XLII.

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- Esta vez si sobre pasaste hasta tus propios límites -reclamó Pocho.

- ¿Por qué reaccionar así? -quiso saber Fer.

- ¿Qué pasó? -preguntó Piojo acercándose a nosotros- se escuchó que traían una pelea.

-  Sus acaba de terminar a Alan -informó Fer.

- ¿Qué? ¿Por qué? -pregunto viéndome esperando una respuesta, pero solo me quede en silencio.

- ¡A calentar todos! -gritaron desde el vestidor.

- Vamos -dijo Fer dándome una palmada en la espalda como si tratara de animarme.

- Tengo que hablar con ella -dije.

- No hay tiempo, debemos salir a calentar -dijo Fer.

Tomé mi teléfono y me mande un mensaje a Val, diciéndole que tratara de localizar a Sus, pero sin que se enterara que yo la había mandado y que averiguara como estaba.
No me dio tiempo de ver la respuesta de Val, pues salí prácticamente corriendo a la cancha.

Guadalajara, Jalisco.

Sus Jarero

Aquella conversación o mejor dicho pelea con Alan me hizo sentir mal, el como me habló e insinuó situaciones que claramente nunca pasaron.
Y como le dije, él conocía todo lo que hacía porque tenía la confianza de contarle y claro que esa salida con Raúl la conocía, pero me sorprendía que no recordara lo que le había dicho.

Me dirigí a la habitación, Coco seguía mis pasos tratando de acompañarme. Cerré la puerta con seguro y me recosté en la cama, tomé mi teléfono y bloquee a Alan de todos los medios posibles en los que me pudiera contactar, me hice una bolita abrazándome, para después abrigarme con una frazada y comencé a llorar como jamás lo había hecho en mi vida.

Los pensamientos comenzaron a inundar mi cabeza, ¿Cómo había terminado todo tan rápido? El pecho me dolía y los sentimientos que tenia eran indescriptibles.

Mi teléfono comenzó a vibrar, era una llamada de Val, seguramente Alan ya le había dicho lo que había pasado entre nosotros. No quería hablar, así que simplemente ignore la llamada y puse el teléfono en modo no molestar.

Las lágrimas seguían saliendo sin que pidiera controlarlas, y simplemente me fui dando por vencida ante el sueño que me estaba provocando el hecho de como estaba.

Abrí los ojos encontrándome con la ciudad en total oscuridad, tome mi teléfono donde marcaba las cuatro de la mañana. Me sentía cansada y seguramente Alan ya había llegado; quite el seguro de la habitación y camine hacia la sala, donde Alan estaba dormido, lo ignore y me dirigí a la cocina para tomar un poco de agua.

- Tenemos que hablar -escuche a Alan a mis espaldas haciéndome brincar por la sorpresa.

- No -dije prácticamente en un susurro, las palabras se atoraban en el nudo que tenia en la garganta.

- Por favor -pidió y negué con la cabeza- quiero solucionar todo -pidió.

- No hay nada que solucionar -dije- lo dejaste claro y yo también, todo terminó -informe con ganas de llorar.

- Te amo -confesó- no sabes lo enamorado que estoy de ti.

- Ya no -comenté con debilidad- todo termino Alan. Y será mejor que me vaya -informé.

Me di media vuelta para dirigirme a la habitación, tome una pequeña maleta y metí algunos cambios de ropa, después harían todos los demás cambios.

Alan se quedo parado al otro lado de la cama observando todo mis movimientos sin decir nada, por una parte agradecía que no hablara.

Una vez que termine volteé a ver a Alan quien seguía en la misma posición, lo observé y mis gana de llorar se hicieron presentes.

- No te vayas -pidió- no sé que me pasó, no quería decir todo eso.

- Pero lo hiciste, y eso es porque lo piensas -moví mi cabeza en reproche. Baje la mirada a la playera de Chivas que tenia puesta y me la quite- es tuya -dije entregándole la prenda.

- Yo te la di -dijo rechazandola, sin embargo la deje sobre la cama.

- No me gustaría tenerla -dije sincera. Observe el anillo de compromiso que aun reposaba en mi mano, me dolía en el alma quitarmelo, pero debía hacerlo- este también es tuyo -dije y los ojos de Alan se abrieron con sorpresa.

- No por favor -dijo en un hilo de voz- no te lo quites, lo nuestro tiene solución -dijo y negué.

- Ya no, la decisión esta tomada y ambos fuimos parte de ella -comenté- de manera consiente o no -informe- no te preocupes por cancelar la boda, me encargo de ver todo con la wedding planner -explique.

- ¿Estás segura? -pregunto y asentí.

- Gracias por todo -dije tratando de sonreír.

- Solucionemos esto, sé que dije las cosas sin pensarlo. Pero te juro que no se que paso y simplemente los celos me cegaron -dijo- tú sabes que no es mi manera de reaccionar e incluso le decía a Fer que tenia miedo de perderte.

- No quiero que nos hagamos más daño -pedí- ahorita ambos estamos mal y debemos dejar que esto pase -pedí.

- ¿Vamos a regresar? -preguntó con ilusión.

- No creo -dije y camine al closet para sacar una caja- esto es para ti, pensé entregartela en estos días, pero supongo que no volveremos a tener otra oportunidad.

- ¿Qué es? -quiso saber.

- Ábrelo, pero una vez que me haya ido -pedí.

- Mejor ahorita -dijo.

Alan abrió la caja blanca que le había entregado, se quedo en silencio observando lo que había en su interior, un nudo se hizo presente en mi estómago y las ganas de llorar volvieron.

Mis ojos se encontraron con los de Alan y un mar de sentimientos me abrigaron, quería abrazarlo, besarlo y decirle que lo amaba.

- Yo... -hizo una pausa- gracias -dijo para después abrazarme.

Se alejó un poco de mi para sacar lo que estaba dentro de la caja, las pequeñas playeras de Chivas y Pumas se veían más pequeñas en sus manos, giro ambas para ver el apellido "Mozo" impreso en la espalda.

- ¡Hola papá, ya estoy en camino! -leyó la nota que había puesto en la caja- ¿Por qué no me habías dicho? -quiso saber.

- Quería darte la sorpresa -alce mis hombros.

- ¿Cuánto? ¿Cuánto tienes? -pregunto acercándose a mi.

- 2 meses y medio -respondí.

- Esto cambia todo -dijo tomando una de mis manos.

- No, no cambia nada -respondí seria- tienes derecho a saberlo porque es tu hijo, pero entre nosotros aún no sabemos que va a pasar -sentencie- será mejor que me vaya.

- Necesito que te quedes -pidió y negué.

- Ambos necesitamos tiempo para pensar las cosas -dije.

- Te amo, los amo -confesó y decidí ignorar lo que aquella confesión me hacia sentir.

- Ahora si me voy, después vengo por el resto de mis pertenencias -informe- adiós Alan -dije antes de desaparecer de aquella habitación.




¡Hola! Pues ya no vamos a tener boda, peor si baby shower 🙈

Espero les guste el capitulo, me ayudan con sus votaciones y comentarios por favor. ¡Gracias por su apoyo! Las tqm.

Conspira Universo, Alan Mozo /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora