XXV.

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Ingrese al departamento de Alan, me dolía más dejar a Coco solo, pero no podía hacer nada. Me acerque al personal del edificio y le entregar un sobre con las llaves y la pulsera que me había dado Alan.

Después de que Marie me dejara, comencé a arreglar mis cosas para irme en la mañana a Monterrey.
Vi una última vez las fotos de Alan y decidí bloquearlo de todos lados, por mi salud mental. No le comenté nada a mi familia, simplemente quería hacer como sino hubiera pasado nada.

Monterrey, Nuevo León.

Me había instalado en un hotel en el centro de la ciudad, lo único que no me gustaba era el calor que hacía, y del cual nunca me iba a acostumbrar y eso que hoy era mi tercer día en Monterrey.

- Sus, tenemos que hablar contigo -me informó Alejandro, quien era el subjefe del área donde estaba trabajando provisionalmente. Alejandro es un hombre de 28 años, alto y moreno; personalmente no me parecía atractivo, pero tenia su pinta de galán.

- ¿Hice algo mal? -pregunté intrigada.

- Para nada, de hecho nos gustaría ofrecerte una vacante con nosotros, solo serán tres meses y podrás regresar a Guadalajara -explicó.

- ¡Acepto! -dije de inmediato. Era mi oportunidad de estar lejos de Guadalajara.

- Pero no te hemos dicho de que se trata -comentó.

- Alejandro, creo que existe una confianza entre nosotros para poder platicarte lo siguiente. Yo vengo huyendo de Guadalajara por un tema sentimental, lo que menos quiero es estar allá por un tiempo -informe.

- En ese caso, bienvenida -sonrió.

Esa noche salí a cenar a un pequeño lugar cerca del hotel, la pinta del sitio era muy vintage, me agradó, así que subí una foto a mi estado de whatsapp. Cuando termine regresé al hotel para prepararme para el día siguiente, estaba preparando mis pertenencias cuando una llamada de Dayana entro en mi teléfono.

- Hola guapa -salude al contestar.

- Hola chula -respondió- ¿cómo estás? -preguntó.

- Super, ¿ustedes cómo están? -pregunté.

- Bien -hizo una pausa- Roberto me dijo que dejaste a Alan -comentó.

- Dayana, no quisiera hablar de ese tema -pedí.

- Vi las publicaciones donde sale él y ella -mencionó haciendo referencia a Alan y Ximena.

- Todo estaba bien Dayana -informe restándole importancia.

- ¿Dónde te estas quedando? Quisiera que saliéramos, eres mi amiga y eso no va a cambiar -comentó.

- No estoy en Guadalajara, y por unos meses no volveré -explique. No quería dar mayor información sobre mi, y no era por desconfiar de ella, sino quería guardar este proceso para mi.

- ¿Por qué? Sus, no tienes porque irte de dónde eres por esta situación -pidió.

- No es por la situación, sino tuve una oportunidad de trabajo y la tomé -mentí un poco.

- No te creo -recriminó- solo espero que regreses pronto, Emily y yo te extrañamos.

- Y yo a ustedes, dale un abrazo a Emily de mi parte -suspire- también te encargo que cuides y apoyes a Lysi, ella necesita a alguien a su lado ahorita -pedí.

- Tú no te preocupes por nada, yo me encargo de todo -informó.

- Un favor más, no le digas a Alan nada de mi por favor -pedí.

Hoy cumplía 15 días en Monterrey, la verdad ya me estaba acostumbrando a la ciudad. Pero a lo que no me acostumbraba era al dolor que aun sentía por Alan, y mucho menos me acostumbraba a la idea de dejar de quererlo.

- Sus, vamos hoy a Cosmo -comentó Haris, una compañera del trabajo.

- ¿Qué es Cosmo? -pregunté, por momento se les olvidaba que no era de aquí.

- Es un antro, la verdad de los mejores que hay aquí -informó- Fran es amigo de los dueños -explicó, Fran era su novio.

- ¿No iban a ir al estadio? -pregunté- Alejandro estuvo toda la semana diciendo que hoy jugaba Monterrey contra Chivas -expliqué recordando lo que Alejandro comentaba todo el día.

- Si, pero vamos a ir saliendo -explicó Haris- sabes que aquí somos rayados a morir. ¿Iras al estadio? -preguntó a lo cual negué- ¿Por qué no? -pregunto.

- No me gusta el fútbol -mentí- aparte no tengo ganas de salir -informé.

Era la última vez que les hacía caso a Haris y Alejandro, corríamos por los pasillos del gigante de acero en busca de nuestros asientos, no sé en que momento me convencieron de venir al estadio. Hoy tendría que volver a ver a Alan, y eso hacia que mi estómago estuviera pagando las consecuencias.

- ¡Aquí! -comentó Alejandro señalando una entrada.

- ¿Dónde están los demás? -pregunto Haris por el resto de nuestros compañeros.

- De seguro en los lugares, vamos a nuestros lugares y después los buscamos -informó Alejandro.

Cuando llegamos a nuestros lugares el partido había iniciado, para mi mala suerte los asientos eran detrás de las bancas. Nos sentamos en nuestros lugares, ahí ya se encontraba Maribel, Josue, Enrique y Sofía, me senté entré esta última y Haris.

El primer tiempo fue demasiado complicado para Monterrey, Roberto había anotado un gol, mandando adelante en el marcador a Chivas, internamente estaba festejando porque los rojiblancos iban ganando. El árbitro silbo el termino del primer tiempo, los jugadores iban saliendo de la cancha. Mis nervios iban en aumento al ver que Alan se acercaba hacia donde me encontraba, debido a que tenían que pasar por ahí para ir a los vestidores.
Algunas personas atrás de nosotros empezaron a llamar a Alan para saludarlo, los odie internamente, porque había logrado que él desviara su vista hacia nosotros, por un momento fije mi vista en su rostro y pude jurar que él me había distinguido entre toda la multitud.


¡Hola! ¡Hola! Les traigo un nuevo capítulo, me apoyan con sus votaciones y comentarios por favor 🥰

También las invito a leer mi nueva historia con Alan, se llama: "224 Presente, Pasado y Futuro", denle mucho amor también (votaciones y comentarios) ♥️

¡GRACIAS!

Conspira Universo, Alan Mozo /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora