XXXV.

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Hoy era viernes, tenia la cita con la ginecóloga, en cuanto llegue al departamento Alan ya estaba listo para acompañarme.
Salimos rumbo al consultorio, por alguna extraña razón Alan estaba muy callado.

- ¿Qué pasa? -pregunte, pues era demasiado extrovertido para quedarse callado.

- Nada, solo estoy pensando en que nos dirá la ginecóloga -informó.

- No creo que nada malo, solo es una revisión -explique.

- ¿Y si estamos embarazados? -cuestionó y me sorprendió su pregunta. Me quede viéndolo en silencio.

- ¡Ay! No sé -dije conteniendo el aire. Claramente la idea de ser madre estaba en algún punto de mi vida. Pero eso no quitaba el miedo que me generaba.

Ninguno de los dos dijo nada el resto del camino, llegamos al estacionamiento, bajamos y comenzamos a caminar tomados de la mano.
Entramos a la clínica y nos dirigimos a la recepción.

- Buen día -saludé- tengo cita con la doctora Colmenares -informe.

- Buen día, claro, me recuerda su nombre -pidió la mujer de la recepción.

- Sus Jarero -dije y ella comenzó a buscar algo en la computadora.

- Listo, la doctora la llamara en unos minutos, pueden tomar asiento -comentó señalando la sala de espera.

- Gracias -comentamos y nos fuimos a sentar.

- ¿Que nombre te gusta más, Alan o Raphael? -preguntó Alan mientras tomaba un folleto de maternidad.

- ¿Cómo? -pregunte sorprendida.

- Si, para nuestro hijo -comentó seguro y mi estómago dio un vuelco.

- Aun no sabemos -dije nerviosa, claramente me refería a que no sabíamos si tendríamos un bebé o no.

- Tienes razón, puede que sea niña, ¿qué nombre te gusta? -quiso saber.

- ¿Aitana? -dije, pero pareció más una pregunta.

- Me gusta -sonrió.

- Señora Jarero -dijo la recepcionista llamándome- puede pasar al consultorio.

Caminamos al consultorio, tocamos la puerta esperando nos permitieran entrar. Una vez que escuchamos un: "adelante" abrimos la puerta e ingresamos.

- Buen día -saludamos.

- Hola Sus, tomen asiento -pidió la doctora- ¿cómo haz estado? -pregunto.

- Pues bien -sonreí- aunque en las últimas semana he sentido algunos cambios -comente.

- ¿Qué clase de cambios? -cuestionó.

- Un desvalance hormonal -dije y ella asintió anotando algo en la computadora- he tenido un poco de acné, también los pechos me han dolido -informé.

- Aparte no ha querido comer nada -intervino Alan.

- Mmm, ok -dijo la doctora tecleando en su computadora- no menstruas, ¿verdad? -cuestionó.

- No, desde que tengo el dispositivo -informe- aunque en unos días tuve un mínimo sangrado, o bueno, era más como desecho -explique y Alan me veía atento.

- Puede ser que tu cuerpo este rechazando el dispositivo -informó y asenti- pero también quiero descartar un embarazo antes de hacer cualquier intervención.

- Bien -suspire y sentí la mano de Alan tomar la mía.

- Para quitarnos la duda, te voy a pedir que te hagas una prueba de embarazo -dijo, abrió su cajón y sacó una prueba de embarazo casera y la extendió hacia mi- ahí esta el sanitario, para que de una vez la hagas, cuando estes listas vienes para ver el resultado.

Conspira Universo, Alan Mozo /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora