Capítulo 13

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Hermione odia el dicho "la ausencia hace crecer el cariño".

Sobre todo, porque el cariño parecía manifestarse de las formas más irritantes. Despertarse sola hacía que le picara la piel. Mientras se concentraba en el trabajo, para el mediodía ya se había mordido las uñas hasta el hueso. Lo sentía incluso en su maldito pelo, como si hubiera crecido más pesado de tanta añoranza.

Patético.

¿Debería contactar a Draco? Por supuesto, él dejó instrucciones para llamarlo por la chimenea en caso de emergencia. Pero, ¿qué le diría?

"Hola, perdón por interrumpir tu viaje, solo pensé en decirte sobre la devastación emocional que dejaste a tu paso y todo esto es completamente mi culpa porque fui yo quien dijo que nos beneficiaría un tiempo separados y sé que la única razón por la que no me has hablado es porque estás actuando maduramente aquí y respetando mis deseos. Me equivoqué, por cierto. Me equivoqué, ¿puedes volver a casa y restregarme en la cara lo acertado que estabas?"

No. Su repentina necesidad no debería usurpar las responsabilidades laborales de él. Además, puede aguantar unos días más. Probablemente.

La edición de fin de semana de El Profeta pone a prueba su resolución de no llamar a Draco. Hermione no puede estar segura si esto es obra de Lucius, del Ministro, de ex líderes del Ministerio amargados, o quizás una combinación impía de los tres.

"Los ataques de hombres lobo aumentan".

El momento no puede ser una coincidencia. Su medida sobre la poción Matalobos tendrá su sesión en el Tribunal pronto, ya está en los anuncios públicos de las propuestas legislativas.

Los ojos de Hermione se entrecierran mientras lee el periódico. Entre el típico lenguaje deshumanizante y la retórica alarmista, encuentra algo mucho más alarmante.

"Un representante del Departamento de Cumplimiento de la Ley Mágica (DMLE) confirmó el aumento de 'incidentes relacionados con hombres lobo'.

'Se está saliendo de control', dice un oficial del DMLE que desea permanecer anónimo, 'nuestros Aurores han estado exhaustos tratando de capturar hombres lobo que intentan mutilar y morder a las víctimas'."

-Eso es incorrecto - dice en voz alta, tan absorta que olvida que está sola.

Si acaso, los ataques de hombres lobo reportados han disminuido dramáticamente en los últimos años, gracias en parte a sus medidas contra la discriminación. Ella lo sabría, es una de sus muchas estadísticas incluidas en su investigación sobre la comunidad. Furiosa, Hermione repasa las mentiras y exageraciones impresas hasta encontrar la cita infuriadora que sabía que vendría:

"'En este momento, pedimos a todos que permanezcan vigilantes', dice el Ministro Lance. 'No podemos permitir que seres peligrosos actúen sin control en su violencia. Personalmente me aseguraré de que nuestro Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas forme un plan de acción para abordar este problema de seguridad pública.'"

Hermione tira el periódico a un lado y considera la mejor manera de dirigir su furia hirviente.

¿Llamar a Draco por la chimenea e interrumpir su viaje con su drama laboral?

¿Usar la red Flu para ir a casa de Harry y pasear furiosamente por su sala de estar mientras despotrica contra la fabricación de su departamento?

¿Revisar doble y triplemente los puntos de conversación que tiene planeados para el Wizengamot?

¿Escribirle a Miriam y disculparse anticipadamente por fallarle a ella, a su hijo, y a todas las familias con niños mordidos?

No hará nada de eso. No necesita una confrontación forzada con su esposo bajo estas circunstancias, ni una sesión de desahogo inútil con Harry, y ciertamente no necesita dudar de todo su arduo trabajo de meses por un solo artículo.

In These Silent Days por @HeyJude19-writing (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora