Chapter Nineteen: Hijo en aprietos.

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Mónaco-Montecarlo
12 de febrero de 2024
4:05 a.m.
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Una tenue llovizna se escuchaba a través de la ventana, el Omega sonrió inconscientemente mientras se acurrucaba mejor en los brazos protectores de su Alfa, quién al sentir a su contrario no dudó en acunarlo cerca de él, teniendo especial cuidado con su pancita de casi tres meses. Matt jaló una segunda manta para cubrir al holandés cuando el cuerpo ajeno tembló levemente por el viento que se colaba por una ventana abierta.

La vida en su nueva casa se sentía más cómoda, un lugar propio, lejos de las miradas indiscretas, solo para ellos dos y su futuro cachorro.

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Siendo ya las siete de la mañana, el Alfa se despertó lentamente entre los posesivos brazos de su Omega, quién se rehusaba a dejarlo salir de la cama.

-Amor mío, sólo iré al baño, regresaré pronto. -murmuró el francés levantando la mirada hacia su holandés, el cuál se encontraba casi encima de el mayor -

-No... Quédate conmigo un rato más. -pidió entre murmullos, jalando la manta con su única mano libre para volver a arroparse -

El francés suspiro mientras pensaba en su siguiente movimiento, acarició con suavidad la espalda desnuda de Max para hacerle cosquillas, su rubio se retorcio pero no aflojó su agarre.

-Bebé, en serio necesito ir al baño. -Max se quejó pero terminó aceptando, dejó ir la cabeza ajena de sus brazos, abrió levemente sus ojos para ver a Matt -No tardó, mon amour.

Elic salió de la cama para dirigirse al cuarto de baño, después de asearse y encargarse de sus necesidades salió del cuarto, encontrando a su holandés sentado en medio de la cama, aturdido y con su cabello rubio desaliñado, una de sus manos mantenía su mantita favorita pegada a su cuerpo, dándole al francés una hermosa vista que atesoraría en un mente.

-Buenos días, amour de ma vie. -saludó cordialmente el francés mientras se acercaba a la cama, dejando un beso en los labios de su Omega -¿Cómo amanecieron?

Max sonrió ligeramente, sus ojos aún cerrados y con pequeñas ojeras hicieron que el corazón de Matt diera un vuelco por la ternura que veía.

-Bien, mis caderas duelen un poco. Nuestro cachorro esta bien también. -respondió suavemente, su mano bajo hacia su vientre para acariciarlo, Elic sonrió complacido, copió el acto de Max llevando su mano al vientre de su Omega -

-¿Tienes antojos? -cuestionó Elic mientras dejaba un beso envía coronilla de Max -

-Sí, quiero nachos con queso, mucho queso. -Max sonrió mostrando su dientes, sus ojos se achinaron junto a su sonrisa -

-Mon amour, es muy temprano para nachos, en la tarde por supuesto, ahora es momento de un buen desayuno -Emilian fruncio sus labios pensativo, ciertamente no era hora de comer nachos, esperar un poco no haría daño. Asintió después de meditar las palabras de su Alfa -Eso, ahora arriba, mi cielo, tenemos que cuidar a nuestros hijos e ir a comprar ropa nueva.

El Omega asintió y extendió sus brazos para ser cargado, Elic aceptó de inmediato, llevó a Max hacia el cuarto de baño para ayudarlo a asearse. Cuando estuvo dentro de la habitación bajó a su rubio para que caminará por sí solo.

Elic extendió su mano en dirección al armario cercano para sacar de su interior una bata para Max, se la tendió para que cubriera su desnudez.

-Liefde, ¿me veo gordo? -cuestionó el holandés mientras posaba frente al espejo, mirando su vientre atentamente. El francés se acercó desde atrás para abrazarlo con suavidad -

𝐃𝐞𝐟𝐢𝐧𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 | Max Verstappen | Male reader |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora