Capítulo 8

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Las tardes de sábado lucen un poco diferentes ahora. Comienzan con la cena en la Mansión Malfoy, con una llegada y salida tan precisas que Hermione se pregunta si Draco tiene un temporizador configurado.

Narcissa claramente ha tenido palabras con su esposo desde esa primera cena, porque Lucius ya no dice nada a menos que sea para dar una orden a un elfo. Su mal humor parece no tener consecuencias para Narcissa, quien domina la conversación con un aire brillante y autoritario.

Ella bombardea a Hermione con preguntas, claramente tratando de sacar toda la información posible. Hermione sospecha que esto es para beneficio de Draco, dada lo que escuchó la primera vez. La madre de Draco está haciendo todo lo que está en su mano para asegurarse de que su hijo tenga todos los hechos necesarios para cortejarla.

A veces, durante estos educados interrogatorios, Draco captura su mirada y le ofrece una mueca sutil de disculpa por la curiosidad apenas velada de Narcissa. Los labios de Hermione siempre tiemblan de diversión, y transmiten lo que espera sea una expresión despreocupada.

Ahora que conoce el motivo detrás de las acciones de Narcissa, Hermione lo encuentra bastante cómico y un poco dulce. Pero lo que la madre de Draco no comprende, y no comprenderá porque Hermione no tiene intención de decírselo, es que para Draco saber cosas triviales como su color favorito o el nombre de su hámster de mascota cuando era niña apenas será lo que la conquiste.

Lo que Hermione guarda para sí misma, anidado en los rincones más profundos de su mente y corazón, es la verdad. Que es a Draco tal como es ahora: un hombre sereno, tranquilo, serio con una pasión por los artefactos mágicos, al que Hermione ha llegado a apreciar.

El orgullo es un rasgo compartido entre toda la familia Malfoy, aunque se manifiesta de diferentes maneras. Narcissa se enorgullece de ser una buena madre y querer lo mejor para su hijo y su felicidad. O más bien, su percepción de lo que haría feliz a su hijo.

Lucius en mantener el legado familiar de pureza en todas sus formas.

Y Draco, Hermione ha aprendido a través de una observación silenciosa, en ser su propia persona, distinta de la sombra insidiosa de Lucius.

Pero por satisfactorio que pueda ser la vergüenza de Lucius al ser intimidado, estas cenas tienen un costo: el estado de ánimo de Draco. Él no bebe mucho y solo contribuye a la conversación si está dirigida directamente por Narcissa. Es un resorte tenso, constantemente en guardia con su padre sentado, y arrebujado, justo a su lado.

Una vez que salen de la Mansión, Hermione nota los cambios inmediatos en él: hombros relajados y rasgos suaves. Siempre se separan en este punto (ella con sus amigos, él con los suyos), pero luego, en secreto, ella espera su parte favorita de la noche.

Hermione llegará a casa primero y pondrá una tetera en marcha, un ritual especialmente útil si ha tomado un poco de alcohol. Después de que Draco regrese minutos más tarde, se acomodarán en el sofá con tazas calientes y compartirán historias sobre sus respectivas tardes.

"Oh Dios mío, Ginny y Harry tuvieron una discusión porque James se alejaba demasiado rápido y Harry usó un Encantamiento de Invocación en él."

"Blaise trajo vino, pero se había echado a perder, lo descubrimos porque Greg se tomó medio vaso y casi vomitó."

"Ron, bendito sea, está tratando de dejarse bigote, y no quiero ser cruel, pero se parece demasiado a una oruga como para tomarlo en serio. Luna parece apreciarlo, así que supongo que está bien."

"Theo está aprendiendo francés con Celine e insiste en practicar en casi todas las conversaciones. Nunca has escuchado una pronunciación más ofensiva de 'merci' en tu vida."

In These Silent Days por @HeyJude19-writing (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora