Navidad, sueños de una bruja y breves recuerdos del pasado

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Víspera de navidad, aquella época feliz para algunos, melancólica para otros tantos.

¿Qué hay de mí? Tengo ciertamente sentimientos encontrados por esta fecha, aunque por supuesto, nada que me impida disfrutarla.

¿Quién tiene tiempo para estár triste teniendo a 3 pequeñas a tu lado? Los niños necesitan ser niños, poco o nada deberían afectarle los problemas de los adultos.

Sigurrós: Señorita ¿ya casi llegamos?

La niña se quejaba cada vez más, en poco tiempo, Fiona y Stella, le hicieron segundas para que casi enseguida, Cindy terminara por unirse de igual forma.

Rápidamente se formó a mi alrededor un coro de voces, cada una reclamando por respuestas.

TN: Calma niñas, sean pacientes.

Intenté tranquilizarlas, aunque tal y como lo esperaba, fue en vano.

Cantar villancicos pudo no ser la mejor idea, el plan era simple, sacarlas de la casa para que no intervinieran con los preparativos de la fiesta de navidad, después de todo, las cuatro necesitaban salir un poco y fue lo único en lo que pude pensar. 30 minutos o una hora sería un tiempo razonable, pero 3 horas, debería haber llegado a esa conclusión antes, ningún niño soportaría tanto.

Si tan solo Iris estuviera aquí... Ni siquiera Abel la había visto últimamente, las cosas se sentían algo más vacías sin ella.

Las chicas no se comportaban mal en absoluto, simplemente eran algo inquietas, mantenerlas juntas era todo en desafío. La única excepción resultaba ser Stella, pues dada su ceguera, recibir ayuda de un guía era prácticamente obligatorio.

"¿Ya llegamos? ¿Falta mucho? ¿Cuánto falta?" seguían bombardeandome con preguntas hasta que finalmente, pude responder.

TN: Llegamos ¿Pueden estár tranquilas con eso?

Todas asintieron, la fiesta de navidad era esperada por todos, para nada sorprendía que las niñas se abalanzaran a la mesa en busca de ponche y postre de manzana.

Habría hecho lo mismo de no se por el terrible cansancio que me invadía, honestamente no soy capaz de imaginarme a los 40, me sorprendería que me cuerpo fuera capaz de sostenerse a si mismo.

Ellas parecían estár bien, con el sitio completamente lleno resultaba prácticamente imposible que alguien las perdiera de vista.

Caín: Las niñas ¿Todo está bien con ellas?

TN: ¿De dónde saliste?... Sabes que, no importa, las niñas están bien y el itinerario va de acuerdo a lo planeado, solo necesitamos llegar a la hora de dormir y todo será un éxito.

Caín: ¿Estás segura de que están bien? Las ví hablando con Abel hace un momento.

TN: Espera... ¿¡Abel está con ellas!?

Si Caín dijo algo más, no lo escuché en absoluto. Corrí como nunca antes lo había hecho en mi vida, Abel... No se necesitaba ser un genio para descifrar que dejar a ese tipo con 4 niñas pequeñas era una mala idea.

¡Bingo! Ahí estaba él, teniendo una discusión acalorada con Sigurrós y Fiona mientras que Stella y Cindy se mantenían al margen, quedándose atrás de las primeras dos.

Abel: Santa Claus no existe, aceptenlo de una vez, mocosas.

Sigurrós: ¡Claro que existe! Todos saben eso.

Fiona: Que a ti nunca te haya traído nada no significa que no exista.

No podía creerlo, mi disgusto se daba a notar cada vez más. Un adulto ni siquiera debería siquiera considerar el hecho de pelear con una niña y sin embargo, ahí estaba él, argumentando contra niñas a las que seguramente les triplicaba la edad, como si auténticamente su vida dependiera de ello.

TN en el universo SCP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora