C A P I T U L O 15

294 25 0
                                    

Un dolor punzante en el pecho me hacía respirar con dificultad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un dolor punzante en el pecho me hacía respirar con dificultad. Cedric me cubrió, impidiendo que cualquiera pudiese verme.
La ceremonia fue rápida, oí que ambos quedaron en slytherin.

Cuando ellos ya se habían sentado, Ced me tomó de un brazo y me apoyó en él. Me sacó del comedor y por supuesto, el director fue tras nosotros.

—Hija mía espera -Pidió llegando hacia nosotros, estábamos a punto de salir al patio.

—Vete a la mierda -Dije parando en seco, nunca antes le había hablado de tal forma a nadie. —Se suponía que tú me mantendrías a salvo, jamás te voy a perdonar esto

—Cuida tu tono, Elara, no sabes porque lo hice -Voltee hacia él y lo miré a los ojos, reflejando un dolor inmenso.

—Exacto, no sé por qué carajos permitiste ingresar a un maldito psicopata en la escuela, no sé porque lo hiciste incluso después de haber oído todo el daño que me causó, y como por si fuera poco, sabiendo que aún quiere lastimarme -Mi tono era elevado, estaba asustada, triste y no asimilaba por completo la situación.

—Señor Diggory, llévela a su habitación, hablaré con ella cuando esté más calmada -Ignoró completamente lo que dije.

—Claro señor -Respondió el castaño en un tono de resignación. Me tomó del brazo con suavidad, para poder seguir la orden del director.

—Suéltame -Ordené, él acató. Miré a Dumbledore por última vez, e ignorando sus llamados me fui hacia el patio. Cedric no me siguió, pues entendió que quería estar sola.

Caminé por unos segundos, vi la roca. Esa roca que por tanto tiempo fue mi lugar seguro, y el de Theodore.
Caminé hacia ella con nostalgia, y me senté. Llevé mis rodillas a mi cara y comencé a llorar.

Verlo me hizo recordar todo lo que pasamos, mejor dicho, verlos.
Eran recuerdos completamente diferentes. Recordé todo el amor que sentía por Nott, sus abrazos, su olor, su risa, sus besos, todo.
Por otro lado ver a Mattheo me desestabilizó, porque todo el dolor que me causó, volvió a mí.

Al cabo de unos minutos, un ruido me alarmó, Eran piedras rebotando contra el agua. Levanté la vista y lo vi. Parado junto a mí lanzando piedras.
Sequé mis lágrimas.

—Hola Elara -No respondí. —Como has estado? -Tampoco respondí. —Entiendo.....te he echado de menos

Voltee mi cabeza y lo miré, él ya estaba viéndome. Sus ojos reflejaban tristeza, estaban apagados. Parecía sincero, pero algo en mí no me permitía hablar con él. Me levanté con intención de irme, pero él me lo impidió tomando mi brazo con delicadeza.

—De verdad lo siento, por todo lo que pasó -Desvíe mi mirada, no podía evitarlo.

—Acepto tus disculpas. Ahora suéltame -Pedí aún sin verlo. Pero él no me hizo caso, con su otra mano tomó mi mentón y me obligó a verlo.

—Elara de verdad perdóname, yo no queri......

—No querías engañarme con otra chica? O acaso no querías irte de hogwarts? Eh? -Pregunté con desdén. —Oh, ya sé! No querías abandonarme en mí pero puto momento, no?

Mis palabras parecieron ser cuchillos en su corazón. Pero no me sentía culpable.
Él aún no me soltaba, así que de un empujón leve, me solté sola.

—Nunca quise hacer eso, y espero que algún día puedas entenderlo y tal vez, darme otra oportunidad

-Por merlin! Todos me tratan como si fuera estúpida -Grité frustrada. —No quiero darte otra oportunidad Theo, no puedo.......tu compañía fue como vivir en todos mis lugares favoritos a la vez, y tú ausencia, me dejó sin hogar

Y derrepente, ya no era yo quien lloraba, era él.

—Tuve que irme porque si no lo hacía.....

—Ellos me matarían? -Pregunté incrédula?.    —Es que no lo entiendes? Me importaba una mierda morir si eso implicaba pasar mis últimos momentos contigo

—Mierda Elara, no! -Gritó en seco. —Ellos tenían a tu padre, carajo, si yo no me iba ellos iban a matarlo.

Nuevamente me quedé en estado de shock. No podía creer eso, mi padre nunca me había dicho nada, Dumbledore tampoco. Y por qué ellos querrían a mi padre?
Theodore notó mi estado, se acercó más a mí y me tomó por los hombros.

—Jamás quise dejarte, crees que no me dolió leer todas las cartas en las que Draco me decía que pasabas días encerrada en tu habitación llorando, sin comer, siquiera sin ir a clase, eh? Crees que no me he odiado cada dia después de eso?

Volví  al mundo en cuanto lo escuché hablar. Nos miramos fijo, ambos llorando, sintiendo mutuamente nuestro dolor.
Pero, nuevamente, todo esto era mucho para mí, y no podía con todo en este momento.

—Siempre tuviste la oportunidad de hablar conmigo, pero decidiste no hacerlo.

Dije finalmente yéndome del lugar.
Caminé sin rumbo por un rato, hasta que el destino quiso que mi camino chocara con él de Luna.No preferiría estar con nadie más en este momento, que con ella.
Me abrazó, me llevo a su cuarto, me prestó ropa, me dejó su cama y se acostó a mi lado.
Frente a frente, lloré y ella me abrazó, sin decir una palabra nos entendíamos.
Finalmente, mis ojos se cerraron, ni siquiera lo noté.

OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora