XIV. Once

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“Bien” Jungsuk se voltea antes de abrir las puertas del área de entrenamiento

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“Bien” Jungsuk se voltea antes de abrir las puertas del área de entrenamiento. Mira los ojos del omega y le señala con un dedo. “Ten en cuenta que si ocurre algo, tienes que decirme, ¿okay?”

Taehyung le mira hastiado y asiente otra vez.

“Ya me lo ha dicho más de cinco veces y sí, sí lo haré. ¿Podría relajarse un poco? Le saldrán arrugas, Jungsuk noona”

La alfa aprieta sus labios y llena sus pulmones de aire, tratando de encontrar un poco de tranquilidad, pero es que no podía.

El omega se ha metido en problemas más de lo que ha pensado, y que se estrese es una razón de ello.

“Hablo enserio, Taehyung” la seriedad de la alfa contagia al omega, y él recompone su postura y le mira fijamente. “Escucha…, las personas aquí son algo difíciles de tratar sí no piensas de igual manera que ellas. Sólo trata de llevarte bien con todos, y además, parece que no toleras que te den órdenes, pero, ¿podrías sólo tolerarlo está vez? Sólo por mantener convencido al señor Kim”

Taehyung se siente muy disgustado ante aquella propuesta. ¿Seguir las órdenes de imbéciles con aires de grandeza y superioridad?

Joder, no.

No era parte de él seguir órdenes de nadie.

Pero no puede meter la pata.

El Capitolio está buscándolo para matarlo, y no está dispuesto a dejar perder la única oportunidad que tiene de estar a salvo por uno de sus caprichos.

Si, odia a todo aquel que se crea superior por dar órdenes, pero es dejar que lo maten, o seguir a los estúpidos alfas sin cerebro.

Uhm.

Ya tenía la respuesta.

Elige seguir con vida para salvar a su madre y ser él quién le juegue a Ganghan sus mismas cartas.

“Okay”

Taehyung suelta con poco interés, pero con unas enormes ganas de negarse y gritarle en la cara que jamás haría eso.

Jungsuk asiente y sin perder más tiempo empuja las puertas que tiene enfrente. El omega alza sus cejas impresionado de lo hay detrás.

Es como un salón de entrenamiento en el cual yacen muchos hombres y mujeres; alfas, betas y omegas que entrenan a puño limpio.

Joder, que paraíso.

El omega no puede mirar a un sólo lugar, ya que en todo alrededor hay colchonetas, un enorme ring de boxeo, pesas de muchos tamaños y máquinas para mejorar la masa muscular.

“Santa luna, esto es enorme”

Comenta sin dejar de ver todo.

Jungsuk sonríe y asiente. “Si, aquí la mayoría viene a entrenar, ya que a la hora de ser asignados a una tarea fuera de Alejandría deben estar ejercitados y listos físicamente” explica poniendo sus manos en sus caderas.

WHATEVER IT TAKES ℘ JK&THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora