"Si quieres brillar como el sol, primero..."
20 de Abril, 2024, noche
Tratando de calmarse, Santiago trató de librarse del sufrimiento. Con un pedazo de metal oxidado estaba por cortarse las venas, no habría más problemas, todo estaría terminado, pero ya sea la cobardía o la "suerte" providencial, este no lo hizo, mientras los otros dos jóvenes miraban la tele, este salió, bajando las escaleras para encontrarse con el tercer piso, la puerta 237 medio abierta, queriendo tentar a alguien para entrar a esta.
Sin dudarlo, como una mosca atraída a la luz, entró, un apartamento de tono rojizo, carmesí, con decoraciones de paredes que se verían en una casa antigua, tipo flores de Lis. En suelo decorado por una alfombra ajedrezada que cubría gran parte de la sala de estar. El pasillo, como de un apartamento normal, conducía a dos habitaciones, al frente de la sala de estar, otra habitación, el baño al costado del comedor y cocina. Al entrar a la habitación alejada, estaba con una cama con mal olor a putrefacción, se encontraban unas cajas con lo que serían películas, llamando la atención una en especial, Holocausto Caníbal.
La cinta snuff no era novedad para él, había escuchado de esta, pero ahora esta, en frente de él, lo tentaba a ponerla y observar el contenido. Al principio pensó solo ver un poco, luego 15 minutos, luego 30, así, viendo todo, era como una adicción, no podía, no quería parar. Terminada la película, ya sea por el morbo o alguna razón más, deseaba más, dejándole lo que sería una pequeña fantasía, por ahora.
De igual forma, no podía darse ese lujo, podían tener sospechas y a pesar de lo que pasaba, él quería encajar con ellos y con un gran dolor, decidió volver, los dos jóvenes ya estaban cenando, un pedazo de carne, está probablemente de origen industrial. (Mezclas de varias partes de un cuerpo o varios animales, son carnes para mercados o algo similar)
Al entrar al comedor, estos voltearon a verlo. Probablemente, pensaron que él fue a pasear dentro del lugar, no hubo una preocupación, simplemente saludaron y un plato más fue que le fue servido.
Santiago se sentó y empezó a comer, la carne le sabía distinta, no sabía cómo explicar. El sabor tenía algo de cerdo o vaca, pero sentía más. Sin darse cuenta, empezó a fantasear de lo que estuviera comiendo fuera carne humana, ya sea que los otros dos hubieran traído un cuerpo y cortado en partes, o quizás un trabajador de la empresa que producía estas, cayó a la moledora y la carne de este ahora esté servida en frente de él. Comía de forma salvaje y animalística, desgarrando carne con los dientes y dejando un poco de esta caer al plato.
—¡¿Qué cojones te pasa?!—gritó Cobson, claramente disgustado con el comportamiento del menor. —¡Vale, que si quieres comer así, come en el suelo afuera como un animal!— Esto lo distrajo al otro de su fantasía, obligándolo a comer como los demás, el corazón le latía intensamente, ya sea la vergüenza de mostrarse así en frente de los demás o el miedo de lo que pensarían de él, de igual forma nunca lo entenderían, dirían que está bromeando o que es un degenerado. Terminó la cena con la cabeza baja, avergonzado por esto. Isabela, por otro lado, se mostró algo simpática con esto, a pesar de no poder comprender. Siguiente a esto, los 3 se fueron a las habitaciones que les correspondían, Santiago se quedó observando la ventana, viendo que ya no había caos en la ciudad. Ahora todo estaba vacío, algunas luces prendidas, otras no, dando una apariencia de un día normal, como regresando del Bachillerato por la noche y por casualidad mirando la ciudad. Eso sí, una calima densa se notaba que empezaba a aparecer, siendo esta la ola de frío nuclear. Junto los ojos, algo satisfecho con este día, incluso considerándolo como un buen día, comparándolo con otros días de estos últimos años.
Los personajes principales son estos, acá también estarán descripciones de estos.
Santiago Varela: Un adolescente de 16 años, tiene cabello castaño oscuro, ni cabello largo ni corto. Ojos azules, piel clara, con el sol un bronceo ligero. Estatura de 5,9, que son 1.75 metros y un cuerpo delgado. Lleva ropa como para estar en el desierto, sobrecamisa beige, sombrero y lentes de sol, cada vez que sale. Debajo de eso lleva pantalones negros y una camiseta azul, de vez en cuando una camiseta blanca. Un detalle es que, a pesar del frío, está con poca ropa, especialmente por la noche. Al principio no le iba a poner un apellido, pero desde que la historia es más radical y controversial, terminé decidiéndome por ponerle un apellido, Varela, en referencia a Pedro Varela Geiss.
Isabela Ciardi: Una adolescente de 16 años, tiene cabello castaño claro, como de transición al pelo rubio, el pelo más o menos corto, como Rei Ayanami, pero ligeramente más largo, tiene ojos grises claros que tienen una tonalidad verde, la piel de ella lleva un tono pálido incluso en una playa, por ejemplo. Tiene una estatura de 5,3, que son 1.60 metros, tiene una contextura algo delgada. Se viste normalmente de forma variada, pero siempre con una camisa blanca. El apellido está basado en la actriz Francesca Ciardi, que interpretó a Faye Daniels en Holocausto Caníbal.
Jacobson Smith: Un adolescente de 17 años, cabello negro, ojos grises, tono ambiguo y piel moderadamente blanca. Estatura de 5,11, o 1.80 metros de alto, contextura algo muscular. Literalmente se viste con una camiseta y shorts. Npc. El nombre está basado en Cobson y su contraparte Spadeson. Le gusta el interracial en referencia a Spadeson.
Gerald Varela: Un hombre de 48 años, padre de Santiago Varela, al igual que el hijo, posee algunos rasgos similares a él, solo por el hecho que es más masculino por la edad y tiene el cabello algo más gris. Se viste con una chaqueta oscura y tiene una barba afeitada.
Alois de Trastamarra: Alguien no presente, mencionado dueño del apartamento 237 y creador del contenido que se encuentra en este, edad aproximada de 58 años.
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🩸 𝓘𝓷 𝓽𝓮𝓷𝓮𝓫𝓻𝓲𝓼: 𝓬𝓪𝓻𝓷𝓮 𝔂 𝓷𝓲𝓮𝓿𝓮
TerrorAlgo que desencadena un gusto reprimido. Primer intento de historia que hago, por lo que no os esperéis una pieza de arte.