I.

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Guadalajara, Jalisco.

-Ya nos vamos Rafael –comente a mi jefe, quien se encontraba en su escritorio.

-Bien Sus, ¿llevan todo? ¿solicitaron el GPS? –cuestiono a lo cual asentí- me avisan cuando lleguen a Pachuca, manténganme informado de cualquier situación –comento- ¿Dónde está Adrián? –inquirió por mi compañero y amigo.

-Está en el estacionamiento, está subiendo las maletas a la camioneta –respondí.

-Está bien, se van con cuidado y vayan tranquilos no llevan prisa por llegar –menciono señalándome.

-Sí, no hay problema, nos vemos el viernes –respondí- nos ira bien –sonreí y me despedí de él.

Salí al estacionamiento donde Adrián me esperaba, subimos a la Frontier blanca que nos habían prestado para nuestro viaje, saque el celular de mi bolso para posteriormente dejar este en los asientos traseros de la camioneta. Mande un mensaje a mi madre informando que estaba por salir de la empresa, dos segundos después obtuve su respuesta, donde me decía que nos fuéramos con cuidado y que le avisara cuando llegáramos a nuestro destino.

-Te puedes conectar al estéreo si quieres –comento Adrián activando el bluetooth.

-¿Qué quieres escuchar? –comente mientras conectaba mi celular y buscaba entre mis playlist de spotify.

-Lo que quieras, ya sabes que no soy exigente –dijo Adrián, reproduje “Brickell” de Feid & Yandel. Esa canción últimamente estaba dentro de las más escuchadas por mí.

-¿Es la canción que baila Mozo? –inquirió mi amigo.

-Si –respondí, y si esa canción la había escuchado gracias a ese futbolista.

Unas antes semanas estaba perdiendo el tiempo en tiktok cuando recibí un mensaje de mi mejor amiga Marie, quien me había compartido un video donde salía Alan Mozo “bailando” si se podría llamar así, la canción “Brickell”, desde ese momento había añadido la canción a mi playlist.
Marie y yo teníamos un pequeño crush con dos jugadores de Chivas; Antonio Briseño y Alan Mozo, no había llamado mi atención este último hasta que vi un video hacia un par de meses, sabía quién era, lo había visto en reportajes e incluso cuando solía ir al estadio; solamente me gustaba la forma en la que jugaba.

Seguíamos en nuestro viaje por carretera rumbo a Pachuca, me gustaba salir a visitar lugares, pero no cuando se trataban de viajes de trabajo, los odiaba, porque trabajaba demasiado, incluso más que cuando estoy en la oficina. Pero como Ingeniera de Procesos debía ir a auditar a una de las empresas dentro de nuestro corporativo, lo malo es que esta se encuentra en el centro del país. En un principio había planeado que el viaje fuera en avión, pero mi jefe se negó a dejarme ir sola, y sugirió que Adrián se fuera conmigo, analizando la situación habíamos visto bien irnos por carretera, para tener con que movernos en la ciudad, sin la necesidad de esperar un Uber o algo por el estilo.
Llevábamos 3 horas de viaje, que a decir verdad no se me hacía pesado el traslado, había cambiado veinte veces de género de música, y ahorita se reproducía “Flaca” de Andrés Calamaro. Estaba cantando, cuando escuche como Adrián me seguía.

Adrián era mi compañero y amigo del trabajo, lo conocía desde hace dos años, en un principio tuve un crush con él, hasta que me di cuenta que no era alguien para mí, pues a mi amigo le gustaba salir con varias mujeres al mismo tiempo. Fuera de eso es una gran persona, siempre me ayuda cuando tengo algún problema dentro y fuera de la oficina.

-¿Crees que las Chivas ganen el viernes? –le pregunte a Adrián mientras volteaba a verlo.

-Pues deben ganar –mencionó desviando un poco la vista del camino observandome- aunque apenas va prácticamente iniciando el torneo.

-La jornada pasada le ganaron a Querétaro -mencioné.

-Sí, pero sabemos que Pachuca tiene una plantilla más compleja, aparte de que vamos de visitantes -dijo, a lo cual asentí- lo malo que quizá no veremos el partido -hizo una mueca a lo cual continúe viéndolo esperando que terminara de hablar- prácticamente ese día iremos llegando a Guadalajara de regreso -menciono recordando nuestros días de viaje.

Nuestro viaje continuó, habíamos hecho una parada para comer, a decir verdad no habíamos encontrado lugares y lo único que vimos fue un establecimiento de hamburguesas "Cuarto de kilo", nos acercamos al mostrador pidiendo nuestra orden, en lo que estaba fui al sanitario. Cuando regrese nuestra orden ya había sido entregada, nos sentamos a comer mientras veía por la ventana la autopista concurrida, terminamos de comer, dejamos la charola y basura que habíamos generado en su lugar, tome las papas y refresco que no me había terminado para subirnos nuevamente a la camioneta y emprender nuestro viaje. Eran las 16:00 hrs. y nos faltaban alrededor de 2 horas para llegar a nuestro destino.

-Duerme un poco -mencionó Adrián al ver que ya no hacía por tener una conversación con él.

-No, estoy bien, no tengo sueño -respondí con una sonrisa- mejor dime que música quieres escuchar -inquiri.

-Mejor pon un podcast, hay uno que empecé a escuchar y me gustó -hizo una pausa- bueno, solo llevo como medio capitulo pero esta interesante.

-¿Si? ¿Cuál es? -cuestione mientras abrí mi Spotify.

-Se llama "Caso 63" -indicó a lo cual coloque el nombre en el buscador para posteriormente reproducirlo.

Al rededor de las 18:00 hrs habíamos llegado a Pachuca, busque la dirección del hotel donde nos hospedariamos, 15 minutos después entramos al estacionamiento donde dejamos la camioneta y tomamos nuestras pertenencias. Nos dirijimos a la recepción del hotel, donde se apreciaba un gran letrero: "LA JOYA HOTEL".

Conspira Universo, Alan Mozo /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora