Day of Death

163 9 0
                                    

Sentía que todos nos miraban con odio, y nunca podían mantener una mirada con Tom.

Subió al elevador, tan pronto como llegamos un paisaje se abrió en la gran ventanilla.

—¿Te deleita?.

—Supongo.

Me abrazo por la espalda suspirando en mi nuca.

—Quiero que seas mía, solo mía.

—Sabes que no puedo hacerlo....

Se acercó a mi con un arma.

—¡Esta bien, lo haremos! —cerré los ojos del miedo.

—Estas demente, no pretendía acostarme. La habitacion tiene otro uso —dejo la arma en una mesa.

Deje de agitarme.

—Mejor necesito que muevas tus brazos y ayudes linda. Así que ve desvendandote.

Se acerco abalanzándome con brusquedad; la litera era tan suave que nuestros cuerpos se hundían.

—Te detesto Tom.

—Que molesta —me dejo de lado furioso mientras salia de la habitación apurado.

Me acerque a la puerta para abrirla rápido, para mi sorpresa estaba con seguro.

Estaba agotada aun así mis ganas de volver a escapar se mantenían en pie.
Si gritaba era lo peor; todos son narcos aquí.

Mi única opción era salir por esa puerta como sea. La puerta de la izquierda mantenía una piscina enorme con salida al techo, eso serviría. Subí para ver todo un paisaje, la cuidad no muy lejos, por lo menos ya sabía a donde correr; si mis piernas me lo permiten.

Me acerque a los filos para ver unas escaleras hasta el suelo.

El problema son mis piernas. Justo al momento de intentar vi un helicoptero bajar a mi lado, volví a caer por el viento que generaba.

Un hombre alto pálido de ojos claros salio del helicoptero estirándose, dirigiéndose a mi.

—¿Quien eres guapa?.

Mi cuerpo fomentaba angustia al verlo, al saber quienes son. Ese miedo de no tener a alguien protegiendome.

Tome un trago profundo de saliva.

—Leah. Ayúdame por favor, sácame de aquí te lo suplico, ayuda —soy tonta. No obstante puede ayudarme, supuse.

—Esta bien...mire reyna aquí todo se paga y tu me vas pagaras en la litera ¿vale?.

No tuve valor de mirarlo y solo asentí con la cabeza. Ya de que servía negarme, igual lo iba a hacer.

—¡Por favor! después de eso necesito que me lleves en el helicoptero al aeropuerto —dije casi llorando.

—Como digas barbie. Ten las llaves de la primera puerta y cierrala.

Solo mire las miserables llaves.
Baje para cerrarla.

Sacaba todas la vendas de mi cuerpo qué se veía más débil y delgado, me ubique firme lista para esto.

Me odio, me aborresco de mi misma "que asco"

El hombre bajo mirándome, remordiendose los labios.

—Eres tan sexy. Jamás vi una mujer así, ¿tus pechos son operados?.

—Patán, no lo son.

Se acercó jugando con mi cabello.
Mi cuerpo se estremeció al sentir las manos de otro ser monstruoso.

LUCIFER || Mafia "Tom Kaulitz"... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora