—Voy a morir.
—Será porque mis zapatos murieron por tu culpa.
Kageyama soltó una risa observándome desde el otro lado del cuarto. Yo estaba tirado en mi cama; el sándwich había afectado todo en mí. Para mi mala suerte me había subido la fiebre y mamá me había llevado a casa. Kageyama, después de insultarme, se había ido.
Yo pensé que estaría super enojado conmigo, sin embargo me llevé una gran sorpresa cuando, quince minutos después, estaba en la puerta con pastillas y una botella de agua. Mamá lo dejó pasar y ahora estamos así.
—¿Puedes dejarme?
—No lo superaré nunca.
—Eres tan insoportable.
Él rió otra vez. Es como escuchar a los ángeles cantar.
—Es una pena que se haya cancelado la salida —murmuré removiéndome en la cama. Él me miró—. Realmente quería salir contigo.
—Podemos salir después. Tengo inflador para la pelota y...
Negué, abrazándome a mí mismo.
—Quería salir contigo sin nece... necesariamente practicar.
—Oh... ¿como amigos? —hizo una mueca. Yo lo miré—. Digo, ¿ir a un cine?
—Como tú quieras....
—Nunca tuve una salida de amigos. No sé qué hacer.
—Eso da pena, Kageyama-kun.
—¡Cállate, idiota!
Dos días después, luego de entrenar y con mi estómago saludable, sonrío al ver a Kageyama salir del gimnasio. Habíamos tomado una ducha y nos habíamos cambiado porque, ¡vamos, tenemos que salir!
Aunque es una salida de amigos...
Poco es peor.
O algo así es la frase.
¡Ustedes entienden!
—Y... ¿A dónde vamos?
—No lo sé. La última vez que salí con mis amigos fue en mi último año de preparatoria.
—¿Ahora quién es el que da pena?
Solté una risa y lo golpeé. Él rodó los ojos y siguió caminando.
—Entonces, otra vez; ¿A dónde vamos?
—No lo sé. Eso estoy pensando.
Silencio.
—¿Te vas a tardar mucho?
—¿¡Por qué estás tan ansioso!? —chillé. Él bufó—. ¡Cuando lo termine de pensar te lo diré!
—¡¿Y por qué me gritas!?
Lo odio.
En fin...
Terminamos en una cafetería. Sinceramente los dos teníamos hambre y el cine estaba cerrado, ¡no sé por qué! ¿No se supone que esas cosas están abiertas todo el día? Parece ser que nada nos sale bien.
Qué desafortunado.
Juego de palabras.
—¿Por qué no comes?
Una pequeña situación se da cuando tenemos nuestra comida frente a nosotros. Kageyama me mira tímidamente y luego a su chocolatada; decidimos no tomar café porque... no lo sé. ¿Deportistas?
—Estoy esperando a que comas tú primero.
A veces me olvido que es un chico educado y decente. La mayor parte del tiempo lo veo ser un estúpido, ya saben.
—¿Por qué sigues con eso? Sabes que a mí no me importan esas cosas...
—Pero a mí sí —se encogió de hombros.
—A ti te importan muchas cosas, Kageyama-kun —dije por fin empezando a comer. Él empezó a comer—. ¿Qué más te importa además de los modales y el voley?
—Uh... comer y hacer ejercicio.
—Eso tiene que ver con el voley, no cuenta —Me apoyé sobre mi mano y lo observé. Él comía como si nada—. ¿Hay alguna persona que te importe en específico?
Alzó su mirada.
—Mi madre, supongo.
—¿Además de ella?
—¿Mi hermana?
—Ya, ¿pero del club?
—¿Todos?
Bufé y desvié la mirada. Kageyama me miraba confundido.
Qué desilusión.
—¿Qué pasa?
—Nada. Come y sé feliz.
En serio, me había enamorado de un tonto.
DESPUÉS DE TANTO, ESTA SAGA HA REGRESADO!Cómo han estado? Holis :)
Qué les pareció el capítulo?
como ya saben, estas historias son cortitas en cuanto capítulos :]
nos vemos el martes que viene! no se olviden de pasar por Difícilmente Kenma y Dulcemente Bokuto! <3
tkm tkm tkm
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Desafortunadamente, Kageyama² | Kagehina
FanfictionKageyama Tobio. Es alguien difícil de tratar, tiene una personalidad horrible y es insoportable. Ese tipo me gusta. ¡Desafortunadamente, me gusta! Y mi mejor y peor idea fue intentar algo con él. Pero la fortuna nunca está de mi lado. Como sea... so...