—¿Cuál es un buen lugar para llevar a una chica a salir?
Le pregunté a Mathias después de guardar las bolsas del supermercado en la parte trasera de la camioneta y adentrarnos en el.
—¿Cómo? —enarcó una ceja seguido de cerrar la puerta— ¿Vas a salir con alguien?
—Sí.
—¿Y se puede saber con quién? —inquirió con interés.
Pensé un momento en que decir. La respuesta era clara para mí, pero por alguna razón el nombre se estancó en mi boca. Tomé aire y lo solté sin más.
—Con Mia.
Mathias abrió sus ojos de par en par, como si nunca hubiera esperado que de mi boca saliera ese nombre. De inmediato las preguntas llegaron con rapidez, todas a las vez.
—¿Mia? ¿Esa es la chica que te echó las copas encima anoche? ¿La hija de la doctora Garcia?
—Sí, ella misma. La invité a salir esta noche.
Mathias sonrió, burlón.
—Quién diría que resultarías ser todo un pícaro. Solo te vasto una noche para conquistar a la hija de la doctora —bromeó a la vez que se apoyó sobre el volante—. En mis tiempos invitar a salir una chica era mucho más complicado.
Suspiró, como si al decirlo muchos recuerdos vinieran a su mente. Y eso hizo despertar mi curiosidad humana.
—¿En serio?
—Fíjate que si. De hecho, me acuerdo que cuando invité a salir a Susan por primera vez lo fue bastante.
—¿Cómo así?
Tomé una mejor postura en el asiento de copiloto, como si me preparara para oír una gran historia.
—Pues... tuve que pedirle permiso a sus padres para llevarla a comer. Después de una semana tratando de convencerlos, accedieron . Pero cuando finalmente llegó el día, al irla a buscar, choqué el auto de su padre con el mío.
Mis comisuras se elevaron al instante para luego, sin poder evitarlo, dejar salir una sonora carcajada.
—Alerta spoiler, la cita se cancelo —dijo Mathias, comenzando a reír.
—Probablemente sería yo con un auto —comenté entre risas.
Mathias adoptó un tono más calmado y me preguntó:
—¿Sabes manejar?
—Eh... se podría decir que poseo el conocimiento, pero de eso a tener mis manos sobre un volante, nunca. No he tenido la oportunidad.
¿Se manejar? La respuesta es no. Pero fui sincero al decirle que "poseo el conocimiento", puesto que durante mi labor como ángel guardián he pasado por muchas personas con autos, motos, barcos, aviones, y pare de contar. Así que he aprendido todo lo que hay que saber al estar tras un volante.
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Alba Celestial
Teen FictionÁngelo. Un ángel guardián que será corrompido al visitar el mundo terrenal, en el cual sus pasos oscilaran entre el bien y el mal en un recorrido confuso de autodescubrimiento a través de la vida. ¿Cómo terminó un ángel guardián divagando por el per...