|| MI ANGEL GUARDIAN ||

Capitulo 1

-Niel-

"Otro día más. ¿Cómo es que no perdí la vida junto con mis padres? a pesar de todo soy consciente de que la vida es hermosa y que mis abuelos me han dado todo aunque casi nunca están a mi lado, ya que después de viejos aun trabajan para mi bienestar pero el deseo de escuchar la palabra "te quiero" de parte de ellos es más anhelada por mi corazón. Sin embargo, noches como esta las amo, me siento protegida, me siento amada y querida, no sé cómo puede ser posible, tal vez son cosas mías."

Terminé de escribir esas pequeñas palabras en mi diario, lo cerré con llave y lo guardé en uno de los cajones de mi escritorio, me levanté de la silla y me dirigí a tomar el violín que tenía debajo de mi cama, era lo más preciado que tenia de mi madre, lo único que me hacía pensar que estaba cerca de mí.

Comencé a tocar el violín, solo unas cuantas melodías que tanto me gustaban. Al parecer mi madre era una gran violinista y mi padre uno de los más grandes pianistas del país y como nunca pude estar con ellos desde pequeña empecé, más o menos a la edad de cinco años, a tocar esos dos instrumentos para sentir que los tengo a mi lado.

Mis abuelos se sienten orgullosos de mí y cada día me esfuerzo tanto en mis estudios como en la música, quiero convertirme en una gran artista, ese es mi más grande sueño.

Mi infancia no fue muy linda, muchos niños me molestaban y eran muy crueles conmigo por el hecho de no tener padres y era muy doloroso; aunque, ahora estoy en secundaria me siguen fastidiando, solo por ser una de las mejores del colegio y por mi situación.

Al terminar de practicar guardé con sumo cuidado el violín de mi madre y me acosté a dormir, adoraba las noches, se sentía tan agradable.

"Estoy sentada en medio de un jardín hermoso, tocando un gran piano blanco y luego de unos minutos una persona, de semblante tranquilo, emanaba gran calidez, toma asiento a mi lado e igual comienza a tocar conmigo, no podía ver su rostro pero sabía perfectamente que sonría, estaba vestido de blanco y traía un hermoso cinturón dorado adornado de con una rosa en el centro.

Al terminar de tocar giré mi rostro para poder verlo.

— ¿Cómo has estado Niel?—me preguntó—

— Bien... — me sorprendía que supiera mi nombre—

— Eso me alegra.

Sabía que estaba sonriendo, sabía perfectamente que era así.

— ¿te puedo preguntar algo?

— Dime.

— ¿quién eres?

—Alguien que siempre te cuidará...

— ¿estarás conmigo siempre?-

—Hasta la muerte...—colocó su mano en mi cabeza y desordeno un poco mis cabellos— Ya es hora que despiertes. — dijo en un suave murmuro—

—No, no quiero despertar"

Abrí mis ojos lentamente y el sol que entraba por mi ventana daba directamente a mi rostro, me levanté de la cama y froté un poco mis ojos, sin pensarlo dos veces entre al baño y me di una ducha corta. Al terminar hice lo de siempre, me cambié con el uniforme de la escuela, tomé mis cosas y baje a la sala.