Capítulo 11

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Su cabello había decidido que iban a llegar tarde al baile benéfico de San Mungo. Todavía solo en su combinación interior, Hermione sufría intento tras intento de un elegante recogido, decidida a hacerlo sin ningún producto.

Agarraba secciones de rizos, los torcía de un lado, luego del otro, pero no podía encontrar un ángulo que se viera de otra manera que no fuera abultado y encrespado.

Se colocó unos cuantos alfileres en el cabello, sosteniendo algunos en la boca e intentando someter más rizos, solo para ser recibida con desafío. Aquello necesitaba una combinación práctica y mágica para tener éxito.

-¿Necesitas una mano extra o dos para todo eso?

Hermione le lanzó una mirada fulminante a Draco en el reflejo del espejo del baño y se quitó todos los alfileres enredados en su cabello y entre sus dientes. Él ya estaba vestido, por supuesto: un elegante esmoquin negro sobre el cual se pondría una capa exterior. Hermione se olvidó de sus problemas capilares mientras lo miraba abiertamente apoyado en el marco de la puerta.

Draco se acercó con paso despreocupado.

-Creo que sí necesitas las manos extra.

Ofrece las suyas para el trabajo, deslizándolas por sus costados, acariciando sus pechos, luego deslizando una tira de su hombro.

-Esto no está ayudando.

-Difiero - dice Draco en su cuello. - Me estoy ayudando a mí mismo.

A pesar de decir:

-Llegaremos horriblemente tarde - Hermione inclina la cabeza hacia atrás, concediéndole acceso a más piel.

Él besa su mandíbula.

-Bien, podemos terminar esto más tarde.

-Si realmente quieres ayudar, ¿podrías traerme mi pinza grande?

-¿Dónde está?

-En el cajón superior de mi mesita de noche.

Escucha el cajón abrirse, el susurro mientras él agarra la pinza, y luego nada más. Pasa otro minuto de silencio antes de que Hermione recuerde lo que descansa justo debajo de esa pinza.

Draco no se movió ni levantó la vista incluso cuando ella corrió hacia la puerta. Su mirada no ha dejado el Formulario de Disolución del Matrimonio firmado. El que ella firmó el día de su boda declarando su intención de romper la unión en cuanto terminen los tres años según la ley.

-Ansiosa, ¿verdad? - Su acusación muerde, helada y afilada.

-No es—yo no—

-¿Tienes un calendario en tu estudio con la cuenta regresiva hacia tu libertad?

-No. Esto no es justo. Esta ley no es justa para ninguno de los dos.

Draco cierra el cajón y la enfrenta.

-Estoy intentando. Estoy intentando darle una oportunidad real a esto. Desde el principio lo he intentado.

-¿Y quién dijo que tenías que hacerlo?

La devastación no solo parpadea en sus rasgos, los contorsiona. Su crueldad involuntaria borra toda impasibilidad de él y Hermione tiene que presenciar la ruina en sus ojos abiertos y desconcertados.

Ella traga un nudo en la garganta y explica temblorosamente.

-Nunca he ocultado cómo me siento acerca de esta situación. No importa lo que pase con—nosotros—seguiré luchando contra esta ley.

Draco da un paso hacia ella.

-¿Y eso importa en absoluto?

-¿Qué?

In These Silent Days por @HeyJude19-writing (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora