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01/08/2007

"Un joven de 18 años lamentablemente falleció en un trágico accidente automovilístico ocurrido ayer por la noche. El incidente tuvo lugar en la carretera principal, donde el vehículo en el que viajaba perdió el control y se estrelló. A pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia que acudieron al lugar, el joven no sobrevivió al impacto. La comunidad está consternada por la pérdida de una vida tan joven y llena de promesas. Se están realizando las investigaciones pertinentes para esclarecer las causas del accidente."

Me quedo helada, apenas puedo bajar mi brazo al terminar la llamada. Solo recuerdo tomar mis llaves, una sudadera, y salir corriendo por la lluvia hasta llegar al hospital.

Todavía recuerdo sus palabras.

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

Su voz.

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

-Su tono.

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

Ese momento en el cuál fue la última vez que supe sobre él.

Al llegar ante él lo veo, y no puedo evitar sentir el ardor ante mis ojos y el dolor en mi pecho.

-Adler por favor—tomo su rostro—no hagas esto, por favor despierta, Ad...—lloro con todas mis fuerzas.

Su cuerpo se encuentra lleno de sangre, con marcas, cortes, y la cabeza con un fuerte golpe. Mis palmas de las manos acarician su piel fría, la cuál ya se ha ido su calor desde hace un par de minutos.

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

-No me dejes...—susurro—eres un hijo de puta, ¿lo sabes? No puedes hacerme esto, no puedes. Por favor vuelve—tomo su mano.

Eva llega al par de minutos y se queda parada en la puerta. Un par de lágrimas corren por sus mejillas por la situación y se acerca, colocando su mano en mi espalda como soporte.

-Vía...—Eva susurra.

-¡Lárgate! ¡Déjame sola!

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

-Tenemos que irnos... te están esperando.

-No puedo irme sin él...—digo entre llanto—no puedo dejarlo aquí solo, él no puede dejarme sola, por favor... por favor Eva...

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

Tomo la mano del chico y me la llevo a los labios para darle un beso, luego me quedo ahí quieta... sin poder moverme. Sin embargo los enfermeros llegan y nos intentan "sacar" de la habitación. Intento aferrarme a él, intento detenerme para tener un solo momento más con él, pero no puedo.

-No... ¡no! Adler... por favor. ¡Por favor!

No dejo de llorar. Mi cabeza arde de dolor, al igual que siento mi cuerpo entumirse. No puedo pensar con claridad, solo deseo estar ahí con él.

-Necesito verlo... Eva... necesito decirle que lo amo—digo entre llanto.

-Vía...

-No entiendes, nadie entiende...

"-Vía, ¿podemos vernos? Tengo que decirte algo."

No puedo dejar de repetir sus palabras en mi cabeza una y otra y otra vez.

Todo es mi culpa. Murió por mi culpa. El accidente fue por mi culpa. Si no le hubiera respondido, si no le hubiera dicho nada, si solo... si tan solo...

150 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora