XVII.

365 41 3
                                    

Guadalajara, Jalisco.

"Goles a cualquiera le dedican, pero vivir juntos si habla de niveles". Había escuchado ese comentario por parte de Ximena el día del clásico. Sabia que lo decía por el simple hecho de molestar y saber que ella no era parte de nuestras vidas. Pero también sentía las dudas y miedos iban en aumento respecto a mi relación con Alan; seguíamos teniendo una relación casi perfecta, pero en si seguía sin pedirme oficialmente que fuera su novia. No era el título el que me importaba, sino el dejar las dudas fuera de mi mente.

- Te noto distraída -mencionó Marie, nos encontrábamos bruncheando en Templo Bonsai.

- Estoy pensando -respondí mientras picaba mi pan francés.

- Es obvio que estas pensando, ¿pero qué? ¿Qué te acompleja? -inquirio.

- Es sobre Alan -mencioné entre un suspiro.

- ¿Qué hizo? -preguntó- te puedo ayudar a fracturarle una pierna, recuerda que soy enfermera -explico.

- ¡Tampoco! No es para tanto -mencioné.

- ¿Entonces? -preguntó mientras tomaba una de mis manos.

Le conté a Marie todo lo que pensaba y pasaba, el comentario de Ximena y las apariciones que había tenido en nuestras vidas. También el paso que Alan no daba y mis mil pensamiento caóticos.
Me sugirió hablar con Alan y despejar mis dudas, y tenia razón quizá él no tenia idea de lo que pasaba en mi mente. Marie también me señaló el hecho de quien no había querido iniciar una relación había sido yo, así que no debía quejarme.

Apenas era martes y el día en la oficina pasaba demasiado lento, no había visto a Alan desde el viernes de la semana pasada que había viajado a Tijuana, teníamos comunicación, sin embargo hoy no había leído mi mensaje de buenos días. Esto ya no me gustaba y tenia miedo.

El teléfono que tenia en la oficina comenzó a sonar, Adrián se adelanto a contestar, lo cual me favoreció debido a que no tenia ánimos de responder, lo vi que estaba muy animado respondiendo.

- Si, si, pero quien es -escuché que respondía- ahorita le digo -menciono viéndome- si, ya bajamos -dijo antes de colgar- Sus, te buscan abajo, querían pasar a buscarte, pero seguridad no los dejo ingresar -explicó.

- ¿Quién me busca? -pregunté.

- No sé, no dijeron nombres, pero vamos a ver quien es -comento animado.

Me levante de mi lugar, tome mi celular y tarjeta de acceso, me dirigí a la entrada principal y detrás de mi venía Adrián, quien se había topado con Oswaldo y Miguel, a quienes invitó a unirse a nosotros.

- ¡Hola Lucí! -saludé a la compañera de recepción- me dijeron que había alguien buscándome.

- Hola, sí, están afuera, es una florería -informó.

- Gracias -agradecí y me dirigí a la entrada.

- ¿Señorita Sus? -pregunto una persona a mis espaldas, me giré y asentí- le puedo entregar -mencionó extendiendo un ramo de tulipanes.

- Gracias -respondí.

- ¿Quien los mandó? -pregunto Adrián seguido de sus secuaces.

- No sean chismosos -mencioné.

- Es claro que su novio -intervino Miguel.

- ¿Quién es su novio? -preguntó Adrián- ni yo que soy su amigo sabia de ese novio -reclamo.

- Lee la nota -pidió Oswaldo.

- No voy a leer la nota frente a ustedes -respondí.

Regresé a mi lugar de trabajo, Adrián y sus secuaces estuvieron insistiendo en saber quien me había mandado el ramo, pensaba decirles, pero me gustaba molestarlos, así que simplemente ahorre mi comentario.

Mi horario laboral había terminado, y por fin estaba en mi casa, deje mis pertenencias en la mesa situada al ingreso de la sala.

- ¡Llegué! -avisé asomándome a la cocina donde se encontraba mi padre.

