Ella es un ángel, y él, el infierno en persona.....qué sucederá cuando se encuentren?
Ella es una víctima, y él, el victimario. Luego de una experiencia traumática, Elara deberá desafiar todo a su alrededor, incluso, a aquel que tanto daño le hizo...
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La clase de pociones estaba a punto de acabar, pero antes claro, el profesor debía puntuar nuestros trabajos. La poción que debíamos hacer era Felix Felicis, bastante complicada a decir verdad, pero, según yo nos salió perfecta.
Solo quedaba nuestra mesa y la de, obviamente, la de los chicos. Primero, el profesor Snape nos pidió a ambos juntarnos en una sola mesa, todos lo hicimos y yo, me puse en una esquina, evitando estar cerca de cualquier slytherin.
Snape tomó ambas pociones, y luego de hacer la prueba decisiva, concluyó en que nosotras habíamos ganado. Al ser cuatro estudiantes de hufflepuff y una de slytherin, a los tejones nos otorgó 40 puntos y a las serpientes 10. Choqué manos con mis compañeras, que me cayeron muy bien, e inconscientemente hice una mueca de burla hacia mis queridísimos amigos.
Snape dió la orden para salir, y todos lo hicimos. Mis compañera me invitaron a salir con ellas pero me negué, quería hacer una cosa antes. Salí y vi como los cuatro chicos se alejaban, corrí hacia ellos y tomé a Draco del brazo, todos voltearon, por supuesto.
—Malfoy, necesito hablar contigo, puedes? -Pregunté sonriendo de lado. Él miró a sus amigos, Theo que volteo la vista hacia otro lado, Zabini que miraba sin interés alguno, y Riddle, que tenía una mirada asesina.
—Sobre qué? Es muy importante? -Dijo señalando con la mirada a Mattheo. Yo sabía que él no dejaría ir a Malfoy en paz, así que dije la más grande idiotez que pude.
—No, solo tengo ganas de follar, y tú me ayudarás -Blasie soltó una carcajada y palmeó el hombro del rubio, como si de una victoria se tratase. Y los otros dos? Bueno, para que decir si ustedes ya deben imaginar sus rostros.
Tomé a Draco del brazo y me lo llevé a rastras de ahí, con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. Llegamos hasta el lago, una zona alejada, y ahí lo solté.
—En serio, lo haremos aquí? -Preguntó alzando una ceja y quitándose la túnica.
—No seas tonto, claro que no haremos eso -Reí y golpee su hombro. Hizo una falsa mueca de tristeza y ambos nos sentamos en el suelo.
—Por merlin, harás que Nott y Riddle me asesinen -Yo reí.
—Entonces no debo contarles que nos besamos de vez en cuando? -Pregunté divertida alzando una ceja, él negó repetidas veces con la cabeza. —Ya en serio, quería hablar contigo, he estado un poco distante, y quería disculparme
—No tienes que hacerlo, entiendo porque no te has acercado, yo fui quién debió acercarse
—No, descuida -Ambos sonreímos. —Yo no quiero que nuestra relación cambié, de verdad te quiero y alejarme de ti no me gustaría
—Nada cambiará, Elara, quizá ahora sea más complicado pero no nos alejaremos, lo prometo -Dijo tomando mi mano. Draco nunca me había hecho una promesa. —Supongo que ahora no te quedarás en Slytherin conmigo
