Enamorarse en línea de un antiguo general

C124

—No, es que siento que has estado actuando un poco extraño últimamente. ¿Ha sucedido algo?

Desviar y cambiar de tema era una habilidad que ahora dominaba.

La gran mano de Qin Yuchuan se deslizó naturalmente hacia el bolsillo peludo del abrigo de Feng Qingyi, agarrando su mano que estaba metida dentro.

Sintiendo un frío repentino, preguntó: "¿Por qué tienes las manos tan frías?"

"¿Me los calentarás entonces?"

Feng Qingyi lo miró de arriba abajo. Solo llevaba una túnica oscura que parecía bastante fina.

"De ninguna manera, ¿quién te dijo que usaras tan poco en pleno invierno? ¡Te mereces pasar frío!"

Qin Yuchuan se rió suavemente: "¿Qingqing está preocupada por mí?"

Feng Qingyi quedó deslumbrada por su sonrisa. "No lo soy. ¿Por qué de repente me llamas Qingqing?"

"¿No crees que 'Qingqing' suena más íntimo?"

Todos la llamaban Qingyi. Él quería ser más cariñoso, aunque pensaba que "esposa" sería aún mejor, pero aún no era del todo apropiado.

Ella no sentía esa intimidad, simplemente lo encontraba extraño. Pero era solo un apodo, así que le dejó hacer lo que quisiera.

"Está bien, supongo."

"Ya era hora de que Qingqing también cambiara su forma de dirigirse a mí".

Aunque le gustaba que lo llamara por su nombre completo, también quería tener un apodo especial.

"¿Cómo quieres que te llame? ¿Yuchuan, Yuyu, Chuanchuan o algo más?"

Qin Yuchuan no quedó satisfecho con ninguna de las sugerencias de Feng Qingyi. "Llámame A'Yu".

—¿A'Yu? —No le sonó particularmente bien.

Qin Yuchuan: "Dilo otra vez."

"No soy un perro al que se le puede decir que hable cuando se le ordena. ¿Acaso no tengo dignidad?"

Los dos pasearon tranquilamente por el bosque de bambú, con el viento soplando de vez en cuando.

Qin Yuchuan usó su cuerpo para proteger a Feng Qingyi del viento, aunque no fue muy efectivo.

Sin embargo, Feng Qingyi todavía apreció su gesto.

Incluso regaló su bufanda esponjosa a Qin Yuchuan.

"Qingqing, no tengo frío."

Feng Qingyi ya se había puesto de puntillas para envolver el pañuelo alrededor del cuello de Qin Yuchuan. "Tengo un sombrero, ¡así que te daré el pañuelo!"

"Qingqing, ¿esto cuenta como mi regalo?", preguntó Qin Yuchuan.

Feng Qingyi se volvió hacia un lado: "Si lo quieres, entonces considéralo tuyo".

Al escuchar estas palabras un tanto superficiales, Qin Yuchuan se sintió infeliz.

"Qingqing, preparaste regalos para todos ellos, así que ¿dónde está el mío?"

Feng Qingyi recordó de repente cómo le había preguntado antes si había olvidado algo, e incluso le había preguntado varias veces.

Incluso cuando charlaban hace un par de días, él lo había insinuado sutilmente. Ella se había quedado bastante desconcertada en ese momento.

¡Así que esto es lo que había estado esperando!

"¿No solías decir que no querías que gastara dinero en ti? ¡Has cambiado!"