01: Un mundo que se acaba

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-"Es necesario que yo deba morir por mi gente, pero..."-

20 de abril, 2024, día

—"... terminado ya el conflicto, el gobierno ha capitulado y su destino es desconocido, una invasión de fuerzas enemigas es de esperarse, volviendo al tema de la radiación nuclear, a pesar de que los impactos sean principalmente en las zonas del norte y el centro del continente, se espera que la radiación se extienda hacia el sur, es de esperar que aparezca una escasez de alimentos, el corte casi total de la electricidad y la aparición de milicias sublevadas, os recomiendo, obtener ropa como para el invierno y la mayor cantidad de comida posible, con esto os enseñaré como se ve el cerebro después de un impacto de balame despido... "— El presentador de las noticias, suspiro, sin dudar un minuto, alzo una pistola y se disparó en la parte baja de la mandíbula, la bala atravesó hasta salir por la parte superior de su cabeza, apenas deformando el cadáver, el tiro fue letal, murió al instante, al ser una transmisión realizada solo por él y sin nadie quien cortarla, el cadáver quedo ahí, la cabeza destrozada por el tiro, se veía un poco del cerebro o lo que quedaba de él, la sangre salpico un poco la cámara, paso un minuto, siguió ahí, pasaron 3 horas, seguía ahí, 5 horas después un grupo de personas que se veían como saqueadores se llevaron el cadáver.

Simultáneamente, un joven llamado Santiago estaba en su propia habitación descansando, con la cabeza enterrada en las almohadas, siente una mano, tocar su espalda, esta mano, sin ese toque de carne y piel, más bien como hueso puro, hueso y algo más. Lentamente, se da una vuelta y observa la mano tratando de ser insertada en su boca, era una mano puramente negra, carbonizada y quemada. Desesperado trató de quitarse la mano de la boca y lo logro, tirando la mano por la ventana.

—¡Venga, que solo fue una broma!— Decía Jacobson mientras se reía como un idiota, Cobson era un amigo de Santiago, pero este siendo uno de los más raros de todos. —Igual, puedes venir con nosotros, que será difícil sobrevivir estos días.— Dijo, ahora calmado y con una expresión neutral, casi sin alma.

—¡¿Qué cojones fue eso?!— Grito Santiago, quitándose algo de las cenizas de la boca, escupiendo en el suelo de la habitación. —¿Al menos estaba limpio, no?— Dijo, siendo esta mayor preocupación, no el de quién era, no el de porque, no eran sus preocupaciones, solo eso, si esa mano estaba limpia o no.

—Eh, algo así, creo, fue cocinado en la calle, cerca a la catedral, era el puto hombre de las noticias, pero, debes ver la transmisión.— Dijo, volviendo a mostrar una sonrisa degenerada en su rostro. Mientras mostraba el video, Jacobson grabo la transmisión en su celular, viendo como los ojos tristes y cansados de Santiago se llenaban de desesperación, pero también de algo más.
—¡JODER!— Grito Santiago, accidentalmente rompiendo el celular de Cobson al lanzarlo contra el suelo. A pesar de todo, él tenía esperanzas de poder ser un artista reconocido y quizás ser amado, era una fantasía que lo ayudaba de vez en cuando a escapar de la realidad. Se quedó mirando el suelo por un rato más.
—Oye, otra vez lo digo, si quieres, puedes venir con nosotros, solo trae ropa y algo más.— Dijo Cobson, de forma neutral, hasta algo fastidiado. Lo miro un rato más, viendo que el menor solo observaba al suelo si hacer nada más. —Te espero en la planta baja. ¿Vale?— Dijo mientras se retiraba.

