Los ronquidos provenientes de la guarida de los aprendices hizo a Zarpa de Dálmata despertar. Era el alba siguiente desde que Cola de Rosa se enfrentó a Montaña Nublada. La aprendiza se preguntaba qué habría pasado luego de que se fuera. ¿Y si el Clan del Viento los había descubierto? Tragó saliva.
La gatita se incorporó y observó a los dos bultos negros de sus hermanos, levantando y bajando el pecho levemente mediante respiraciones de ambos.
Se asomó por la entrada de la recámara, sacando su pequeña nariz casi roja. Los rayos del Sol la cegaron, pero pudo distinguir a Rabo del Alba, la lugarteniente del Clan del Río, organizando patrullas. Después de que los felinos tengan sus deberes designados, Estrella Lluviosa se acercó a Rabo del Alba y comenzó a hablar con ella. Extrañamente, el líder se le veía un tanto inquieto; miraba de un lado a otro y tenía la cola erizada, además de moverla lentamente de izquierda a derecha.
Zarpa de Dálmata se le hizo un nudo en la garganta: ¿Estaba relacionado con Cola de Rosa?
De inmediato, se escondió en la guarida y se acurrucó al lado de Azabache, que todavía seguía soñando.
<< Azabache, por el Clan Estelar, te ruego que no te despiertes... >> imploró la gatita, pero no fue de utilidad. Y ni siquiera su hermano tuvo que despertarse.
Estrella Lluviosa apareció, mostrando su cabeza con aquellos ojos admirables de color oro y que lo hacían resaltar. Zarpa de Dálmata no lo quería asimilar: ¡Estrella Lluviosa estaba en su guarida! Se sintió apenada por intentar ocultarse pero a la vez no quería hablar con el líder sobre la desaparición de Cola de Rosa. No quería mentirle a su líder.
-Buenos días Zarpa de Dálmata - saludó cordialmente el recién llegado, con su voz elegante como siempre. -¿Te molestaría si habláramos unos momentos?
-B...Buenos días, Estrella Lluviosa. No, en absoluto. - Y se inclinó ante el gato gris claro.
-Muchísimas gracias. Por favor, sígueme - ordenó Estrella Lluviosa.
En seguida, Zarpa de Dálmata se dispuso estar a la zaga.
Los dos felinos salieron y el ambiente era un poco más frío de lo normal, aunque el Sol parecía estar radiante. Rabo del Alba y otro guerrero más estaban esperando en el exterior. Aquel otro gato que acompañaba a Rabo del Alba era de un pelaje marrón oscuro y de patas negras, que había conocido una noche atrás cuando nombraron a Zarpa de Dálmata aprendiza. Era Corazón de Sereque.
Llegaron a la guarida del líder. Desde afuera, Zarpa de Dálmata podía ver el lecho de musgo que poseía la guarida en el centro y un líquen que yacía en la entrada.
Acto seguido, Rabo del Alba y Corazón de Sereque se posicionaron en las dos puntas del refugio y los que quedaban ingresaron.
Ya estando una vez allí, Estrella Lluviosa tomó asiento y le permitió a Zarpa de Dálmata sentarse también.
-Bueno Zarpa de Dálmata - empezó el macho. -Quisiera hacerte unas preguntas respecto a lo que Alcatraz Oscura me ha contado.
Una intriga y un alivio se presentaron en la aprendiza, satisfecha de no ser algo referido a su mentora.
-Soy todo oídos, Estrella Lluviosa.
Estrella Lluviosa tomó aire y comenzó a relatar.
-La aurora anterior Alcatraz Oscura me ha comentado un sueño que el Clan Estelar le había enviado. "Ojos azules de guerra combatirán. El Gato de la Paz les ganará" - repitió la profecia, tal cual como le había dicho Alcatraz Oscura. -Estuvimos hablando por un largo tiempo y me reveló que otra gata tuvo un sueño parecido a este. Zarpa de Dálmata, ¿tú soñaste con los "Ojos Azules"? - interrogó finalmente.
-Estrella Lluviosa... Sí, usted tiene razón - confesó la atigrada. -Yo soñé con los "Ojos Azules".
El felino gris asintió levemente y continuó con otra pregunta.
-¿Puedes describirme lo que sucedió?
-Con todo gusto...
"...Soñé con los Ojos Azules dos veces. El mismo paisaje, si se lo podría llamar así: Un vacío negro, un vacío que parecía no tener un final. La primera experiencia fue un tanto espeluznante. Corría de un lado a otro sin parar, no recordaba ni siquiera mi nombre, además de un efecto en que si trataba de pensar en algo lo decía en voz alta. Parecía no tener control en yo misma.
Luego de un rato, una entidad, un gato, un ente o lo que sea, se estaba acercándose poco a poco hacia mí. Era literalmente mi copia, una Zarpa de Dálmata, pero más madura. Empezó a hablar, pero no le entendía ninguna palabra. Es como si fuera un perro tratando de comunicarse conmigo. Hasta que al final de toda su charla, logré comprender: Ojos azules temibles, ojos azules sin paz y sin piedad. A los ojos azules debes enfrentar.
Con eso dicho, la entidad se esfumó y sentí una terrible angustia.
La segunda vez fue más que todo trágica, si se podría decir así. Había un olor a muerte puro. Debo admitir que me mostré más hostil con la entidad, pero escuché sus palabras. Bueno, dígamos que la voz de la supuesta Zarpa de Dálmata era completamente distorsionada. Ella intentaba decirme algo referido a los Ojos Azules, pero era imposible entenderla..."
-... No tengo ni la más mínima idea de qué hacer. Tal vez Alcatraz Oscura le haya dicho acerca de que soy el "Gato de la Paz". ¡Pero no es así! No soy algún miembro importante del clan ni mucho menos una curandera. Soy una aprendiza común y corriente.
Estrella Lluviosa se quedó callado mientras Zarpa de Dálmata desviaba su mirada. Hasta que el líder pareció volver al bosque.
-Zarpa de Dálmata, cualquier gato podría ser el Gato de la Paz. No importa su ego, no importa su edad. Tú podrías serlo - maulló con una leve sonrisa. -No estoy tratando de decir que realmente eres el "Gato de la Paz". Permanece todavía en lo desconocido. Pero recuerda que en el clan todos somos importantes. Tú como aprendiza eres relevante, por más que digas que solamente eres una aprendiza "común y corriente".
Zarpa de Dálmata lanzó una mirada llena de agradecimiento. Nunca había pensado que el líder del Clan del Río la ayudaría en un futuro, pero se sentía halagada por las sabias palabras de Estrella Lluviosa. Sin embargo, todavía tenía en la cabeza que ella no era el "Gato de la Paz".
-Gracias, Estrella Lluviosa. Se lo agradezco muchísimo.
Antes de que el macho pudiera hablar, Corazón de Sereque y Rabo del Alba entraron de golpe.
-¡Estrella Lluviosa! - llamó Corazón de Sereque. -Nos disculpamos por la interrupción, pero Cola de Rosa ha vuelto, y no en buenas condiciones - masculló y señaló la salida.
-Vamos Zarpa de Dálmata. Luego seguiremos hablando - dijo Estrella Lluviosa y se encaminó al claro del campamento. Zarpa de Dálmata lo siguió.
Ya estando allí, dos gatos se dispusieron a ayudar a Cola de Rosa. Uno de ellos, que estaba a la izquierda de la malherida, era un macho rojo-anaranjado, de un patrón atigrado. Su nombre era Irupé Amarillo. A la par, yacía una gata de color beige. Era Cremosa, la felina que no carecía de inteligencia por las historias que ha escuchado la aprendiza sobre ella. Junto con Anguila Azul, eran los más sapientes de todo el clan.
Lentamente, los tres se dirigieron a la guarida de Alcatraz Oscura.
-¡Rabo del Alba! - exclamó Estrella Lluviosa y la nombrada irguió las orejas. -Necesito que ya mismo busques a Alcatraz Oscura por el territorio. Trata de ser lo más rápida posible.
Rabo del Alba afirmó con la cabeza y aumentó la velocidad de su paso.
¿Qué le sucedió a Cola de Rosa? ¿Cómo llegó a estar así? Una escena se recreó en la mente de la gatita: Su mentora y Montaña Nublada peleando toda la noche. Realmente el aire de rivalidad entre ellos dos existía y Cola de Rosa había sido derrotada, eso parecía. Aunque era insólito que la patrulla nocturna del Clan del Viento que había partido no los haya encontrado, la hembra no le tenía tanta importancia. Quería hablar con la felina roja acerca de lo que sucedió una vez que Zarpa de Dálmata se retirara. Pero tendría que esperar, ahora no era el momento.
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Los Gatos Guerreros: Infancia Arruinada (PAUSADO)
FantasyTodo estaba en calma en el Clan del Río. Habían pasado lunas sin ningún combate con otro clan. Sin embargo, la paz no duraría para siempre... Pequeña Dálmata, una pequeña cachorra, tenía un sueño: Ser una noble y respetada líder que marcaría la hist...