- Vamos a salir a cenar -informó- ¿quieres ir? - pregunto.

- Gracias, pero ya tengo planes -informé mientras ponía mis tulipanes en un jarrón.

- Bien, solo no llegues tarde, mañana trabajas -menciono señalandome.

Leí nuevamente la nota que había llegado con los tulipanes:
"Será un honor pasar una velada hoy contigo.

- AM."

Sumado a la nota había recibido un mensaje de Alan, notificando que pasaría por mi a las 20:00 hrs. Así que tenia el tiempo justo para arreglarme. Había decidido no arriesgarme y utilizar un vestido que me llegaba a la pantorrilla en color negro, zapatillas beige y accesorios plata. Mi cabello siempre lo dejaba natural, que los rizos se hicieran presentes.

Justo a la hora estipulada por Alan llamaron a la puerta, baje a abrir y ahí se encontraba él, con su cabello peinado, una camisa blanca con líneas delgadas grises, un pantalón gris oscuro y unos zapatos perfectamente lustrados. Sonrió al verme.

- Hola -saludo en un susurro para después besarme rápidamente.

- Buenas noches -escuche a mi papá saludar a mi espaldas. La cara de pena por parte de Alan me causó gracia y no pude evitarlo. Era la primera vez que veía a mi papá en persona- Raphael Jarero -se presentó.

- Buenas noches señor -saludó Alan alejándose de mi- un gusto, Alan Mozo -respondió a la presentación, acto seguido ambos estrecharon sus manos- me gustaria llevar a Sus a cenar, si usted me permite -me dio ternura como estaba pasando la situación.

- No puedo tomar esa decisión, ella decide. Pero al parecer ya se habían puesto de acuerdo -mencionó viéndonos.

- Pa', no lo pongas más nervioso -dije a punto de reír- al rato llegó -informé.

- Con cuidado -pidió mi papá, a lo cual asentí- Alan -lo llamó mi padre- no lleguen tarde.

- No señor -respondió más nervioso.

Después de salir de mi casa Alan me ayudó a subir a su automovil, una vez montados ambos nos puso en marcha hacia nuestro destino, que era desconocido para mi.

- ¿Por qué te pusiste nervioso? -pregunté viendo a Alan manejar.

- No sé -respondió para después reír, lo cual ocasionó que lo acompañara.

- Solo es mi papá -respondí restándole importancia.

- Por eso, porque es tu papá -respondió como si fuera obvio- te recuerdo como estabas cuando conociste a mi familia -mencionó provocando que lo viera mal.

- ¿A dónde vamos? -pregunté cambiando el tema.

- Ya verás -menciono quitando su vista del camino.

20 minutos después nos encontrábamos entrando al restaurante que Alan había elegido, en la entrada principal se encontraba una letras gigantes con el nombre Negroni, era un sitio inspirado en la gastronomía rústica, un espacio clásico, contemporáneo y acogedor. El hostess nos dirigió a una mesa un poco alejada de todos, cuando llegamos al lugar asignado este estaba decorado con flores y velas.

Cenamos entre platicas, risas y algunos besos, amaba pasar el tiempo con Alan.

- Sus -habló Alan llamando mi atención- no sé como iniciar. Se que este fin de semana me ausente por así decirlo, pero las cosas no me salían como quería, trate de organizar esta salida muchas veces como no tienes idea, pero parecia que todo estaba en mi contra -suspiro- Eres una de las personas más importantes en este momento en mi vida, y este tiempo que hemos estado ha sido muy especial, es por ello que quisiera formalizar nuestra relación -hizo una pausa mientras buscaba algo en el bolsillo de su saco. Mi corazón empezó a latir demasiado rápido- ¿puedo ser tu novio? -pregunto mostrando un brazalete dorado con un corazón.




¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo están? Espero que super.

Les dejo este nuevo capítulo, espero lo disfruten, agradecería sus comentarios y votaciones.

Conspira Universo, Alan Mozo /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora