26

0 0 0
                                    

1/09/2024

Querido Adler.

Prometí no escribir más cartas. Prometí dejarte ir. Pero cuando empezaba a acostumbrarme a mi ordinaria vida, despierto de nuevo contigo. ¿Cómo puedo volver a estar aquí y ver que todo pase sin hacer nada al respecto? No pude, tuve que intentar hacer algo.

Está será mi última carta, lo prometo. Solo quiero contarte que después de un par de meses estando devuelta en mi presente, he logrado... empezar de nuevo.

Me he dado cuenta de que no podemos cambiar el pasado, ahora sí... créeme que lo intenté, pero fue un completo regalo el poder haber vuelto a tenerte conmigo aunque fuera algo temporal.

He estado aprendiendo varias cosas, y creo que todo ha sido gracias a ti. Aprendí que debo de darme más importancia a mí misma. Nunca me cuestionaba el quién soy y por qué, para qué soy. Siempre me quedaba atrapada en el pasado, dentro de mis recuerdos.

Llegué a puntos muy bajos, puntos muy profundos, y me he dado cuenta también que ahora que me he puesto a pensar y dar el tiempo para mí... me gusta enseñar. Lo sé, lo sé, sé lo que dirías, Vía, ¿de qué hablas? Siempre has dicho que detestas ser maestra, pero... hace un par de semanas decidí ir a ver un partido de baloncesto de nuevo, y no creí que me fuera a gustar tanto.

Ocupo decirlo, en realidad evitaba ver todo lo que estuviera relacionado a ti. Cada vez que alguien mencionaba algún plan en la cuál mi mente te involucraba, intentaba huir de ello. ¿Cómo no me pude dar cuenta de que es algo que en realidad me apasiona en cierto punto?

Así que ahora soy maestra, quiero decir, entrenadora. Ahora doy entrenadora de baloncesto. Claro que algunos alumnos míos se acercan a mí por dudas sobre física, pero ahora disfruto lo que hago, cosa que creo nunca haber hecho en un largo tiempo.

Siempre había recordado este deporte como algo... malo, aunque ahora me doy cuenta que es algo que adoro. No hubiera podido aceptar eso sin haberte vuelto a ver, de eso estoy completamente segura.

¿Que más? Bueno, Eva y yo nos hemos acercado otra vez. Creo que nuestra amistad nunca se alejó, solamente que ninguna de las dos le habíamos puesto esa "atención" necesaria, y por todo lo que tuvo que superar Eva, entiendo el por qué se apartó de mí por mucho tiempo, pero ahora estamos bien... más unidas que nunca.

Por otro lado... acabo de hablar con mi madre hace un par de días. Es la primera vez que la contactaba dentro de muchos años, y quedamos para vernos este fin de semana en su casa. Estoy un poco nerviosa, pero... estoy lista. De mi hermano Liam sigo sin tener noticias, pero espero poder verlo cuando vaya a visitar a mi mamá.

¿Qué más me hace falta de contarte...? Quisiera decirte que estoy lista para tener citas, tener alguna especie de relación o pareja, pero todavía no he llegado a esa etapa. Tal vez en algún futuro cercano me sienta lo suficientemente fuerte para intentar salir con alguien más, no me cierro a la oportunidad de conocer a otra persona, pero creo que todavía no es el momento adecuado. Todo a su tiempo, ¿verdad?

Y lo más importante, quiero decirte que por primera vez... logré pensar en nosotros como algo lindo, como un recuerdo, una formación, una etapa de anhelo, en vez de la pesadilla y tortura de mi vida.

Todos los días utilizo el collar que me regalaste. Me siento a salvo al tenerlo puesto, sintiera que una parte de ti me protege en cierto punto. Además ahora estoy más tranquila al saber que no hubo más secretos entre los dos.

Te sigo extrañando, aunque ya no de esa forma. Sé que si seguirías aquí harías todo para lograr que sea feliz, pero me he dado cuenta de que no podemos cambiar las cosas, solo aprender de ellas.

Me ha costado entender que el aferrarme a ti no es para nada sano.

Amo tus ojos, tu cabello, tu sonrisa, tus lunares en el rostro, amo la forma en la que te vistes, tu amor y talento por las artes, el baloncesto, por todo lo que has hecho por mí, por la forma en la que me has hablado, consolado, abrazado, besado. Por todos los recuerdos que me has dado.

Amo la forma en la que te expresas de las cosas, la forma en la que siempre estás ahí incluso cuando no te busco. Amo la forma en la cuál siempre que abro mis ojos lo primero que viene a mi mente eres tú. Amo la forma en la que nos conocimos, la forma en la que paso tiempo contigo, la forma en la que siempre se pone difícil tu camino e intentas salir a delante, a pesar de todos tus problemas con tu familia y las personas que te rodean.

Eres una persona sumamente importante para mí, y debo admitir que tengo un gran apego hacia ti, tanto que no debería. Admito que no puedo vivir sin tu presencia y eso es lo peor. Debo de trabajar en pensar más en mí misma, debo aprender a soltarte y dejarte ir.

En realidad, esta carta es mi forma de decirte adiós para siempre, pero no de esa forma, no me refiero a solo olvidarte o ignorar que exististe, sino en la forma en la que a partir de hoy intentaré superarte, intentaré dejar de ser dependiente de ti, de aferrarme al pasado. Recordarte con amor en vez de odio, el sentirme agradecida con lo que viví en vez de quejarme de todo. Sentirme bien... estar bien.

No pude cambiar el pasado por más que lo intenté. Creo que desde un principio el universo no tenía destinado nuestro amor a largo plazo, pero... al menos puedo decir que te conocí... y que siempre formarás parte de mí.

No pude cambiar el pasado.

Voy a cambiar mi presente.

Voy a cambiar y disfrutar mi presente.

Voy a cambiar mi futuro.

Voy a cambiar, por ti, y por mí.

Voy a cambiar por mí.

¿Okey?

-Con amor, Vía.

150 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora