EL TORNEO DE DIOS

CAPITULO 7 - HACE 50 AÑOS

Solo quedan 2 días. Fue el pensamiento de Bell mientras apretaba con fuerza sus manos.

Dedico día y noche en la meditación pero simplemente no pudo.

Siguió los consejos de su maestro, pero no funcionaba, intento buscar otra forma de lograrlo pero fue lo mismo, ahora mismo estaba en el mismo lugar donde había fallado cientos de veces.

Aquella cascada, aquella roca y este lago.

Lo intento otra vez pero como siempre falló, decidió tomarse el día para descansar un poco, realmente le dolía la espalda por toda el agua que caía arriba de el.

Regresando a la finca se encontró a Yamamoto esperándolo en la puerta.

Yamamoto: Y bien, hoy conseguiste algún progreso.

Dando un suspiro cansado. Nada, sigo sin ningún progreso. Le respondió a su maestro.

Venga no te desanimes mocoso, seguro solo es un problema que tienes aquí. Golpeando ligeramente la cabeza de Bell. Una vez lo soluciones no tendrás ningún problema.

Problemas en mi cabeza. Se preguntaría a si mismo.

Yamamoto: Se que dejamos este tema hace un tiempo atrás, pero creo que lo mejor es que me hables sobre lo que piensas. Con un tono más serio.

Bell: Decir lo que pienso.

Yamamoto: Recuerda lo que dije. Levantando tres dedos. Logras realizar la meditación cuando tu cuerpo, mente y alma están en sincronía. Bajo sus dedos. el problema no está en tu cuerpo, ya que en base a tus anteriores entrenamientos lo tienes completamente dominado, ahora el alma funciona como un puente entre el cuerpo y la mente por lo que no puedes seguir avanzando por ahora, haci que el problema debe estar en tu mente. Finalizó apuntando hacia la cabeza de Bell.

Bell: Yo no tengo ningún problema con mi mente. Respondió nerviosamente. Debo estar fallando en otra cos...

No termino al recibir otro golpe en su cabeza, está vez con más fuerza.

Yamamoto: No mientas mocoso, es muy obvio que tú mente está fallando. Le grito enojado por la negativa del joven.

Mira chico. Comenzó llamando la atención de Bell. La mente es una de las partes del cuerpo más curiosas y difíciles de entender, pero para poder entender la mente debes primero entenderte a ti mismo. Dijo para observar los ojos de Bell. Haci que una vez más te pregunto Bell Cranel ¿Qué es lo que tanto te preocupa?

El mencionado no dijo nada, solo bajaría su cabeza.

Bell. Volvió a repetir el anciano con un tono más serio. ¿Que es lo que te preocupa?

Una vez más no dijo nada, pero ahora apretaba con fuerza sus puños.

Niño, ¿Qué te preocupa?. Volvió a insistir pero ahora pregunto más molesto.

Apretando los dientes con fuerza, Bell una vez más se negó a responder.

¡Mocoso!

¡NO LO SE!

Fue el grito de Bell silenciando a Yamamoto.

¡Estoy confundido de acuerdo, durante toda mi vida mi abuelo me enseñó que los héroes salvaban a la humanidad sin rendirse nunca, me habló sobre como los dioses bajaron al mundo para ayudar a la humanidad, para protegernos a todos!

Estaba frustrado.

¡Los dioses siempre les brindan a los humanos una oportunidad para pelear por una causa justa, nos dan su bendición para hacernos más fuertes, nos dan parte su protección y posición para darnos una vida sin preocupaciónes!