𝐃𝐞𝐟𝐢𝐧𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 | Max Verstappen | Male reader |Omegaverse

Chapter Six: Tifosi

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—Max

No sabría explicar cómo pase de estar divirtiendome por la tarde a estar en la madrugada incado frente al inodoro vomitando el alma. Simplemente horrible.

Una y otra vez mi estómago deshechaba todo lo que había ingerido durante el día. Con ambas manos presionaba mi vientre para calmar la sensación. Las constantes frotadas en mi espalda me hacían saber que no me encontraba solo; que Matthew estaba conmigo.

Cuando mi garganta no dio para más me alejé del inodoro sentandome en el piso, levanté la cabeza encontrandome con la mirada preocupada de Matt.

-¿Te sientes mejor? -su voz me hizo saber que estaba bastante preocupado -

-Sí, mejor. -mi voz sonó entrecortada, me ardía la garganta y la boca del estómago -

-Ven, tienes que enjuagarte. -me ayudó a levantarme del suelo y me acerco al lavamanos - ¿De verdad te sientes bien?

Escupi el agua que estaba en mi boca y conecte nuestras miradas por medio de el espejo.

-Sí, de verdad. Estoy bien. -Matt pareció dudar de mis palabras, sin embargo, no objeto nada -

-Decido creerte. -luego de decir esas palabras se acercó al inodoro, cerró la tapa y jalo la cadena, yo por mi lado lave mi rostro para despejar y calmar mi mente -

Cerré la llave y salimos del cuarto de baño, mi cabeza aún daba vueltas por lo que Matt me sostenía por detrás para no caerme.

-¿Quieres algo para tomar? -preguntó cuando ya me encontraba sentado en la cama, él estaba frente a mí con sus manos a cada lado de mi cadera, su cercanía me calmaba -

-Agua esta bien. -él asintió y dejó un corto beso en mis labios antes de salir de nuestra habitación -

Frote mis manos contra mi rostro, tenía sueño pero no podía dormir, a pesar de que hace poco menos de quince minutos estaba rezando por no vomitar el hígado mi antojo por algo salado me impedía conciliar el sueño, era frustrante.

Dos, cinco, diez minutos y Matthew aún no llegaba, quite la sábana que cubría la mitad de mi cuerpo y descalzo me encamine a la cocina.

Unas voces discutiendo fue lo primero que escuché cuando me pare a un lado de el lumbral. Eran Matt y ese alemán que no recordaba su nombre.

-No te permito que te dirijas a Max de esa manera, mucho menos que lo etiquetes de una forma tan despreciable como esa. -la voz de Matt sonaba realmente enojada, mi cuerpo sintió escalofríos con solo escucharlo -

-Es la verdad, Matt. Él solo será otro nombre en tu lista de Omegas que buscan tu fama, dinero, lujos y pasar una gran noche entre tus sábanas. -la voz de el alemán reflejaba ironía y dolor, como si sus propias palabras le afectarán -

-¿Cómo lo hiciste tú en nuestro tiempo? -el sarcasmo que utilizó me hizo prestar total atención - Por favor, Mick, ambos sabemos que lo nuestro fue un error, éramos muy jóvenes y eso te hizo pensar que estaríamos juntos para siempre.

-No es verdad, yo te amaba, te amo aún. Regresemos a lo que éramos antes.

Las palabras del rubio me hicieron tensarme, mi respiración quedo atrapada en mi pecho.

-¿Antes? Antes no sabíamos lo que queríamos, me negabas cualquier cosa solo porque no te parecía, cuando quería comentarte alguna cosa me interrumpias y nunca quisiste escuchar mis problemas, no me amabas; te aterraba quedarte solo.

-Siento mucho haber minimizado tu dolor, pero entiendeme, tenía cosas y asuntos importantes en ese tiempo que no pensé que te estaba haciendo más daño. No quise dejarte de lado.