XIII.

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Guadalajara, Jalisco.

- Me gustaría que vinieras a verme a los partidos -pedí a Sus mientras estábamos en llamada telefónica.

- ¡Claro! En verdad me gustaría. ¿Cómo se ve el estadio desde la cancha? -preguntó.

- Es impresionante, y más cuando el estadio esta lleno de gente -recordé los últimos partidos donde había estado concurrido.

- Ya me dio emoción de recordar -escuche como reía- una vez me tocó ver a la porra salir del estadio y la adrenalina es indescriptible.

- ¿Por qué no vas mañana? -pedí debido a que mañana teníamos partido como visitante.

- ¿Si? -preguntó dudosa.

- Si, me gustaría verte apoyándome -pedí.

- Me gustaría ir en verdad, pero ya tenía una salida planeada, es cumpleaños de mi sobrino -informó.

- No pasa nada -sonreí aunque ella no me viera- por cierto, no me había comentado que tienes un sobrino, ¿cómo se llama? -pregunté interesado.

- Sí, es un pequeño tornado de 4 años, se llama Zaid -explicó- es un niño increíble, ojalá lo puedas conocer algún día.

- Me encantaría, ¿le gusta el fútbol? -pregunté.

- Realmente no sabe aun que es el fútbol, pero si hay un futbolista que llamaba su atención -mencionó, espere a que mencionara mi nombre- le gusta el Chicharito, pero por su canción -respondió divertida.

- Mmmm, bueno -respondí simulando molestia.

- Seguramente cuando te conozca cambiará de opinión y te seguirá -mencionó- por cierto, ¿no te llaman la atención por estar hablando por teléfono?

- Espero que le vayas hablando bien de mi -pedí a lo que causó que sus riera- no, estoy en mi habitación.

- Alan, que bajemos a cenar -escuché como Fer hablaba desde el umbral de la puerta.

- ¡Ya voy! -informe a mi amigo- me tengo que ir Sus. Descansa y cuidate mucho -pedí.

- Ve a cenar, también descansa, cuidate. No sé si puedas recibir mañana mensajes, y sino que mañana tengas un gran partido -pidió antes de despedirnos.

Había pasado un mes desde que comencé a salir con Sus, era semana FIFA, por lo cual teníamos unas mini vacaciones.
Era la tarde noche del miércoles, habíamos comido en mi departamento, Sus sugirió salir a caminar a uno de los senderos que tenia el condominio. Íbamos tomados de la mano mientras observabamos a Coco olfatear todo a su paso.

- ¿Podemos sentarnos? -pidió Sus.

- Claro, elige el lugar, voy por Coco y te acompaño -mencioné para colocarle la correa a Coco. Me giré en busca de Sus, quien estaba recargada en un árbol observando el poco atardecer que tenia el día.

- ¿Quieres recostarte? -preguntó dando palmadas en sus piernas, asentí y recargue mi cabeza en sus muslos. Cerré los ojos y Sus comenzó a dar mimos en mi rostro, pasando sus uñas por la pequeña barba que tenia en ese momento y después acariciaba mi cabello- no te vayas a dormir -pidió.

- Estoy despierto -abrí mis ojos y vi como analizaba mi rostro.

Me senté quedando a su altura, pose una de mis manos en su rostro para después unir mis labios con los suyos, cerré mis ojos y disfrute del contacto, sentí la mano de Sus acariciar mi brazo. Me separé de ella y abrí los ojos, tenia una leve sonrisa la cual borre con un pequeño beso para regresar a la posición donde sus muslos eran mi almoha.

- Sus -la llame aun con mis ojos cerrados- ¿quieres ir a Mazamitla? -pregunté.

- ¿Cuando? -cuestionó.

- Este fin de semana -informé abriendo mis ojos, pude ver como me miraba un poco extrañada- tenemos el fin de semana libre y Víctor sugirió salir todos, o bueno, la mayoría a Mazamitla, para relajarnos -comenté esperando su respuesta- pretenden rentar cabañas grandes, será una salida "familiar" -mencioné haciendo comillas en el aire- irán los muchachos y sus respectivas parejas -explique.

- ¿Cual es la definición de fin de semana para ustedes? -cuestionó divertida.

- Es irnos de aquí el viernes temprano y regresar el domingo en la tarde -mencione recordando el itinerario que Erick había hecho. Volví a sentarme para ver mejor su reacción.

- Si me gustaría ir -hizo una pausa, y sabia que aquí vendría el "pero..."- pero yo trabajo el viernes -explicó mientras jugaba con nuestras manos unidas.

- Nos podemos ir cuando salgas, por eso no hay problema -comenté, lo cual hizo que el rostro de Sus se iluminara.

- Gracias -mencionó abrazandome- de todas maneras voy a checar con mi jefe si puedo salir temprano -informo para después besarme

Conspira Universo, Alan Mozo /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora