C A P I T U L O 10

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Forks, Forks era mi mascota, bueno, si es que a un gigante grifo se le puede llamar mascota

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Forks, Forks era mi mascota, bueno, si es que a un gigante grifo se le puede llamar mascota. A Forks lo encontramos con papá en un circo, lo tenían prisionero allí y nosotros no lo podíamos permitir, así que lo liberamos, a cambio de ello Forks ya nunca se quiso apartar de nuestro lado, en especial del mío.
Y por si se preguntan dónde está ahora, pues con papá, al parecer Hogwarts es muy selectivo con las mascotas que permiten traer.

—No lo sé, no creo que lo más discreto y seguro para los alumnos sea traer a Forks, respecto a lo otro, lo que tú aprendes en clase de defensa contra las artes oscuras Elara, va de acuerdo a tú edad, no creo poder ayudarte

—Hablas en serio? Abuelo por favor, tú sabes que Forks jamás atacaría a alguien a menos que yo se lo ordene, y no es con intención de ofender, nuevamente, pero si buscas discreción en vez de mi seguridad solo dilo, además que con todo este asunto de ese tal Sirius Black suelto y todo eso, traer a Forks también le proporcionaría seguridad a la escuela

—No es por la discreción, me he explicado de mala forma, claro que lo más importante para mí es tú seguridad -Se detuvo un momento, parecía estar asimilado lo último que había dicho. —Y también la seguridad del colegio.......Está bien, puedes traer a Forks, yo hablaré con los demás profesores para hacerles saber esto

—Gracias de verdad abuelo -Lo abracé con fuerza y él me correspondió, luego de eso se fue y yo corrí a mí habitación. Busqué en mis cosas un silbato, era pequeño y dorado. Corrí hacia el patio, las clases habían acabado y todos los alumnos estaban dispersos por ahí.

Corrí hacia mi roca y la de Theo y me paré sobre ella, puse el silbato en mi boca y comencé a pitar. Noté las miradas sobre mí, ya que bueno, el silbato no producía sonido alguno.

—Miren todos, los golpes que le dieron la dejaron más tonta y rara de lo normal -Escuché como una chica decía a sus amigos. Me bajé de la roca con una mueca de tristeza y al voltearme vi que la chica estaba tirada en el suelo, y a su lado estaba Malfoy.

—No me importa que seas una mujer, vuelve a meterte con ella y lo pagarás caro, entendiste? -La chica asintió con miedo mientras sus amigos la ayudaban a pararse, Draco dio una pequeña vuelta mirando a los demás alumnos y gritó que la advertencia era para todos. Luego de eso caminó hacia mí. —No des importancia a esos sangre sucias, son todos unos inútiles

-Asentí sin realmente saber que decir. A los pocos segundos vi como todos los alumnos me miraban aterrorizados, incluido Draco, quién se alejaba de mí a paso lento pero largo. —Qué te sucede? Que les sucede a todos? -Hablé mirando a Draco sin entender lo que pasaba.

—Elara, camina hacia mí lentamente -Draco dijo en un tono bajo se voz mientras me extendía su mano y miraba tras de mí.

—Que sucede? Que tengo? -Pregunté mientras volteaba y, santo Merlin......—Forks!

"Forks? Que clase de broma es esta?" Escuché a Draco hablar a mis espaldas. No le di importancia y corrí a abrazar a Forks. Este vino hacia mí y comenzó a restregar su cabeza en mi pecho para que lo acariciara, y así lo hice.

—Mi precioso bebé, no sabes cuanto te he extrañado -Hablé mientras abrazaba a la criatura. —Mira Draco, es mi mascota, para eso era el silbato -Dije mientras me ponía a un lado de Forks y miraba al rubio.

—Mascota? -Preguntó retóricamente mirando a la criatura un tanto, no lo sé, aterrorizado. —Al parecer si estás loca como todos dicen -Se notaba el tono de broma en su voz, así que me reí internamente y le seguí el juego.

—Ya ves Malfoy, así que mejor no molestes o le diré que te coma -Dije dando un paso firme hacia adelante ocasionando que él, sin querer, caiga al suelo. No puede evitar estallar en risas, y mientras lo hacía me acerqué y le extendí mi mano. —Ya ya, no llores más, puedo asegurarte que Forks jamás te lastimará

—Si si, que chistosita eres Scamander -Tomó mi mano y se ayudó de esta para levantarse. —Mantén a ese pollo lejos de mí

—Sisi como digas, amargado -Dije para luego subir al lomo de mi amigo, y como si fuera lo más normal del mundo, irnos de ahí volando, por supuesto Forks no dudo en dar un par de vueltas cerca de los alumnos, egocéntrica ave presumida.

Luego de un rato volando, nos adentramos al bosque, la verdad no me sentía insegura en ese sitio, además de que bueno, era territorio de lo centauros y me llevaba muy bien con ellos, ya que los había ayudado un par de veces.

Me senté abajo de un árbol y tomé un libro, era de romance, mi género favorito, este se llamaba "La travesía de un bruja enamorada" y era probablemente la obra literaria más grande de todo el mundo mágico. Forks sé echó a mi lado y con una de mis manos comencé a acariciar su lomo.

3 meses más tarde..........

Me encontraba en el mismo sitio, en la misma posición y leía el mismo libro, o bueno en realidad leía "La travesía del brujo enamorado", era la secuela del libro y me encantaba leer la perspectiva del apuesto mago Liam Benett, y como él percibía a la bella bruja Amalia Thompson. Me encantaba leer esas historias de amor, me hacían creer que quizá en algún momento a mí podría pasarme algo igual de mágico.

OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora