🌹capitulo 23🌹

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Acabo de salir del armario vestida después de una ducha fría para matar este calor.

Ya tengo a Max en mi regazo.

Estaba tan feliz cuando papá me dio a Max que me sentí muy sola.

Aunque la Luna viene a verme de vez en cuando, es papá quien siempre está aquí, pasa mucho tiempo en la oficina trabajando. A veces, antes de Max, siempre me quedaba ahí con él, pero era aburrido porque no podíamos hablar mucho porque él estaba trabajando. Creo que se dio cuenta de que necesitaba un amigo de cuatro patas.

Baja las escaleras con Max todavía en tu regazo-como todavía es pequeño, tengo miedo de que se caiga por las escaleras. Paso por el comedor y me dirijo hacia la cocina, en la cocina hay una puerta que da al enorme patio

trasero.

Pongo a Max en el suelo y se emociona. Me río cuando lo veo correr, pero siempre tropieza con sus propios pies, pero poco a poco se equilibra y logra correr-no muy rápido, claro, debido a sus cortas piernas. Comencé a jugar con él, provocándolo, lo que hizo que comenzara a correr hacia mi. Empiezo a correr riendo y un poco desesperada de que pueda alcanzarme. Empiezo a jadear, sin aliento y miro hacia atrás y mis ojos se abren un poco cuando veo que él me alcanza.

En este juego de él tratando de contactarme, no funcionó.

Cuando miro hacia adelante termino tropezando con una tumbona que cae al suelo boca abajo, la silla termina siendo empujada hacia adelante golpeando una mesa de cristal haciendo que caiga al suelo junto con un jarrón blanco con dibujos que me parecieron dibujado por el oro y que ciertamente valía más que uno de los autos de lujo de papá estrellándose en el suelo.

Cierro los ojos al ruido y siento que mi corazón se acelera. Con la adrenalina de la caida no me di cuenta que terminé raspándome las rodillas y las manos, solo me di cuenta cuando intenté levantarme, presionando mis manos contra el suelo y sintiendo arder las heridas.

Mis ojos se llenan de lágrimas cuando recuerdo a mi papá.

-¡ldiotal-me digo en voz baja. - Siempre haciendo mierda - papá definitivamente se enojará mucho conmigo.

Puedo levantarme más caminando muy despacio, siento que me arden las rodillas y las manos. Logré levantar a Max, que solo estaba observando mi desgracia.

-Creo que es mejor no decirle nada a papa... le digo en voz baja a Max.

¿No digas qué? - Dejo escapar un grito de miedo cuando escucho la voz ronca de papá detrás de mí. Me doy vuelta y lo encuentro con una mirada seria y se me pone la piel de gallina cuando comienza a acercarse. - Entonces Ellie, ¿qué crees que es mejor no decirme? Aparto la mirada de la tuya, mirando hacia abajo.

-Nada papi- Sigo mintiendo sin mirarlo.

¡Esta mintiendo! - Jadeo cuando siento sus manos en mis brazos acariciándolo. - Mírame Elliel - Lo miro y siento que las lágrimas bañan mirostro, pero no siento miedo.

- Fue sin querer papi...- Sollozo y pongo a Max en el suelo junto a mis pies.

-¡Me mentiste bebé! - Sollozo de nuevo y me acerco a él abrazándolo fuertemente, respiro su delicioso olor y luego lo siento rodear mi cintura con sus fuertes brazos acercándome a él.

Lo siento cariño... Es sólo que no quería ver a papá enojado - digo suavemente.

-Nena, es muy feo mentir, no me enojaría, por favor, sin querer rompi un

jarrón de 50 mil dólares, es solo un objeto sin importancia-Abro mucho los ojos al escuchar el valor de ese jarrón. - No me gustó que me mintiera. Pudiste haberte golpeado la cabeza o lo que sea y yo no lo hubiera sabido porque me mentiste y se hubiera convertido en...olvidalo... Entremos y yo me encargo de estas heridas - Asiento y él me recoge.

-Papá, Max... - Me levanto un poco en su regazo y miro por encima del hombro y sonrio cuando veo que Max nos sigue. ¡Ya se está acostumbrando a nosotros papil - Hablo en voz baja pero alegre.

Entramos a la cocina y papá me sienta en la encimera y va hacia un armario y lo veo sacar una pequeña caja blanca y colocarla a mi lado en la encimera. Lo veo tomando la gasa y un antiséptico, se gira hacia mí, me agarra la espinilla y me aplica la gasa en la herida.

-¡OH PAPA QUE ARDE! - gritar.

-Lo siento cariño... Lo siento... Lo siento... pregunta, besándome la cara y yo hago un puchero de mal humor. - No estuvo mal, mi amor... - Coincido con la cabeza aún enfurruñada.

- Más despacio, papi.... Me mira con una sonrisa traviesa y se sonroja al notar que lo interpretó en un doble sentido, Eso no es lo que quiso decir el bebé... - digo suavemente con vergüenza, pero me sonrojo aún más imaginando la escena, sacudo ligeramente la cabeza para descartar estos pensamientos.

-No lo sé... ni siquiera la mirada tímida.

Después de que termina de vendarme, me baja del banco y me sostiene la cara con sus enormes manos a cada lado, mirándome profundamente a los ojos.

¿Prométeme que no me volverás a mentir bajo ningún concepto, cariño? -¡Lo prometo papi, lo prometo de verdad! - Beso su mejilla y él sonrie sin mostrar los dientes.

¿Quieres helado? - Me veo emocionado y sacudo la cabeza con entusiasmo. -Aunque no te lo merezcas por mentirme.... Lo interrumpo con un beso en la boca.

- Bebé ya ha prometido que no mentirá más papi... - Le digo con picardía que vaya pronto a buscar el helado y lo hace.

vaja pronto a buscar el helado y lo hace.

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[VENDIDA A UN MAFIOSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora