Alyssa [Massimo X Lectora] [365 Días] [En Pausa]

CAPITULO VII

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Alyssa

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Paseo por el enorme centro comercial siendo seguida por Massimo y sus guardaespaldas. Las chicas voltean a ver a Massimo y si literalmente se lo estaban comiendo con la mirada.

Después de haber desayunado había partido para ir de compras, pues supuestamente Massimo, todavía había cosas que me hacían falta.

También me había enterado que tenía que comprar las demás cosas que me faltarían para el instituto. Y ahora nos encontrábamos aquí, recorriendo las tiendas.

Mi atención es robada por una gran tienda, en la vitrina se mostraban marcadores y útiles super lindos y de diferentes marcas. Entramos mientras uno de los guardaespaldas coge una canastilla y me sigue de cerca.

Mis manos tocan cada uno de los útiles y si me llaman la atención los lanzaba en la canastilla. En una de esas el que me acompañada me tocó el hombro y me mostró unos plumones de glitter los cuales también fueron a la canastilla.

Al final de cuentas salimos con dos bolsas llenas de plumones, marcadores, lápices y colores. Conseguimos las calcetas y de tenis podíamos llevar tenis blancos o negros, así que no había problema con ellos.

Massimo se detiene en una tienda, la cuál tenía en letras rojas llamativas que eran el nombre de la tienda, Tentarti, entro después de el y lo que ven mis ojos son diferentes objetos como: consoladores, esposas, lubricantes, pastillas y un millón de cosas más.

Decido salir y esperarlo afuera junto a los guardias los cuales tenían una pelea de pulgares y yo era la intermediaria.

Al cabo de unos veinte minutos salió Massimo con una gran bolsa oscura, mi curiosidad me tienta pero decido no desesperar me.

Habían demasiadas tiendas en todo el lugar y eso me desesperaba así que le pedí a Massimo volver, pues ya tenía lo necesario para el colegio y me había comprado un teléfono junto a una laptop.

Al llegar a la casa los guardaespaldas venían cargando con más de dos bolsas, no debería ser tan compulsiva al comprar pero Massimo tampoco colabora.

— Aún siento que te faltan cosas — su voz me hace voltear a verle mientras el se acerca a mi y me coje de la cintura para atraerme a su cuerpo.

Mis manos se posan en su fuerte pecho mientras le sonrió y me pego más a él.

— Si llego a necesitar algo, después lo compramos — le digo, mi dedo se mueve en círculos sobre su pectoral izquierdo mientras mi lengua para por mis labios resecos.