"𝚎𝚢𝚎𝚜 𝚋𝚛𝚒𝚐𝚑𝚝 𝚕𝚒𝚔𝚎 𝚜𝚎𝚊"
Aurora Williams, hija de Atenea, conoce al nuevo semi-dios: Percy Jackson, que desde un principio no se llevaron bien.
Pero el caos se desata en cuanto este es reclamado por el dios Poseidón, en un momento ext...
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—Nos están mirando. —murmuró Grover entre dientes.
Tras unos segundos en los que Annabeth solo pudo desviar su mirada hacia 3 ancianas sentadas en un banco que tejían, se percató de que también los oficiales de policía los observaban con cautela. Debían irse cuanto antes para no levantar sospechas.
—¿Qué? Ah, sí. Vayamos a buscar a Percy y Aurora.
—Annabeth..
—Ambos están vivos. Lo sé.
Lo cierto es que a pesar de la confianza con la que lo decía, no estaba del todo segura.
Y aún así, siguieron gritando sus nombres por los alrededores. Buscaban entre los matorrales, en el puente de madera, en los árboles..Pero debían de seguir en el agua. Eso pensaban hasta que Percy subió la barandilla de un puente turístico con un brazo alrededor de la cintura de Aurora, quién parecía consciente.
Annabeth los miró con incredulidad.
—Hola. —saludó el rubio, completamente empapado. Soltó la cintura de Aurora en cuánto notó como Annabeth se abalanzaba sobre ella. —Siento haberte empujado fuera, en las escaleras. Sabía que no había tiempo y no me harías caso, así que— se interrumpió a sí mismo cuando sintió que los brazos de Annabeth ahora lo envolvían a él.
Después de unos momentos en los que se separaron, Grover decidió continuar la conversación.
—Bueno, no estáis tan muertos como pensábamos. —dijo, inevitablemente mirando de reojo a Aurora.
—A mí no me mires, no sé qué ha hecho para que el veneno se disipe de mí sangre. —respondió encogiéndose de hombros.
—Eso no importa ahora. Debemos ir a Santa Mónica. He quedado allí con mi padre. Nos va a ayudar. —continuó Percy.
—¿Cuándo has hablado con él? —Aurora frunció el ceño.
—Cuando estabas inconsciente en el fondo del agua.
—Tiene sentido.
—Hay una pega para todo esto..la policía se piensa que hemos estrellado un tren y que también hemos hecho eso. —señaló el monumento, en un punto que estaba echando humo, justo dónde se habían caído los de cabello claro hacía una media hora.
—Y que nos persiga la poli complica coger un tren..o un autobús.
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Y así fue, cómo caminando, podían discutir temas sobre la misión.
Mientras tanto, Aurora, ya completamente seca a excepción de las puntas de su pelo, que mojado parecía castaño, se preguntaba cómo es qué se encontraba tan bien después del veneno de la criatura. Y eso que lo había retenido bastante. Suponía que sería por los poderes de Percy, o algo así. Sentía curiosidad, aunque tampoco se atrevía a preguntarle.
