Bang Chan firmó el papel, cerró la carpeta y se la entregó a Hyunjin, quien estaba de pie frente al escritorio, sin entender lo que sucedía.
- Pero... - se quejó mientras agarraba la carpeta.
- Oficial Hwang, es una orden, no lo quiero ver más por este destacamento o lo meto a los calabozos.
Hyunjin abrió la carpeta y leyó el traslado. Bang Chan lo recomenzaba a un de las ciudades del norte, y cerca de la playa. ¿Esto estaba sucediendo de verdad?
- Ya cumpliste tu castigo acá, anda allá y sé un buen policía, ¿ok?
Hyunjin adoptó la postura de espalda rígida y mano en la cabeza de saludo militar.
- Sí, señor.
Minho estaba sentado sobre su escritorio de brazos cruzados y una gran sonrisa, esperando que Hyunjin saliera de la oficinal del comisario. Al hacerlo, los dos chocaron miradas.
- ¿Así que te vas nomás?
- Así parece.
Minho caminó hasta Hyunjin y lo abrazó. Changbin, de reojo, miraba toda la situación; él y Hyunjin no volvieron a dirigirse la palabra luego del episodio de las fotos. El oficial Seo tuvo que reconocer que había sido el responsable de ese acto chiquilino pero jamás se disculpó.
- Disfrutá esta nueva oportunidad.
Ese día Hyunjin se fue muy temprano del trabajo, con sus pertenencias bajo el brazo, en una caja de cartón pero antes de llegar al departamento y darle la noticia a Félix, pasó por un puesto de flores y compró un ramo de fresias de todos los colores, la primavera ya estaba en el aire. Félix, quien estaba terminando de guardar ropa en el armario, antes de alistarse para ir al trabajo en una cafería, escuchó la puerta abrirse y se asustó, más cuando vio la caja con las cosas de Hyunjin del trabajo.
- Ay, no, bebé, ¿qué pasó?
Hyunjin cerró puerta, dejó la caja sobre la mesa y esperó a que Félix llegara a su lado – luego de besarlo, claramente – y sacó de ésta la carpeta. Él simplemente se la dio en silencio. Félix, con miedo, agarró la carpeta y la abrió lentamente. A Hyunjin le gustaba como los ojos color café de su pareja leían cada renglón y bajaban rápidamente al otro para poder comprender la buena noticia. Félix miró a Hyunjin con la boca abierta, pero sonriendo.
- ¿Eso quiere decir que nos vamos?
Hyunjin no pudo aguantar la risa pero volvió a la caja y sacó el ramo de flores para dársela a Félix.
- Quizás haya algún bar cerca de la playa donde puedas conseguir trabajo... ¿qué decís?
- ¡Que sí! – gritó Félix y se colgó del cuello de Hyunjin para llenarlo de besos por toda la cara.
Hyunjin abrazó la cintura de Félix y depositó el rostro en el cuello de él. Dios, su aroma era sublime. El morocho sintió que el agarre estaba tomando temperatura y cuando bajó sus manos hacia el trasero de Félix, éste lo soltó.
- Yo también tengo una noticia.
Hyunjin se sorprendió, ya que no se esperaba eso en medio de una erección. Félix corrió hasta el escritorio que ahora había entre el armario de la ropa y el sillón, y agarró un sobre, volvió con él en mano.
- Te llegó esto.
Hyunjin miró con desconfianza al sobre color madera y luego de vuelta a Félix, y aunque le daba miedo, lo agarró. La etiqueta era esclarecedora.
Estudio jurídico Kim y Asociados
Para el señor Hwang Hyunjin.
Hyunjin sí se sorprendió ahora y lo abrió desesperado. La carpeta que sacó de ahí era clara y concisa: el acta de divorcio estaba firmada, sellada y certificada. Hyunjin ya era libre, hombre divorciado. Félix apoyó sus manos entrelazadas en el hombro del morocho y allí dejó su rostro para también mirar las hojas.
- ¿Y?
- ¿Y? – repitió Hyunjin y luego volteó hacia Félix -. Parece que ahora soy un hombre libre.
- Ah, ¿qué? ¿Antes no lo eras?
Hyunjin rió fuerte, pero muy fuerte. Hacía un año atrás todo era depresión, alcohol y sufrimiento pero cuando pisó esta sucia ciudad y conoció a Félix, un par de meses después...todo fue cambiando, todo mejoró y él salió del pozo.
- Espero no te guste tanto la libertad... - presionó el rubio.
- Lo único que me gusta es estar preso de tus encantos.
Félix abrazó de la cintura a Hyunjin.
- Eso espero.
Jisung lloraba mientras ayudaba a Félix a guardar la última maleta en el baúl del auto que habían contratado para el viaje, ya que harían varias paradas a modo de vacaciones. El rubio había buscado por internet puestos de trabajo en la ciudad destino y ya tenía dos entrevistas para cuando llegaran, dentro de cuatro días, mientras tanto disfrutarían. Félix abrazó a su amigo, evitando llorar también. Ahora era momento de ser feliz y aunque estuviera triste por perder a una persona valiosa en su vida y que lo había ayudado miles de veces, era momento de hacer su camino y partir de ese lugar que tanto mal le había hecho.
- Voy a venir a visitarte...y también espero que vos lo hagas – Félix se separó de Jisung y amenazó con el dedo índice a Minho que estaba más atrás -, que los dos lo hagan.
Minho asintió con la cabeza mientras sonreía, Hyunjin se detuvo a su lado y le ofreció la mano.
- Gracias por todo, fuiste un gran compañero.
El oficial Lee miró la mano y se la aceptó, apretándosela fuerte.
- Quien sabe...capaz empiezo a hacer buena letra y en un par de meses me tenés por allí.
- Eso sería...genial.
Hyunjin estiró la mano de Minho para atraerlo hacia él y abrazarlo. Éste también lo abrazó. Hyunjin y Félix finalmente subieron al auto y se miraron, ansiosos por todo lo que vendría. El morocho le mostró la palma de la mano, esperando que Félix se la tomara. El rubio entrelazó los dedos con los de su pareja.
- ¿Preparado?
- Sí, más que nunca.
Hyunjin llevó la mano que mantenía unida con la de Félix hasta la llave y los dos encendieron el auto, luego volvió a llevarlas entre medios de los asientos, para no soltarlo, total podría manejar con una sola mano. El auto arrancó para hacer el trayecto de salida de esa puta ciudad y empezar una nueva vida, juntos.
Ellos dos, HyunLix.
FIN
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Charmer - Hyunlix
FanfictionHwang Hyunjin es un policía alcohólico que una vez más transfieren de sede policial por su mal desempeño. En esa nueva ciudad, oscura y lúgubre, y en un acontecimiento confuso, Hyunjin salva y conoce a quieren todos llaman El Encantador, un joven ta...