Alohomora: Desbloqueando Recuerdos [A.R. II]

¡𝙼𝚘𝚝𝚒𝚟𝚘 𝚍𝚎 𝚌𝚎𝚕𝚎𝚋𝚛𝚊𝚌𝚒ó𝚗!

El día del cumpleaños de Akira finalmente había llegado y la familia Weasley, junto a sus amigos más cercanos, estaban llenos de emoción. Decidieron, gran parte de George y Fred, celebrarle el cumpleaños en La Madriguera, aprovecharon para decorar todo antes de que ella llegase. La sala de estar estaba adornada con globos de colores, serpentinas y pancartas. Snape también había sido invitado a la celebración y se sentó tranquilamente a la mesa, bebiendo un vaso de cerveza de mantequilla y mirando con cierto disgusto a las personas que lo rodeaban. Parecía un poco fuera de lugar entre el animado grupo de Weasley y sus amigos.

Cuando comenzó la fiesta, los invitados ofrecieron sus saludos de cumpleaños a Akira, entregando regalos y felicitándola por otro año cumplido. Una de sus amigas, Ginny, se acercó a ella con una sonrisa en su rostro, sosteniendo una pequeña caja envuelta en sus manos. Ella le extendió la caja, avisando que también iba de parte de Ron y Hermione.

— Feliz cumpleaños, Akira. —Dijo alegremente—. Te compramos algo pequeño, y tuvimos un par de indicaciones de los gemelos, pero esperamos que te guste. —Akira sonrió, tomando la caja y quitándole el envoltorio con cuidado.

— Gracias, chicos. No tenían por qué molestarse... —Respondió, sus ojos brillando con anticipación. Al abrir la caja, aparecieron unos pendientes brillantes, tenían un diseño sencillo y elegante, con cristales brillantes que reflejaban la luz de forma hermosa. Akira jadeó, sus ojos se abrieron de asombro ante los hermosos aretes.

— ¡Oh, estos son preciosos! —Exclamó, sosteniéndolos a la luz para poder admirar la forma en que los cristales captaba la luz. En ese momento, Fred y George se acercaron, abrazados, claramente tramando algo

— ¡Hola, cumpleañera! —Dijo Fred, con una sonrisa traviesa en su rostro. George se rió entre dientes, luciendo igualmente sospechoso.

— Tenemos algo para ti... —Dijo, haciéndole un gesto para que se acercara.

— ¿Tengo que asustarme? —preguntó ella, entrecerrando los ojos en dirección hacia ellos. Ambos se rieron, sacudiendo la cabeza.

— No, no es nada malo. —La tranquilizó Fred. George asintió con la cabeza—. Solo tenemos una sorpresa especial para ti, eso es todo. —Dijo, con los ojos brillando de emoción.

Los gemelos llevaron a Akira a un rincón apartado de la sala, lejos del bullicio de la fiesta. Miraron a su alrededor para asegurarse de que nadie más los estuviera observando y se acercaron para susurrarle algo.

— Está bien, cierra los ojos. —Le ordenó Fred. George colocó una mano sobre sus ojos, asegurándose de que no pudiera mirar, y aprovechando el momento para dejarle un sonoro beso en su mejilla.

— Estás completamente hermosa, Akira. —Le susurró en el oído, haciéndola sonreír. Akira obedeció la orden de Fred, cerró los ojos y dejó que Fred y George la guiaran unos pasos hacia adelante. El sonido de zapatos arrastrándose y de instrucciones susurradas se escuchaban a su alrededor. Después de unos momentos se detuvieron, todavía sosteniendo sus manos sobre sus ojos.

— ¿Estás lista? —preguntó George, con un dejo de anticipación en su voz. Akira asintió, su curiosidad aumentó.

— Lista, pero no sé qué pueda salir de ustedes dos. —Respondió ella, preguntándose cuál podría ser la sorpresa. George y Fred retiraron sus manos y el mundo se oscureció momentáneamente antes de que los párpados de Akira se levantaran. Cuando su visión se ajustó, lo que vio frente a ella casi la dejó sin aliento.

Allí, en el centro de la cocina de los Weasley, había un enorme pastel de cumpleaños de tres capas. El pastel era una obra de arte, con detalles intrincados y colorido glaseado. Era de un tamaño imponente y estaba claro que los Weasley habían puesto mucho esfuerzo en hacerlo perfecto. La superficie estaba decorada con velas de colores que deletreaban "Feliz cumpleaños, Akira" con una caligrafía fluida, pero poco legible.