11

1 1 0
                                    



Mientras camino a casa, vuelvo a mostrarme físicamente en existencia. Miro mis brazos y suspiro más calmada. Una parte de mí sufre al pensar en cómo se ha de sentir Adler en este momento. No tengo idea de cómo podría explicar yo algo así.

Aunque él conozca que vengo del futuro—o presente—no sé cómo llamarlo, el punto es de que no sabe toda la historia, solo lo más mínimo de ella... y hay muchas cosas que todavía no estoy segura si debería decirlas, como esta.

Tal vez el universo simplemente no pueda manejar mi "estancia" en el pasado. Tal vez solamente... me desvanezca. ¿Pero cómo puede ser posible que suceda algo así? Se supone que "todo lo que tiene que pasar va a pasar", entonces... si me desvanezco ¿regresaría a mi presente? ¿Dejaría de existir? ¿El futuro cambia? ¿Permanece igual? ¿Cómo puedo saber qué es lo que me ocurre?

"Teoría de la "línea temporal única": Según esta teoría, existe una única línea temporal y cualquier cambio que el viajero en el tiempo intente hacer simplemente no será posible. En algunos relatos de ciencia ficción, esto se traduce en la desaparición del viajero si su presencia en una época específica no encaja con la continuidad histórica. La lógica detrás de esto es que la realidad no puede soportar paradojas, por lo que elimina al causante de la paradoja."

Subrayo, remarcando ese renglón. ¿Acaso habla sobre una paradoja? ¿Pero cómo puedo crear yo una paradoja? La teoría de consistencia dice que no puedo crear paradojas, ¿entonces qué mierda es lo que sucede? ¿Simplemente voy a desaparecer? ¿Voy a dejar de existir, acaso? ¡Pero ni siquiera busqué la forma en llegar aquí al pasado! ¡Solo ocurrió!

Unas horas más tarde decido llamarle a el chico el cuál he dejado básicamente planteado. Tomo el teléfono y marco a su número, tarda en responder pero finalmente lo hace.

-Hola... me disculpo tanto, Adler... es solo que, surgió una emergencia con mi... mamá—miento—tuve que irme sin avisar, lo lamento.

-Tranquila, esas cosas pasan. No te preocupes por los cafés. ¿Están todos bien? ¿Nada grave?

-Ah, sí, todo bien... solo me sentía mal de no haberte podido decir. Nos vemos en la escuela. Otra vez, lo lamento. Descansa...

Al terminar la llamada un dolor intenso vuelve a mi cabeza que me hace quejar del sufrimiento.

***

22/04/2007

-¿Salimos hoy?—Adler llega a mi lado.

Me encuentro en la biblioteca leyendo un libro mientras como un sándwich tostado en la mesa.

-¿Mm?—alzo la mirada.

-¿Salimos hoy?—repite con una sonrisa.

-¿Acaso tienes algo planeado? Tu cara muestra... ¿cómo decirlo? Me da una cierta inquietud.

-Tal vez—responde—¿estás libre hoy?

-Hmm—suspiro bajando mi libro a la mesa.

Tan pronto como Adler llegó, nos encontramos en su automóvil manejando hacia nuestra... ¿cita? del día de hoy. Nos encontramos en silencio, pero no es incómodo, al contrario, me siento bien. Miro a la ventana el paisaje mientras se escucha música de radio en el fondo y a Adler tarareándola.

-¿Conoces esa canción?—pregunto.

-Solía escucharla mucho hace un par de años, con mi hermano.

-¿Tu hermano y tú se llevaban bien?

-Ah... en ocasiones, creo—responde sin despegar su mirada de la carretera.

-Me gustaría llevar una buena relación con mi hermano—admito.

150 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora