Capitulo 4: Búsqueda y Rescate

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"En algún lugar de Alemania"

Haciendo una parada en un pequeño pueblo, Reinhardt y Brigitte estaban recogiendo suministros (principalmente alimentos) en una tienda de conveniencia local, en la caja registradora el cajero pasaba los artículos por el escáner y la máquina emitía un pitido constantemente por cada escaneo que hacía.

-Oye, Reinhardt ¿Qué deberíamos cenar?-, Preguntó Brigitte, pero Reinhardt no estaba prestando atención.

Estaba mirando un pequeño televisor que el dependiente de la tienda tenía en el mostrador escuchando a los locutores hablando sin parar sobre la decisión de bombardear Londres.

-¿No hay otra manera de recuperar la ciudad? bombardearla no puede ser la respuesta-, insinuó un presentador de noticias.

-Bueno, no creo que los Británicos tengan muchas opciones, Ania, porque acabamos de recibir información de que el cielo alrededor de la ciudad están...Bueno, a falta de mejores palabras, entintadas-, Luego, la imagen cambia a una toma del cielo cubierto por una misteriosa sustancia negra que rodea Londres.

-¿Qué es?- preguntó el presentador de noticias.

-No lo sabemos, destrozaron el dron cuando intentamos verlo más de cerca-, responde el reportero.

-Demonios...solo espero que no sea tóxico para respirar...-, diría el presentador preocupado.

Mientras cargaba la casa rodante, Brigitte notó que su mentor estaba un poco distraído.

-¿Reinhardt? ¿Pasa algo? Porque parece que tienes algo en mente-, Reinhardt salió de sus pensamientos cuando escuchó a su ahijada llamarlo.

-Estoy bien Brigitte, es solo que... ¿Te he contado alguna vez la vez que perdí a mi perro?-, diría Reinhardt cambiando de tema.

-¿Tenías un perro?-, Brigitte preguntó sin saber nunca ese hecho de su padrino.

-Sí, tenía un Weimaraner llamado Garin, era el mejor perro que un niño jamás podría pedir-, recordó Reinhardt.

-Un día, justo antes de cenar, estábamos caminando por el bosque, En nuestro camino a casa, Garin comenzó a cavar y ladrar en el suelo, pensé que probablemente era solo una marmota, así que arrastré a Garin a casa. A la hora de dormir escuché a Garin ladrar nuevamente, siguió ladrando y ladrando hasta que lo escuché dar un ladrido agudo. Y todo quedó en silencio. Salté de la cama, corrí hacia la ventana y miré, no vi nada, así que me puse las botas, agarré una linterna y fui a buscarlo en cualquier lugar. Hasta que escuché algo entre los arbustos, miré y vi a un monstruo arrastrando al pobre Garin hacia abajo. Corrí y busqué a mis padres, pero nunca volví a ver a Garin-, Reinhardt recordó el momento en que vio al monstruo arrastrando a su mejor amigo hacia la oscuridad para nunca más ser visto.

-Este...Monstruo, ¿tiene algo que ver con lo que está sucediendo en Londres?-, Brigitte preguntó realmente atraída por la nueva historia de Reinhardt. Reinhardt miró fijamente a Brigitte.

-Seguro. Porque vi los mismos ojos en ese televisor hace tantos años-, confirmo Reinhardt.

Mientras cargaban la bolsa en la casa rodante, Reinhardt notó que la computadora portátil que estaba en el banco de trabajo estaba emitiendo un pitido, tratando de llamar su atención, Reinhardt se acercó al dispositivo y presionó una tecla para ver. Ante lo que apareció en pantalla lo dejó sin aliento, tomó asiento que estaba cerca encontrando difícil creer la noticia. Brigitte echó un vistazo a la pantalla y vio lo que hizo que su mentor se callara.

-Me han llamado...Overwatch me necesita-, habló Reinhardt.

"Subterráneo"

Atravesando túneles oscuros y poco iluminados.

Humanos, Omnicos y LocustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora