Charmer - Hyunlix

OCHO

Hyunjin tuvo que pedir permiso en el trabajo para el lunes ingresar más tarde, ya que tenía la cita con el abogado en el centro de la ciudad. Félix insistió en acompañar al oficial y aunque Hyunjin pensó que quizás sería algo incómodo, no quería tampoco ir solo. Los dos tomaron un bus temprano y se sentaron juntos en los asientos de atrás; la mañana estaba bastante fría, así que ellos cruzaron los brazos y fueron pegados brazo con brazo para darse calor mutualmente.

El edificio donde Hyunjin tenía la cita era altísimo y con los vidrios espejados. Ellos ingresaron al lugar y se acercaron a la recepción donde un hombre con uniforme negro y amarillo de personal de seguridad los recibió.

- Buen día, tengo una cita con el abogado Kim Seungmin.

- Ah, si...es en el piso 16.

El hombre de seguridad agarró dos credenciales de visitas y se las dio a Hyunjin. Éste agradeció y luego caminó hasta el ascensor más cerca mientras se colocaba por el cuello la credencia. Luego miró a Félix y le dio la otra, pero el rubio no la agarró, solo miraba los números que mostraba el panel del ascensor. Hyunjin pudo darse cuenta que Félix estaba inseguro. Él buscó la mano de Félix y le tocó los dedos con los suyos. El chico lo miró.

- Si querés, no hace falta que me acompañes, tal vez puedas...

- No, voy a acompañarte.

Félix sonrió y le quitó la credencial de las manos. El ascensor abrió las puertas y dos hombres trajeados salieron, dejándoles espacio para ellos, los dos ingresaron. Hyunjin se miró al espejo de una de las cuatro paredes: sobretodo negro, cabello suelto y una mirada asustada, en cambio Félix llevaba su cabello recogido en una media cola, jean ajustado, suéter blanco y campera negra de abrigo corta. A veces a Hyunjin le daba la sensación que la ropa que su compañero usaba era más de mujer que de hombre pero no podía negar que a él todo le quedaba perfecto. Félix pescó a Hyunjin observándolo de arriba abajo con una sonrisa.

- ¿Te estoy excitando?

Hyunjin se rió de forma graciosa. ¿Por qué él estaría así, en ese lugar? Félix se acercó hasta acorralarlo contra el espejo del ascensor. Hyunjin no pudo resistirse y agarró al rubio de la cintura. Dios, él amaba ese fina cintura.

- Te miraba porque me gusta cómo te vestís...

- Mmhhh... y a mí me gusta lo formal que sos.

Félix se puso en puntitas de pie para llegar a los labios de Hyunjin y besarlo, pero cuando éste correspondió el beso, el rubio le mordió el labio inferior y se lo estiró hasta hacerle doler.

- Auch, Lix...

- ¿Ahora sí te excité?

Las puertas del ascensor se abrieron y ellos salieron riendo. Una hilera de asientos negros de plásticos contra la pared adornaba el pasillo del piso 16 y de allí un chico se puso de pie ante la llegada de los dos hombres. Jeongin, altura media, cabello corto y bien oscuro, ojos negros y piel extremadamente blanca, se quedó tieso cuando vio a su ex marido llegar con un pendejo rubio y encima riéndose.

Hyunjin dejó de mirar a Félix y detuvo el caminar al ver a Jeongin de pie a un par de metros de él. A su lado estaba un nombre trajeado, de cabellos y ojos castaños, con un maletín oscuro en las manos. El abogado le hizo un comentario a Jeongin en el oído y éste asintió con énfasis con la cabeza. Félix, que podía imaginar qué estaba sintiendo Hyunjin en ese momento - pese a no gustarle – le acarició la espalda.

- Vos podés.

Hyunjin miró a Félix y le sonrió. Los dos caminaron hasta los hombres que lo estaban esperando.