¿Y si lo invito a una cita e intento algo?
Bien, ¡Hola! Ha pasado un largo tiempo de mi amistad con Kageyama. Los días siguen soleados y calurosos, aún así quiero que me abrace las veinticuatro horas del día.
Pero este idiota...
—¡Hinata, ven a entrenar!
—¡Ya voy, ya voy!
Sigue siendo el mismo idiota siempre.
Es increíble como este tipo está todo el día en mi cabeza. Yo debería matarlo, sinceramente. ¡Me tiene cansado él y esta situación!
Pero Kageyama Tobio es todo un reto que debo seguir intentándolo.
Claro que no me detendré hasta hacerlo mi novio.
Desafortunadamente.
—¡Noya, dame mi shampoo!
Soy solo un chico.
Enamorado de otro chico.
En los vestuarios, tengo la suerte de ver la espalda de Kageyama con gotas de agua y la toalla alrededor de su cintura. Dios dame lo que sea que tengas pero ayúdame a liberar mis ojos de su piel porque sino moriré.
¿Cómo puede verse tan bien de espaldas? Hijo de puta.
—Toma, se te cae la saliva.
Santo cielo. Regreso a la realidad gracias a Noya-san; lo miré sonrojándome al instante. Él ríe siendo tan simpático como siempre.
—Te gusta demasiado, Shoyo.
—Uh, sí pero no tengo ni la hora de su parte —Le di la espalda por mi propio bien. Noya-san miró por detrás de mí—. Aunque no he pensado en rendirme.
—Yo creo que sí tienes una oportunidad con él.
¿Debo aclarar que estamos susurrando para que no se confundan?
—Solo que tú —regresó sus bonitos ojos hacia mí—, no te tienes fé.
—Fé es poco. Yo necesito un milagro, Noya-san —Él rió—. Planeaba invitarlo a salir y ver qué pasaba.
—¡Hazlo! Seguro te acepta.
—¿En serio crees eso?
Nos quedamos mirando unos segundos. Noya-san negó.
—No, la verdad es que no.
Y suspiramos a la vez.
Eso no bajo mi ánimo. Ya tenía asegurado en mi cabeza que él se iba a negar así que no me lastimaría. O eso pensaba. Sinceramente para mí era un buen plan.
—¡Kageyama!
Él suele ir a buscarme para el almuerzo. Es una actitud sorprendente que adoptó cuando nos conocimos. Por eso sonreí cuando lo encontré afuera.
—Oi.
—Tengo una propuesta que me gustaría hacerte.
Solo me dedico una mirada. Yo caminaba a su lado con la sonrisa más radiante que puedo haber tenido en ese momento. Necesito un poco de deseos de buena suerte, sinceramente...
—Tengo dos entradas para el cine, el sábado por la noche —Me olvidé de contarles, ups...—. Son de esa película que me dijiste que querías ver.
—¿Las compraste?
—¡Claro que no! —chillé. Soy medio estúpido—. Me las gané en un sorteo —Es mentira—, y pensé: ¿Qué tal si voy a verlo con Kageyama-kun?
Se encogió de hombros y desvió la mirada.
—Está bien.
Listo. Ya gané.
El amor hoy también ganó.
¡Choquemos los cinco, persona que lee esto!
En fin... deberíamos saltarnos hasta la cita. Realmente no pasa nada interesante esa semana y todo parece ir bien así que nos iremos ahora mismo al sábado por la noche, donde vuelvo un desastre mi habitación con tal de encontrar algo que me quede bien.
—¡Debo ir a comprar ropa!
—No. Debes calmarte.
Tsukishima acotó tirado en mi cama. Yamaguchi estaba a su lado mirándome preocupado.
—Los invité para que me ayudaran, ¿saben? —exclamé tirándoles una camiseta. Tsukishima se quejó—. No para que estén ahí tirados, idiotas.
—Estamos apoyándote. Eso es suficiente —Yamaguchi se excusó con una sonrisa. Yo puse los ojos en blanco—. ¿Qué tal la camiseta celeste?
—¿Y qué me pongo abajo?
—Ese pantalón.
—Oh, qué fácil que era.
—¿Ya ves?
Como el buen caballero que soy, fui a buscarlo a su casa. Quería llevarle flores pero como es alérgico arruinó mi plan. Aún así fui con mi mejor sonrisa y con mi corazón directamente para ponerlo en sus manos. Solo quiero que las cosas salgan bien por una vez...
—Buenas noches.
—¡Hola, Kageyama-kun!
Me vuelvo a enamorar cada vez que lo veo, se los juro.
¡Como sea! Deseame suerte para esta cita...
Sé que la necesitaré.
HOLA AMORES
Qué les pareció? :)
disculpen la demora, aún así gracias por la paciencia y el apoyo!! los amoooo
tkm tkm tkm
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Desafortunadamente, Kageyama² | Kagehina
FanfictionKageyama Tobio. Es alguien difícil de tratar, tiene una personalidad horrible y es insoportable. Ese tipo me gusta. ¡Desafortunadamente, me gusta! Y mi mejor y peor idea fue intentar algo con él. Pero la fortuna nunca está de mi lado. Como sea... so...