La Melancolía Del Amor®

Capitulo3- Tensión innegable

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Richard Black caminaba por los pasillos del gran edificio donde se encontraba la oficina de su familia. Era una tarde tranquila, pero Richard tenía la mente ocupada con pensamientos sobre la cena de negocios que sus padres le habían organizado para esa noche. A pesar del estrés que sentía por el evento, aún tenía que terminar algunos informes antes de poder irse a casa y prepararse.

Cuando llegó a la oficina, abrió la puerta y entró, viendo a sus hermanos Christian y Dylan sentados en escritorios a los lados de la habitación.

Christian miró hacia arriba cuando Richard entró en la oficina, con una sonrisa traviesa en su rostro.

- ¡Oh, mira quién por fin llegó!- comentó Christian con sarcasmo.

Richard puso los ojos en blanco y se sentó en su silla detrás del escritorio principal.

- Sí, sí, he estado ocupado, ¿vale?

- Siempre estás ocupado, Richard - dijo Christian, aun con una sonrisa en su rostro - No hay tiempo para la diversión en tu mundo, ¿verdad?

Richard puso los ojos en blanco y sacudió la cabeza.

- Tal vez, pero tengo responsabilidades que atender. No puedo simplemente pasar mi tiempo divirtiéndome y relajándome como tú.

Dylan intervino, tratando de calmar la situación.

- No comienza, ustedes dos. Recuerden que tenemos esa cena importante esta noche.

Christian rio entre dientes.

- ¡Oh, sí, la famosa cena de negocios! Richard va a tener que vestirse con su traje de empresario, y tal vez incluso intentar cortejar a una dama elegante.

Christian soltó una risita.

- No estoy tan seguro de eso, hermano. A lo mejor la señorita Márquez estará allí...

Richard le dio a Christian una mirada severa.

- Deja de burlarte, Christian. Y la señorita Márquez no estará allí. Esta es una cena de negocios profesional. Sólo estarán presentes otros empresarios y sus familias.

Christian se encogió de hombros con calma.

- Sólo bromeaba de nuevo, hermano. Pero, ya sabes, siempre es una posibilidad. Y si ella estuviera allí, podrías tener tu propia "lección privada" en secreto.

Richard se irritó ante el comentario de Christian, pero se esforzó por mantener la calma.

- No voy a coquetear con la señorita Márquez- dijo con firmeza- Y ella me irrita. Sólo me aseguro de que haga bien su trabajo.

Dylan se rió entre dientes ante la tensión entre los hermanos.

Christian puso una mano en su pecho de forma dramática.

- ¡Ah, pero la forma en que la mirabas otra vez en mi oficina! Era casi como si estuvieras hechizado por ella.

Richard lo fulminó con la mirada.

- Cállate, Christian. ¿Estás exagerando?

Dylan intervino, tratando de cambiar el tema.

- Basta ya, ustedes dos. Dejemos de hablar de la señorita Márquez. Tenemos trabajo que hacer.

Christian soltó un suspiro exagerado.

- Está bien, está bien. Solo estaba bromeando.

Richard se aclaró la garganta y se volvió hacia su escritorio, listo para concentrarse en su trabajo.