Ella es un ángel, y él, el infierno en persona.....qué sucederá cuando se encuentren?
Ella es una víctima, y él, el victimario. Luego de una experiencia traumática, Elara deberá desafiar todo a su alrededor, incluso, a aquel que tanto daño le hizo...
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Caminaba con un nudo en el estómago, mis recuerdos confusos por alguna razón, y el peso de la amenaza de Tom. Me sentía perdida, atrapada entre la necesidad de proteger a mis amigos y el temor a las consecuencias de desafiar a alguien tan peligroso como él.
Llegué a la sala de los leones, Hermione estaba afuera con Ron, le pregunté por Harry y me dijo que lo encontraría en la biblioteca. Harry y yo no éramos los mejores amigos, pero sabía que podía contar con él. Lo encontré en la biblioteca, absorto en libros de defensa contra las artes oscuras.
—Harry, necesito tu ayuda —dije con voz temblorosa mientras me acercaba.
Harry levantó la mirada, sus ojos azules mostraban preocupación al ver mi expresión angustiada. Me hizo señas para que me sentara a su lado.
—¿Qué sucede, Elara? —preguntó con voz calmada pero urgente.
—Tom Riddle usó Maldición Imperius en mí. Me llevó a la cámara de los secretos y me amenazó con hacerle daño a mis amigos si no colaboro con él —respondí, luchando por mantener la calma.
Harry frunció el ceño, claramente preocupado por la gravedad de la situación.
—Debemos informarle a Dumbledore de inmediato. Él sabrá qué hacer —dijo Harry, poniéndose de pie rápidamente.
Mi corazón se aceleró ante la idea de involucrar a Dumbledore, pero la advertencia de Tom resonaba en mi cabeza. No podía arriesgar la seguridad de mis amigos.
—No puedo hacer eso, Harry. Si Tom descubre que he hablado con Dumbledore, hará daño a mis amigos. No voy a permitir eso —respondí con determinación.
Harry asintió, entendiendo la gravedad de la situación, sé que él haría lo mismo que yo.
—Entonces, ¿qué sugieres que hagamos? —preguntó, buscando una solución.
Me tomé un momento para pensar, recordando las palabras de Tom sobre su control sobre todo a su alrededor. Una idea comenzó a formarse en mi mente.
—Necesito tu ayuda para abrir la cámara, solo alguien que hable parsel puede hacerlo—dije, mirando a Harry con decisión. —Dentro habita un basilisco, creo que alguna vez leí como vencer a uno.
Harry asintió con seriedad, aunque notaba el nerviosismo en sus ojos.
—Lo que necesites, estaré aquí para ayudarte. Vamos a la Sala de los Menesteres, podemos planear todo allí, nadie nos molestará —dijo Harry, extendiendo su mano para ayudarme a levantarme.
Salimos de la biblioteca con un plan en mente. Sabía que no podía enfrentarme a Tom sola, pero con la ayuda de Harry y la información adecuada, tal vez podría encontrar una manera de proteger a mis amigos.
Narra Theodore
No podía dejar de pensar en la decisión dolorosa que había tomado. Sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos al verla partir, incapaz de recordarme. Mis amigos me rodeaban con apoyo silencioso pero evidente. Quise alejarme y no me dejaron, no se los dije, pero lo agradezco mucho.