Mientras Santiago se lamentaba, un pensamiento apareció, a pesar que sus otras esperanzas ya estén destruidas, esta sensación de que el mundo se estaba acabando le trajo un cierto alivio, no, un alivio como nunca, amaba esta idea, sentía que sus pensamientos también lo alentaban a seguir un sueño imposible, algo de sus fantasías más degeneradas tenía la oportunidad de florecer ahora. Empacó algo de ropa en la mochila y también su cinta de audio digital S-DAT. Después de un rato termino bajando sin antes observar un cuadro con la foto de su madre, al bajar, encontrándose con Cobson asintió y estos dos se fueron juntos, en las calles, ambos observaron como el mundo alrededor empezaba a saquear casas en grupos mientras otros se suicidaban para evitar un destino peor. Caminando entre calles pequeñas y poco conocidas para evitar encontrarse con algún grupo de saqueadores, llegaron al apartamento de Cobson, siendo el sexto piso, al entrar a la planta baja trataron de tomar el ascensor, este funciono, pero, Santiago tomo las escaleras, encontrando algo que le llamo la atención en el tercer piso, una puerta abierta y lo que había dentro. Ya en el sexto piso, Santiago y Cobson se encontraron otra vez. 

—¡¿Idiota, por qué no te subiste al elevador?!— Dijo Cobson algo intrigado por el extraño comportamiento del otro.
—Ehm... nada...— Respondió Santiago, entro al apartamento, se sintió un poco como en casa, incluso más que con algunos familiares.
—¿Heh, está ahí, Santiago?— Dijo una voz femenina, la cual era la de una amiga suya, llamada Isabela, Isabela tenía dos hermanos,  Fernando y Felipe. Este último más amigo de Santiago.
—Ehh, si... estoy, hola?— Dijo Santiago al notar la presencia de Isabela en el lugar, para que esta luego salga y lo salude.
—Hola! Me alegra verte.— Dijo ella, Santiago asintió y sonrió algo nervioso, pero para mostrar algo de amabilidad. 

Después de eso, Santiago dejo la maleta en la habitación que Cobson le indico, se quedó acostado en la cama y observo la ciudad, está en caos, algunos disparos, cosas quemándose y cadáveres se veían a lo lejos, aunque los disparos y cosas quemándose eran pocas ahora, la mayoría de estos acontecimientos ocurrieron en las primeras horas, ahora cerca a la noche era mucho menor, sentía un poco más de frío de lo usual, como era advertido como efecto del invierno nuclear. Cerrando los ojos se acordó de un momento que no recuerda, pero lo dejo traumado, siendo la vez que su tío de parte de la familia de su padre abuso de él cuándo tenía 5 años, se recuerda a sí mismo de forma inocente, confiando en su familia y como eso lo llevo hasta tal punto de ser violado. Se retorcía en su cama mientras se acordaba, veía esa cara y no podía descansar, decidió ver el paisaje y vio un par de personas ser fusiladas públicamente, quizás por algún grupo militar sublevado o ladrones bien armados, quizás no era el mejor momento para tener una buena vista del caos, pero este aún parecía un cuadro del Bosco con todo lo que pasaba, como el infierno musical. Se reconfortaba viendo tal rostro de su tío ser fusilado, o quemado vivo ahí afuera, lo anhelaba.


Vale, he reescrito toda la historia desde cero y me quedo con esta versión, espero os guste más esta versión y esta vez comenten para saber que os gustaría ver.

 Me hubiera gustado haber puesto una parte donde presentar las apariencias físicas de los personajes, pero creo que será en mis comentarios de la siguiente parte y si os preguntáis por qué el nombre "Cobson" es por este Soyjak:

 Me hubiera gustado haber puesto una parte donde presentar las apariencias físicas de los personajes, pero creo que será en mis comentarios de la siguiente parte y si os preguntáis por qué el nombre "Cobson" es por este Soyjak:

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 🩸 𝓘𝓷 𝓽𝓮𝓷𝓮𝓫𝓻𝓲𝓼: 𝓬𝓪𝓻𝓷𝓮 𝔂 𝓷𝓲𝓮𝓿𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora