𝕭𝕽 | ❝ This ain't for the best
My reputation's never been worse, so
You must like me for me ❞
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Annabella Riddle, solo comparte el apellido con su tenebroso padre aún así todos temen de ella.
Harry Potter, el...
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Capítulo 37. "THE GREAT WAR"
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Los Slytherins le gritaban a Filch mientras él los encerraba en el calabozo del castillo. Filch soltó una carcajada y empezó a irse cuando escuchó por detrás como la pared del calabozo explotaba.
Los estudiantes celebraron y Draco apareció tomando a Blaise y a Theo del cuello; ellos se quejaron. Theo trató de agarrar a Annabella por la mano.
—No, tengo que salir del castillo. Sé que mi padre está afuera. Si me quedo, soy serpiente muerta —dijo Annabella a Theo.
Theo la miró con preocupación.
—Cuidado, ¿sí?
Annabella asintió y Theo le besó la frente rápidamente. Annabella sonrió un poco, y luego salió corriendo por el pasillo, mientras la batalla resonaba a su alrededor. Los mortífagos empezaban a entrar al castillo, y el caos se desataba en todas direcciones.
Annabella corría, su respiración se hacía cada vez más pesada con cada paso que daba. El eco de sus pies golpeando el suelo resonaba en su mente, mezclándose con los gritos y el estruendo de la batalla que se libraba en el castillo. Su único pensamiento era llegar a la salida y encontrar a su padre. Las llamas de los hechizos iluminaban los pasillos oscuros, creando sombras que se movían de manera espeluznante a su alrededor.
Corría por las escaleras cuando, de repente, vio una figura conocida al pie de las mismas: Harry. Sus ojos se encontraron, y el aire entre ellos se tensó. Harry tenía el ceño fruncido, y su varita ya levantada, reflejando la desconfianza y el miedo de que Annabella fuera un Horrocrux, y si eso fuera cierto, el mismo tenía que matarla.
Sin pronunciar una palabra, comenzaron a lanzar hechizos. Chispas y destellos volaban entre ellos, iluminando el pasillo en un espectáculo de colores. Annabella se movía ágilmente, bloqueando y contraatacando, mientras Harry hacía lo mismo. La tensión era palpable, cada hechizo que fallaba o era bloqueado aumentaba la intensidad de su enfrentamiento.
Annabella lanzó un Expelliarmus, pero Harry lo desvió, enviando su propio Stupefy que Annabella apenas esquivó. En el frenesí, el collar que llevaba se soltó y cayó al suelo, brillando con una oscura energía.
Harry miró al collar en el suelo, en ese momento todo hacía sentido. El collar era el Horrorcrux, no Annabella.
Annabella respiraba rápidamente, podía escuchar a su propio corazón latiendo, cómo si explotaría.
En ese instante, ambos sintieron que el mundo alrededor desaparecía. Los gritos, los hechizos, todo se desvaneció y solo quedaron ellos dos. Sus varitas seguían apuntándose, pero sus manos temblaban.
