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El sol ya entraba en una de las rendijas del camión, pero todavía no habían llegado a su destino

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El sol ya entraba en una de las rendijas del camión, pero todavía no habían llegado a su destino. Yacían en el suelo una Aurora y un Percy dormidos, cansados por toda la atracción en la que el segundo se había quedado atrapado.

El ruido los despertó a ambos, o eso parecía, aunque Percy había vuelto a tener otra pesadilla.

Annabeth, con un trozo de lo que parecía cristal, intentaba algo que Aurora no entendía mientras se restregaba los ojos.

—Tengo cobertura. —dijo la de trenzas. Percy se colocó a su lado, con un dracma. El cerebro de la rubia ya iba despertando según veía lo que intentaban hacer, así que se sentó al lado de su compañera de cabaña, pero en el suelo. Tuvo que apartar algo de paja con una mirada de desagrado, pues el camión estaba lleno de esta.

—¿A qué esperas para lanzarla, sesos de alga? —preguntó Aurora impacientemente.

—Madre mía, parece que alguien se ha levantado con el pie izquierdo. —replicó, lanzando el dracma hacia el reflejo del cristal.

—Y otros parece que son nuevos en esto. —respondió del mismo modo, sarcástico e irritante.

—¿Os queréis callar? ¿Que había pasado con vuestra paz temporal? —intervino Annabeth, cansada de los enfados entre aquellos dos.

—Pues eso, que era temporal. —dijo con una risita la que estaba en el suelo.

La otra chica suspiró y recitó:

Oh Iris, diosa del arcoíris. Te suplico que aceptes mi ofrenda. Muéstrame el campamento mestizo, el despacho de Quirón.

Se podía distinguir un chico con camiseta naranja y rizos negros, ojos pequeños y mandíbula marcada.

Luke.

—¡Luke! —exclamó Aurora, emocionada de ver a su mejor amigo, pero confusa de que estuviese allí.

—¿Aurora? ¿Annabeth? ¿Percy? ¿Estáis bien? —preguntó, su voz sonaba en las ondas que transmitía la diosa Iris.

—Sí, estamos bien. ¿Dónde está Quirón? —preguntó Annabeth, igual de confundida que la otra hija de Atenea.

—Está intentando calmar las cosas en el campamento. Todos creen que vamos a ir a la guerra y las cabañas están eligiendo bando, así que decirme por favor que tenéis buenas noticias. —suplicó.

—Sabemos quién robó el rayo. —habló Percy por primera vez.

—¿Cómo?

—Nos encontramos con Ares, Grover le hizo hablar y se dió cuenta de que sabía quién era el ladrón y lo estaba encubriendo. —explicó Annabeth.

—¿Y a quién cubriría Ares? —concluyó Aurora.

—A su hija favorita. —respondió su mejor amigo. —Clarisse.

 𝑺𝑬𝑨 || 𝑷𝑬𝑹𝑪𝒀 𝑱𝑨𝑪𝑲𝑺𝑶𝑵 (𝒔𝒆𝒓𝒊𝒆!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora