✨Capítulo 2✨

756 36 4
                                    

—El cielo es precioso, ¿No lo crees?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—El cielo es precioso, ¿No lo crees?

—Sí, lo es.

—Al igual que cierta personita que no deja de admirarlo.

Capto su indirecta.

No le tomo importancia.

—Ni idea a quién te refieres.

—No seas gruñona.

—Entonces no sigas insistiendo porque mi respuesta siempre será la misma.

—Seguiré haciéndolo.

—Sigue perdiendo el tiempo.

Katy se rinde al dar un suspiro y continúa cepillando mi cabello.

Han pasado dos semanas desde que desperté de una pesadilla. No podría llamarlo de otra manera a la horrible sensación que sentí al saber que estuve en coma durante tres meses... ¡Tres malditos meses!

El doctor Sotomayor no tuvo más opción que confesármelo, haciendo que por poco me dé una convulsión por la impresión de sus palabras. Era difícil de creer que había estado al borde de la muerte por tanto tiempo, pero a pesar de eso nada se comparaba con no poder recordar nada de mi vida.

En pocas palabras, estoy sola.

Nadie ha esperado por mí.

No tengo quién me visite y ni idea si alguien está buscándome.

«Si fuera así, ya estarían aquí»

— ¿Cómo es que verás el peinado que acabo de hacerte? —Katy interrumpe mis pensamientos— No quiero ser la única que los aprecie. Necesito que me digas que te encanta.

—Lo tocaré. —alzo mi mano.

— ¡No! —me detiene— Traeré un espejo.

— ¡Ya te dije que no! —protesto. Estoy cansada de su insistencia— ¡¿Cuál es la necesidad de verme sino tengo un maldito nombre?!

—Si ese es el conflicto, te daré uno.

—No lo quiero.

— ¡Ay, por dios! Estás actuando como una niña berrinchuda.

—Para ti es tan fácil tildarme así cuando tú no...

—No, no lo es. —me corta, plantándose en frente mío y se inclina un poco, dándome el pase para apreciar sus ojos azules. Su mirada me transmite tanto y no sé a qué se deba— Eres mi paciente, llevo velando por ti hace más de tres meses y me frustra el que no quieras disfrutar tu vida porque querida, ¡Estás viva! —ruedo los ojos— Tienes razón. No sabemos cómo te llamas, si es que tienes una familia, pero qué más da. Lo importante es que despertaste sin ninguna secuela, lo que significa que podrás buscar por ti misma las respuestas que tanto necesitas.

— ¿No se supone que el doctor Sotomayor está haciendo eso por mí?

—No esperes mucho de él o de otras personas. —me toma la mano— Cada uno ve por uno mismo. No digo que él no esté haciendo nada, pero lo mejor es que seas tú quién lo haga.

"Bajo ese mismo cielo" (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora