda del general?"

Yan Chi lo ignoró y se quedó quieto a un lado con frialdad.

Al ver su comportamiento, Yan Yang pensó que sería inútil preguntarle, ya que probablemente él tampoco lo sabía.

Dentro de la tienda, Qin Yuchuan se cambió a un conjunto de ropa nueva y se ató el cabello antes de salir lentamente.

Yan Chi y Yan Yang lo siguieron mientras los tres se dirigían a la tienda principal, donde celebraban sus reuniones de estrategia diarias.

Cuando Qin Yuchuan entró, todos los demás ya habían llegado.

Aunque hubo un alto el fuego estos últimos días, los principales líderes militares en el campamento aún necesitaban reunirse para discutir los asuntos y planificar sus próximos movimientos.

Una vez iniciada la reunión, esta se prolongó durante varias horas. Cuando terminó, todavía no habían desayunado, por lo que decidieron ir a comer juntos.

Enamorarse en línea de un antiguo generalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora